La búsqueda de los familiares de Pamela Laime, desaparecida hace 14 años en Tucumán, llegó a su fin cuando la Justicia confirmó que los restos encontrados en un cementerio corresponden a esta adolescente que fue asesinada y sepultada en una fosa común, ya que el cuerpo nunca había sido identificado.
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La búsqueda de los familiares de Pamela Laime, desaparecida hace 14 años en Tucumán, llegó a su fin cuando la Justicia confirmó que los restos encontrados en un cementerio corresponden a esta adolescente que fue asesinada y sepultada en una fosa común, ya que el cuerpo nunca había sido identificado.
Hace poco más de un mes, personal de la Policía Científica halló un cráneo en la fosa 6 del cementerio del Norte de la capital tucumana que podía pertenecer a Pamela (17), oriunda de la localidad de Gobernador Garmendia, quien había sido vista por última vez en el 2000.
“Estuvimos en la oficina de la fiscal Adriana Gianonni y nos comentó que le llegaron informes de Buenos Aires diciendo que ha dado positivo la prueba de ADN sobre el cráneo encontrado”, confirmó Ramón Laime, hermano de la víctima.
El hermano de la joven insistió en que la investigación debe seguir aunque hayan pasado “catorce años y es difícil encontrar algún culpable o alguna prueba”.
Por su parte la madre de Pamela, Marcela Saldaño, tras conocer la noticia, señaló: “Siento tranquilidad por un lado y bronca e impotencia por el otro porque tenía la esperanza de encontrar a mi hija con vida, pero se dio esto y ahora quiero que caiga toda la responsabilidad de la ley sobre los responsables”.
El caso comenzó a descubrirse a partir de una nota publicada por el diario tucumano La Gaceta, donde la madre de Pamela recordaba el caso con una foto de esa época.
El comisario retirado Marcial Escobar leyó la nota, le llamó la atención el retrato de la joven y buscó entre sus archivos tres fotos que habían tomado en Ticucho, el 19 de octubre de 2000, cuando hallaron el cadáver de una muchacha a la que no pudieron identificar.
Según Escobar, el día que hallaron el cuerpo no había ninguna denuncia de desaparición de persona y el cuerpo quedó en la morgue judicial. Debido al parecido entre la joven hallada y la de la foto del diario, el comisario se presentó ante la Fiscalía de Giannoni y a partir de ese momento se inició la búsqueda del cuerpo para realizar los estudios que lograran identificarlo.
Pamela desapareció el 18 de octubre de 2000 cuando tomó un colectivo en Garmendia y se dirigió a su lugar de trabajo de niñera en la capital provincial. La joven nunca llegó a destino y, desde entonces, su madre no dejó de buscarla, pero durante 14 años no tuvo noticias.