¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

17°
28 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Los copleros se reunieron en la bella ciudad de Purmamarca

Domingo, 11 de enero de 2015 00:00

Por distintos caminos recorridos pero hacia un solo destino, los copleros de la provincia y de otros puntos del país llegaron cerca del mediodía al pueblo más colorido de la Quebrada para compartir una nueva edición del Festival de la Copla.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Por distintos caminos recorridos pero hacia un solo destino, los copleros de la provincia y de otros puntos del país llegaron cerca del mediodía al pueblo más colorido de la Quebrada para compartir una nueva edición del Festival de la Copla.

La plaza 9 de Julio fue el escenario del 32º "Encuentro de Copleros" donde la copleada comenzó luego de los cálidos abrazos de los participantes que de a poco fueron llegando y sumándose a las primeras ruedas de canto.

Alegres de volverse a ver, se saludaron afectuosamente, no sólo con besos y apretones de mano, sino con la forma que ellos mejor saben hacer. Los versos de las coplas empezaron a surgir de sus corazones para darse entre ellos mismos la bienvenida.

“Aquí estoy porque he venido, porque he venido aquí estoy, si no les gusta mi modo como he venido me voy”, cantaba una de las viejas copleras con una sonrisa picaresca y lenta tonada.

Desde las primeras horas de la mañana arribaron desde Humahuaca, Santa Catalina, Abra Pampa, Iruya, Juella, Tilcara, Tumbaya, Volcán, Bárcena, Palpalá, San Salvador y de otras provincias como Salta, Tucumán, Buenos Aires y de muchos otros lugares más, todos para unirse en un mismo encuentro, que cada año los convoca en el pueblo de Purmamarca.

Luego de congregarse en la plaza, los copleros partieron hacia el predio del Club Atlético "Santa Rosa", al ritmo de las cajas y los erkes y bajo un sol radiante que le dio el marco perfecto a la jornada.

Una vez que llegaron, los copleros pudieron descansar y compartir un almuerzo ofrecido por los organizadores y por los vecinos que colaboraron gentilmente. Se refrescaron con un vaso de chicha y se dispusieron a cantar nuevamente desde las 2 de la tarde hasta el anochecer.

Las ruedas se armaron en un instante, sin importar la edad, el lugar, o la vestimenta, todos se unieron para expresar los versos de la copla que salían desde sus corazones y venían a la memoria. Como decía el coplero Lobo Lozano “las coplas cuentan lo que uno vive, lo que a uno le pasa en su vida cotidiana”, así que los copleros contaron mediante los mejores versos sobre sus animales, las siembras y cosechas.

También expresan lo que sienten en el alma, entonces muchos cantaron coplas de amor: “Vámonos vidita mía, vámonos los dos juntitos, en La Falda, en la Quebrada, hagamos nuestro nidito”, pero tampoco faltaron las de pena y desamor y en uno de los costados una coplera de Juella cantó: “Voy a formar un castillo, arriba de un alfiler, que ha de tener más firmeza que el que tuvo tu querer”. De esa manera los copleros, lugareños y visitantes disfrutaron toda la tarde de una de las expresiones más genuinas de la cultura de Purmamarca, el canto de la copla. Y cerca de las 23 la mayoría partió para regresar a sus hogares.