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Era una sociedad estamentaria

Sabado, 11 de agosto de 2012 21:19

Entonces era una población estamentaria, dividida en grupo socio-raciales donde la pertenencia a uno u otro grupo de la sociedad tenía que ver con el aspecto fisonómico o el color de la piel. Había un porcentaje reducido de españoles el 4 %, entre quienes se incluía no sólo a los nacidos en la Península Ibérica sino a los criollos, hijos de españoles nacidos en suelo americano.

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Entonces era una población estamentaria, dividida en grupo socio-raciales donde la pertenencia a uno u otro grupo de la sociedad tenía que ver con el aspecto fisonómico o el color de la piel. Había un porcentaje reducido de españoles el 4 %, entre quienes se incluía no sólo a los nacidos en la Península Ibérica sino a los criollos, hijos de españoles nacidos en suelo americano.


Mientras más de la mitad de la población eran indígenas, era la población dominante, y un grupo importante de mestizos. Y en el pie de la escala social están los negros y mulatos que no eran demográficamente importantes, excepto en San Salvador de Jujuy, pero era relevante económicamente, y pese a lo que se pudiera pensar no eran los peores tratados porque se los cuidaba por considerarlos un bien de alto costo, y se lo alimentaba porque entendían que debían estar fuertes y sanos.


En tanto para las sociedades indígenas recién empezaban a revertirse medidas de extracción económica como la mita, encomienda, el pago del tributo, pero siguen aún sometidos a esas antiguas prácticas coloniales que recién son suprimidas luego con la Asamblea del año 1813.


Esta sociedad podía seguramente encontrar un español realista con uno revolucionario que con un indígena revolucionario. “Pero la guerra implica un canal de ascenso y de movilidad social muy importante”, precisó Teruel destacando que el período permite trastocarse y flexibilizarse los valores de la colonia.


Por otra parte, fue alrededor del 80 % de la población la que siguió a Belgrano, una porción de la cual parte antes ya que tenía a donde ir, mientras en Jujuy queda un porcentaje pequeño que era el núcleo realista, y algunas personas que no obedecen la orden.


Por entonces Jujuy era de comercio activo porque era de paso ya que unía el camino del Litoral y Buenos Aires donde entraban los productos importados, ultramarinos hacia El Potosí, actualmente Bolivia, donde estaban las minas de plata, y porque el camino de carreta terminaba en Jujuy. Era el lugar donde cambiaban las carretas por cabalgaduras, se aprovisionaban, hacían negocios para seguir hacia el Alto Perú.


La economía jujeña de entonces era activa comercialmente, era lugar de engorde del ganado que llegaba del litoral y se enviaba a Bolivia. Existía sectores de comerciantes, muchos de ellos españoles, o pequeños como los pulperos mestizos, y productores campesinos que muchos mantenían sus comunidades originarias que empiezan a desestructurarse cuya producción era de subsistencia pero parte iba al mercado.


Comienzan por estonces a instalarse las primeras haciendas dedicadas a la provisión de azúcar, aguardiente, mieles en la región oriental luego conocido como Valle de San Francisco o Ramal, de fines del siglo XVIII. La actividad minera es mucho menor a la de Bolivia, casi artesanal con lavado de oro y algunas explotaciones menores.


La mayoría de la población estaba ubicada en el sector rural. La ciudad era pequeña, las viviendas rodeaban la plaza central entre el río Xibi Xibi a través de ranchos o cuartos, y hacia arriba estaban los solares y la capilla de Santa Bárbara.