Además de celebrarse ayer la peregrinación y bendición de perros, el sábado pasado el barrio 7 de Octubre de Río Blanco festejó sus fiestas patronales en honor a San Roque con una procesión a través de las cuatro manzanas del sector.
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Además de celebrarse ayer la peregrinación y bendición de perros, el sábado pasado el barrio 7 de Octubre de Río Blanco festejó sus fiestas patronales en honor a San Roque con una procesión a través de las cuatro manzanas del sector.
Si bien el barrio posee un nombre que remite a la fiesta central en honor a la Virgen de Río Blanco, el padre Héctor Barrera explicó que San Roque es el patrono del barrio. La historia se basa en que cerca del siglo XVI hubo un brote de paludismo luego de que los aborígenes acudieran a la Virgen para cesar con los conflictos territoriales. Los originarios recurrieron a San Roque, patrono de los enfermos, para que interceda ante Dios y así la enfermedad deje de diezmar a la población. Mónica Durán, vecina y servidora del Santuario, indicó que esta historia es trasladada por los primeros vecinos del barrio, que se constituyó como tal cuando empezaron a crearse en Río Blanco las fincas de los hacendados de capital. Actualmente 7 de Octubre posee cuatro manzanas, una de sus cuadras lleva el nombre del santo, y todos los vecinos conocen los antecedentes históricos del poblado y es por eso que honran a San Roque, al igual que a la Virgen de Río Blanco y Paypaya. Los vecinos recordaron que era una costumbre que cada 18 de agosto muchos se acerquen a tomar del agua del "ojito de San Roque", ubicado en el predio del Santuario. En este sentido Durán expresó que sería un gran avance para el barrio que las autoridades puedan desviar un acueducto, debido a que es un factor que muchos consideran contaminante para "el ojito".