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Trabajadores solidarios

Jueves, 18 de septiembre de 2014 00:00
<p>DIGNO DE IMITAR/ EL GESTO DE LOS TRABAJADORES QUE BECARON A NIÑOS DE TILCARA.</p>

TILCARA (Corresponsal). Son empleados de la Universidad de Buenos Aires afiliados al sindicato de no docentes, Apuba.

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TILCARA (Corresponsal). Son empleados de la Universidad de Buenos Aires afiliados al sindicato de no docentes, Apuba.

Todos ellos pertenecen laboralmente a las dependencias que la Facultad de Filosofía y Letras tiene en la localidad de Tilcara, y como en tantas otras oficinas públicas se juntaron para hace una vaquita que, esta vez, no fue para un asado ni para las bebidas sino para becar a estudiantes de la región.

Son seis becas de mil pesos cada una, cuyos beneficiarios fueron seleccionados por sus propios docentes en base a la dedicación pero también al esfuerzo que deben hacer por sus circunstancias personales.

El lunes por la mañana fueron entregadas las becas en la parte trasera del Museo de Arqueología.

Noel Montoya, uno de los delegados sindicales, explicó que "ésta es otra iniciativa del personal. Nosotros venimos colaborando con distintas instituciones del pueblo y en esta oportunidad, la educativa. En enero realizamos el Festival Solidario para el Hogar de Ancianos y el Hospital Salvador Maza, cosa que venimos haciendo desde hace 12 eneros".

Montoya agregó que "gracias a Dios hoy pudimos concretar otra iniciativa. Los chicos son de las escuelas Sarmiento y Normal, del pueblo de Tilcara, y las de Juella, Perchel, La Banda y Huichairas. Nosotros transmitimos la inquietud a los directivos de las escuelas y ellos nos sugirieron los nombres. Los fondos surgen del aporte solidario del personal no docente".

La cruzada

Pablo Gutkin es otro de los delegados del Instituto Interdisciplinario Tilcara. “Los compañeros venían pensando en cómo intervenir en la realidad de los chicos”, subrayó.

“No quisimos quedarnos de brazos cruzados y se hizo una colecta solidaria con el apoyo del gremio, y con esa vaquita generamos un fondo para estas becas", recordó más adelante.

Aclaró también que "no quisimos que fuera al mejor promedio porque la idea era apuntar a la necesidad económica. A veces es tan meritorio el chico que se saca un 7 pero que camina 4 o 5 kilómetros todas las mañanas para ir a la escuela".