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Rock en estado puro junto a La 25 en los galpones

Sabado, 30 de agosto de 2014 00:00
LA 25 ESTUVO NUEVAMENTE EN JUJUY, TOCANDO EN LOS GALPONES RECUPERADOS 

Con las luces vivas de un show lleno de canciones hasta el hartazgo, La 25 hizo gala de su disco Origen y lo mostró vibrando a puro rock en los galpones recuperados.

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Con las luces vivas de un show lleno de canciones hasta el hartazgo, La 25 hizo gala de su disco Origen y lo mostró vibrando a puro rock en los galpones recuperados.

Liderados por Junior, los músicos dejaron todo el talento y la mística de 18 años de carrera sobre el escenario jujeño.

Desde antes que los sonidos se escucharan, se disparaban rayos verdes, azules y violetas para crear el clima ideal en el que la masa de público joven se moviera como una sola y la efervescencia se comenzara a gestar.

Las banderas y los cantitos al ritmo de viejas canciones hacían de consuelo musical propagado a viva voz entre todos.

Hasta que las sombras se distinguieron entre el humo artificial y, como salidos de algún lugar, se vieron venir a aquellos "Pibes de la 25" que se reunieron por primera vez allá por el ´96 para tocar más de mil canciones y no dejar de hacerlo hasta hoy.

Se despertaron las guitarras y comenzaron a nacer los temas desde una fila prolija que abarcó todo el frente del escenario, donde se acomodaron los genios que desde Quilmes llegaron. Todo estaba listo para que la fiesta y el alma de barrio, sean vividas en primera persona.

Entonces "El vecindario" se apoderó de un clima que ya tenía colapsados a los galpones de avenida Urquiza desde hacía rato. Entonces los músicos, que vienen rodando escenarios desde hace 18 años atrás, se preparaban para desplegar magia desde el centro mismo de la escena.

Ya se escuchaban los acordes finales de aquella primera canción, cuando las voces estallaron y se volvieron un solo canto. Y el coro de "No sé muy si buscarte o escapar, si me esperas o te vas" se sentía mixturado con una armónica incansable que marcaba el paso incansable de unas guitarras bien rítmicas y a todo volumen.

Los sonidos fueron únicos. Y la alegría del reencuentro con la gente aún más. Y eso lo destacó Junior desde su voz gravemente reconocible. Con un "Bienvenidos al Origen" gritado a todo corazón y a los cuatro vientos, emergía la voz cantante de quien se convertiría en el anfitrión supremo del show.

Los aplausos y el canto colectivo eran calidez en medio del frío de la noche. Y las composiciones empezaron a brotar de los chicos rockeros que portaban la bandera de la rebeldía absoluta. Encendieron la medianoche con la canción que más sonaba a plegaria. Y así "Cruz de sal" llegaba para ser presentada como un himno ante Dios, pidiendo para no seguir sin razón y alejarse de un amor, acaso sería el remedio hecho música para curarse las heridas del corazón.

Con un solo de guitarra para llevarse en la retina, pero sobre todo en el alma, se despidieron los muchachitos de negro que decidieron volver a evocar su barrio. Ese barrio tan querido y que para ellos significa tanto. Todo.

Llegó así "Calles sin nombres"y la descripción inmortal de las andanzas en pasillos largos y de gente corriendo, se pintaban en este tema que escondía noches de historias perdidas y desencuentros de esos, tan comunes, bajo la luz nocturna. Más tarde, en el mismo lugar, el "Dame más" característico fue saltitos y pogos que no paraban de surgir entre el público que tampoco dejaba de ser un marco de brillo desbordante a medida que avanzaban las horas. A estas alturas, el viaje por la carretera hecho canción era un hecho que luego todos aplaudían.

Otra vez, el "Barrio viejo"fue homenaje a su lugar. Una poesía al pasado que siempre se recordará, a los amigos que ya no están y ese sentir tan anhelado en busca volver a la raíz, al origen.

Con rayos rojos y una guitarra poderosamente increíble, "Solo voy"sacudió los galpones. Y de nuevo, los caminos y la calle, lo solitario de un ser común, ser un caminante de la vida era lo único necesario para ser feliz. Luego Junior volvería al sentimiento en "Mil canciones" y los buenos deseos eran recitados por muchas voces que revolvían otra vez en el pasado esperando el devenir de las historias nuevas, que serán historias buenas. Es así que otras canciones, se mezclaron hasta llegar al final con "Chica del suburbano" y el recuerdo de un amor perdido que nunca se olvidará. Toda una declaración de amor con espíritu rock que fue un broche de oro para la presentación de una de las bandas del género más influyentes del país.

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