El piloto oriundo de la localidad de Pigüé se impuso de punta a punta con un tiempo 41 minutos 51 segundos 850 milésimas.
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El piloto oriundo de la localidad de Pigüé se impuso de punta a punta con un tiempo 41 minutos 51 segundos 850 milésimas.
En tanto, el líder del campeonato, Matías Rossi, y el seis veces campeón de la categoría Guillermo Ortelli, ambos con Chevrolet, se clasificaron segundo y tercero, respectivamente.
Además, Christian Ledesma (Chevrolet), Emiliano Spataro (Dodge), Agustín Canapino (Chevrolet) Diego Aventín (Ford), Jonatan Castellano (Dodge), Leonel Pernía (Chevrolet) y Gabriel Ponce de León (Ford) completaron los primeros diez lugares del clasificador.
Con este resultados las principales posiciones del campeonato quedaron conformadas de la siguiente manera. Rossi 153, Néstor Girolami 121, Ortelli 114, Ledesma 109, Ponce de León 101, Castellano 100.50 y Alaux 99.
La próxima presentación de la categoría se llevará a cabo el 26 de agosto próximo en la ciudad de Paraná.
El poder de fuego del auto que preparan los hermanos Marco y Mario Jako se había podido observar el sábado durante los entrenamientos previos a la clasificación al cabo de la cual marcó un expectante quinto registro.
Ello le permitía largar desde la primera fila la segunda serie junto a la Dodge de Emiliano Spataro.
El pígüense no lo dudo y tras una gran maniobra en la largada se quedó con el parcial que resultó clave para el resultado final de la competencia.
Rossi, que había declarado a los cuatro vientos que su intención era llevarse la victoria en la mítica competencia para quedar en la historia grande del TC, se las ingenió para quedarse con la pole position y ganar la primera serie que se largó con 50 minutos de retraso debido a la neblina que afectó esta mañana el coliseo porteño.
En la serie el líder del campeonato se encargó de fortalecer aún más su favoritismo, aunque la delicada condición de pista lo obligó a manejar con cuidado circunstancia que le impidió hacer una serie rápida lo que lo condujo a largar la final desde la segunda fila.
Este cuadro de situación fue su certificado de defunción para su aspiración de quedarse con la victoria ya que Alaux picó en punta y aprovechó la dificultad que se le presentó al piloto de Del Viso a la hora de superar la marcha de Ledesma, ganador de la tercera serie.
Promediando la carrera Rossi intento una y otra vez avanzar en el clasificador aunque poco pudo hacer frente al muy buen motor de Johnny Laborito.
Pero en esta segunda victoria de Alaux en el TC no todo fue motor y chasis, sino que también hubo una cuota enorme de amor propio y de habilidad conductiva para no cometer errores en medio de la presión a la que fue sometido.
Al piloto de Pigüé no le sobró nada, pero con lo que tuvo entre sus manos le alcanzó para quedarse con una victoria única en la categoría ya que el no cumple 75 años todos los días.