Desde pequeña incursionó en la práctica del vóley, apenas tenía cinco años cuando Camila Hiruela empezó a relacionarse con esta actividad, sin saber que con el paso del tiempo y con 17 años recorrió el mundo integrando la selección argentina de esta disciplina deportiva.
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Desde pequeña incursionó en la práctica del vóley, apenas tenía cinco años cuando Camila Hiruela empezó a relacionarse con esta actividad, sin saber que con el paso del tiempo y con 17 años recorrió el mundo integrando la selección argentina de esta disciplina deportiva.
En los dos últimos años y como un reconocimiento a sus méritos deportivos fue galardonada consecutivamente con el premio "San Francisco de Asís de Oro" como la mejor deportista de Jujuy.
En su segundo hogar, la Sociedad Española fue escalando de categoría, a pesar de su corta edad. Superó etapas sin ningún tipo de inconvenientes y no se 'achicaba' al jugar contra chicas de más edad que ella.
No tardó en destacarse en su equipo y fue integrante indiscutida de los equipos que representaron a la provincia de Jujuy en varias ediciones de los Juegos de las Juventudes Trasandinas, paseando su categoría además de Argentina, por Bolivia, Chile y Perú.
Pero la vida le tenía deparada más sorpresas, mientras alternaba sus estudios con los entrenamientos diarios de vóley, para los que le robó horas al descanso y nunca dejó de jugar.
Pasó sin sobresaltos, varios test de evaluación hasta que la convocaron a integrar la selección argentina en su categoría y en las siguientes donde a pesar de la diferencia de números nunca dejó de sobresalir con su juego que fue solidificando con los partidos cada vez más exigentes.
Entonces, se fue haciendo más frecuente las convocatorias para jugar con la celeste y blanca de la selección nacional. Fue común que recorriera los 1.800 kilómetros desde Jujuy hasta la concentración en el Cenard de Buenos Aires.
Lejos de amedrentarla esta contingencia y el cansancio que ello implica, conformó a los técnicos nacionales y se ganó con justicia un lugar en el equipo argentino.
Asi llegaron sus participaciones en campeonatos internacionales disputados en diferentes países del continente.
Pero, todavía tenía más sueños por cumplir, fue nominada para integrar el seleccionado Sub 18 y en 2013 viajó hasta Nakhon Ratchasima (Tailandia) para jugar el campeonato Mundial.
Pero, como si fuera un sueño interminable, este año literalmente tocó el cielo con las manos, al participar en los Juegos Olímpicos de la Juventud realizados en Nanjing (China).
En esta cita internacional Camila Hiruela formó dupla con Irene Verasio de Santa Fe, la patriada fue dura porque enfrentaron a equipos considerados potencia en el Beach vóley.
Pero jugando con el corazón y una garra digna de destacar, fueron dejando rivales en el camino para sorpresa de propios y extraños. Entonces, la prensa especializada puso sus ojos en la jujeña y a impregnar de comentarios elogiosos porque con un juego cada vez más sólido, accedieron a disputar los cuartos de final.
Partido que a pesar de dejar hasta la última gota de sacrificio y entrega, no pudieron sortear a la dupla brasileña y se quedaron con un honroso quinto puesto y la satisfacción de haber llegado hasta una ubicación que no figuraba en los planes de nadie, sólo en el de ellas que íntimamente se habían juramentado llegar lo más lejos posible.
Con 17 años, Camila Hiruela reafirmó la máxima de los deportistas que anhelan llegar a la alta competencia, "si quieres ser campeón, entrena como campeón" y como prueba ella misma que desde la Sociedad Española llegó hasta China.