"¿A quién hablarle de esto? si cuando he estado cerca de hablarlo con mi pareja se hace problema, se enoja, se avergüenza, las cosas se ponen raras, mejor aquí no digo nada. Cuando intento hablarlo con mi mamá, me dice cosas como que no debería quejarme, que dé gracias a Dios que tengo marido, que mejor me ocupe en otras cosas. A algunas amigas les he platicado y no les gusta hablar de eso... ¿qué puedo hacer?", un testimonio muy habitual.
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"¿A quién hablarle de esto? si cuando he estado cerca de hablarlo con mi pareja se hace problema, se enoja, se avergüenza, las cosas se ponen raras, mejor aquí no digo nada. Cuando intento hablarlo con mi mamá, me dice cosas como que no debería quejarme, que dé gracias a Dios que tengo marido, que mejor me ocupe en otras cosas. A algunas amigas les he platicado y no les gusta hablar de eso... ¿qué puedo hacer?", un testimonio muy habitual.
Hacer el amor con amor
Para que esto sea realidad deben existir los ingredientes adecuados, como:
Confianza: sabes que puedes contar con tu pareja en las buenas y en las malas. Te atreves a decir las cosas más locas y sensuales porque sabes que entenderá tus deseos y temores sin criticarte o asustarse.
Comunicación: si deseas platicarle acerca de situaciones importantes para ti, de lo que sientes durante el día, de los retos que enfrentas. Conversan, hablan, comentan, dicen abiertamente lo que necesitan y se sienten cómodos.
Respeto: se sienten bien uno con el otro, se conducen uno al otro con delicadeza, tomando en cuenta la humanidad y las necesidades del otro.
Juego: juegan, se divierten, ríen juntos, pueden pasarla bien, saben hacerse cosquillas, decir y hacer cosas divertidas juntas. Es muy divertido compartir con juegos de mesa, bailar, hacer deporte o hasta compartir una lectura juntos, aprendiendo cosas nuevas.
Relajarse: cuando nos sentimos bien con nuestra pareja somos capaces de relajarnos juntos, acompañarnos en momentos de descanso, acomodarnos, acariciarnos, escuchar música, poner candelitas, bañarse juntos, tantas formas de demostrar amor y descansar a la vez.
Silencios: son capaces de compartir actividades cada uno en silencio, acompañándose, sin hablar, estar cómodos uno al lado del otro.
Escoger batallas: podemos elegir cuándo es necesario discutir sobre algún tema, de la misma forma en que podemos elegir no discutir, no enojarnos, no hacer nada con respecto a algunas situaciones. Esto ayuda muy bien a tener una buena relación de pareja y disposición hacia la intimidad, porque las quejas constantes sobre temas irrelevantes ahuyentan al amor.
Cuidan uno del otro: te sientes protegido por tu pareja y a la vez ella se siente cuidada por ti. Saben que en cualquier momento cuentan con su apoyo.
Intimidad: si todo lo anterior funciona entre ustedes, están listos para compartir íntimamente, para disfrutar uno del otro. Desnudarse, en cuerpo y alma porque están listos para hacerlo, dispuestos, abiertos.
Amor: descubren juntos los colores, facetas, vibraciones, aromas, sensaciones, de amarse uno al otro. ¡Ámense mucho!
Fuente: Iniciativat