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Se cumplió la meta de cobertura de test

Jueves, 24 de enero de 2013 21:38

El cáncer de útero fue en el 2012 eje de varias acciones que en materia sanitaria apuntaron a prevenir, desde perspectivas de investigación, a mediano plazo y con la vacunación contra virus del papiloma humano, a largo plazo, buscando llegar a quienes no se llegaba. Con relativo éxito se conocen los últimos números que en Jujuy buscan avanzar en revertir las tasas de mortalidad por esa causa.
 

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El cáncer de útero fue en el 2012 eje de varias acciones que en materia sanitaria apuntaron a prevenir, desde perspectivas de investigación, a mediano plazo y con la vacunación contra virus del papiloma humano, a largo plazo, buscando llegar a quienes no se llegaba. Con relativo éxito se conocen los últimos números que en Jujuy buscan avanzar en revertir las tasas de mortalidad por esa causa.
 

En este sentido se implementaron desde enero pruebas dirigidas de Virus de Papiloma Humano (VPH), un test para las mujeres mayores de 30 años que en la provincia alcanzó a cubrir 20.860 pruebas, según los datos aportados por Sistema de Información para el Tamizaje (Sitam). Así lo anunció la directora de Maternidad e Infancia, Alicia Campanera, al referirse a la estrategia que se implementó en Jujuy en principio, mediante el Programa Nacional de Prevención de Cáncer Cérvico-uterino, tendiente a prevenir y reducir la mortalidad de mujeres por cáncer cérvico uterino, cuyo índice en la provincia es alto, mayor a la media nacional.
 

Los resultados de los test se destinan a laboratorio, que luego arroja los resultados, y consiste en una práctica similar al papanicolau por el cual se determina si existe el virus de papiloma humano en esa persona, que de ser positivo deriva en un estudio para detectar lesiones y si existieran realizar un seguimiento.
 

Pese a ello, la médica explicó que las 20.860 pruebas registradas en la provincia no contempla un margen que se da entre que se tomó la muestra, se espera que se analice, hasta que surgen los resultados, que rondaría las 1.500 muestras.
 

En tanto, las “autotomas” de VPH, otro método de tamizaje proyectado para tres años sólo en Jujuy, eran unos 1.611, y tienen el mismo proceso con lo cual serían más las realizadas a juzgar por las que aún no se cargaron hasta llegar los resultados.
 

“La meta está cumplida, porque la que teníamos para el año era hacer 22.000 pruebas. Es un trabajo de investigación que se agregó después y sirve”, precisó Campanera.
 

Aunque la prueba se inició en Jujuy se prevé extenderla a otras tres provincias este año. No obstante, los resultados han permitido confirmar lo que se calculaba, ya que lo implementado se basó en evidencia científica y en experiencias de otros países. “Un beneficio inmediato fue ampliar la cobertura. Nosotros habíamos llegado a la meta pero la anterior era 60 %, ahora nos planteamos el 80 % y encima esto del estudio novedoso, y sabíamos que era una tecnología de avanzada, más segura, las iba a entusiasmar e iban a acudir y aparentemente fue así, porque la cobertura fue fácil”, dijo.
 

También focalizaron en edades, por entender que está científicamente demostrado a qué edad se muere la mayoría de las mujeres, y a qué edad se podría comenzar la detección o la prevención de cáncer de cuello de útero, y explicó que a los profesionales a veces les cuesta esto.
 

De hecho, recordó que en el 2011 hubo récord de toma de Papanicolau de 33.000, mientras que en la edad en que sabían que iba a haber mayor detección de la enfermedad para prevenir el cáncer, era del 50 %, siendo la cobertura a partir de los 35 años.
 

La edad objetivo es a partir de 30 años, por lo que los resultados del 2011 hubieran aumentado a una cobertura del 60 %, mientras con la "auto-toma’, la cobertura lograda fue al 98 % focalizada en la edad.
 

Recordó que con el chequeo del 2011 se llegó a 1.3 a 1.5 y actualmente la detección sería de 2.3 con estas nuevas estrategias.
 

Por ello recalcó que deben seguir teniendo buena comunicación co la población para informarles que estas estrategias son muy positivas.
 

La importancia de llegar

La directora de Maternidad e Infancia explicó además la importancia de que las mujeres que se hicieron el test del Papanicolau vuelva a buscar los resultados y no tenga miedo que de un test positivo a un cáncer hay un campo tan grande, que ni siquiera llegan todos los casos a transformarse.
 

Dijo que venía de antes eso de dejar pasar el tiempo, no buscar los resultados, y el “prefiero no saber”. Entonces se busca avanzar de modo de realizar luego el seguimiento, para lo cual se debe buscarlas y ofrecer el tratamiento, pero lo importante es que adhieran y faciliten su propia prevención.
 

Advirtió que ahora con estos test se está ante algo que permite brindar un alerta con mucho tiempo de anticipación, para el caso en que pudiera transformarse en cáncer.
 

De hecho, a través de estas medidas en el 2011, durante el último monitoreo del mes de septiembre, de quienes se habían detectado pruebas positivas más del 70 % de las mujeres que se logró no sólo ubicarlas y que se atiendan ya sea en el servicio público o a través de su obra social. La médica detalló que algunas debían hacerse colposcopia solamente, otras una colpocopia y una biopsia, y en general es una población que deberá controlarse anualmente.
 

“El número de mujeres con patología, el 2011 fueron trescientos y pico, y ahora estamos arriba de quinientos, global, porque hay dos categorías de diagnóstico”, precisó Campanera.
 

Zonas rurales

Acerca del grado de cobertura a los lugares más difíciles de acceder, como las zonas rurales, explicó que es algo que deben averiguar para este año porque todas las áreas de la provincia han trabajado, sumándose el camión de la mujer que recorrió la provincia inclusive dos veces en los grandes sitios periféricos. Por ello se pretende pedirles el informe de qué porcentaje de la población rural se pudo cubrir, y cuál fue de la ciudad.
 

Por ello recordó que el proyecto de “autotoma” apuntó justamente a la mujer que no llega a los centros de salud, al hospital ni al camión sanitario, entendían que si el agente sanitario les acercaba la posibilidad de hacerse el test ellas mismas, quizás aceptan.
 

Dijo que los primeros datos de 500 pruebas indicaban que eso parecía confirmarse porque eran mujeres que no se habían hecho un PAP en tres años, por lo que se pretende leer los datos globales acerca de ello, sobre si aceptan o si se tuvo más eco en la autotoma, que de confirmarse sería algo muy positivo para los objetivos perseguidos.
 

Los datos cerraron el 31 de diciembre, tras el análisis de dos meses en marzo o abril se podrá saber los resultados si se llegó con la autotoma a mujeres que no estaban cubiertos, para determinar si sirve para ampliar el déficit de cobertura. (Liliana Alfaro)