Pizzolini expresó que ciertas características de que un niño pudo haber sido abusado, son los problemas en la conducta, alimentarios, de sueño, de control de esfínter y de atención. Sin embargo por otro lado también hay chicos que son muy buenos alumnos y lo utilizan como un escudo protector en la escuela para poder soportar las agresiones en su hogar. Los docentes deben conocer estos posibles signos de abuso y debe intentar recuperar la confianza de su alumno.
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Pizzolini expresó que ciertas características de que un niño pudo haber sido abusado, son los problemas en la conducta, alimentarios, de sueño, de control de esfínter y de atención. Sin embargo por otro lado también hay chicos que son muy buenos alumnos y lo utilizan como un escudo protector en la escuela para poder soportar las agresiones en su hogar. Los docentes deben conocer estos posibles signos de abuso y debe intentar recuperar la confianza de su alumno.
El jefe del Departamento de Violencia indicó que es muy frecuente que los niños abusados sean acallados, porque tienen miedo de que los culpen. Esto deriva en problemas psicológicos y psicotraumas que los lleva a pensar que causan daño al relatar su mala experiencia.
“Tenemos que ser responsables, no podemos callar y mirar de lado, hay caminos por recorrer y se puede hacer la denuncia a nuestro mismo servicio en el hospital San Roque, donde tenemos asesoramiento para seguir el caso”, indicó Roberto Pizzolini.
La intención de este proyecto es continuar con los talleres en el resto de las regiones educativas, y el consejo fundamentalmente de este primer encuentro fue que los adultos deben brindar seguridad a los niños y darles la certeza de que no van a dudar de su palabra. El taller se realizará nuevamente el viernes en Belgrano 545, de 9 a 13.