Alrededor de veinte mil niños adoraron ante el pesebre de la iglesia Catedral en la XIV edición del Encuentro Provincial de Pesebres que tuvo por primera vez sede en esta capital jujeña. Con gran energía y entusiasmo los cien grupos de adoradores desplegaron sus coreografías y dedicaron un villancico al Niño Jesús.
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Alrededor de veinte mil niños adoraron ante el pesebre de la iglesia Catedral en la XIV edición del Encuentro Provincial de Pesebres que tuvo por primera vez sede en esta capital jujeña. Con gran energía y entusiasmo los cien grupos de adoradores desplegaron sus coreografías y dedicaron un villancico al Niño Jesús.
La tarde soleada y calurosa les garantizó a los miles de niños concretar el encuentro, que por primera vez se realizaba en la capital jujeña. “No es un concurso sino es un encuentro donde lo que pretendemos como objetivo es que las familias puedan seguir conservando la tradición de la adoración de los misachicos, donde los padres les van pasando y transmitiendo el amor de la adoración en los cánticos y los trenzados, y toda la coreografía que van realizando todos los años los chicos”, precisó el presbítero Manuel Alfaro, párroco de la iglesia Catedral.
El encuentro surgió en la localidad de El Carmen hace 14 años, donde dirigía la parroquia el sacerdote, y hasta el año pasado se realizó en Palpalá. Actualmente se decidió hacer en esta capital debido a que el presbítero fue trasladado a la Catedral Basílica, por lo que se prevé que las próximas ediciones tengan la misma sede.
El encuentro fue ameno y a medida que se recibían a los pesebres se destacaba una breve historia del grupo, y luego de que ofrecieran su adoración y entonaran el villancico, encabezado por tres niños al micrófono, el padre Manuel Alfaro entregaba un reconocimiento a sus referentes.
Luego desde la animación y conducción se invitaba a cada grupo a pasar a los salones de la Catedral para disfrutar de un refrigerio, que era bien recibido por los niños y jóvenes a juzgar por las horas de espera en virtud de la cantidad de participantes al encuentro y el calor de la tarde. Se los recibía con jugo, golosinas, panchos, algo por lo que el padre Alfaro agradeció ya que para ello hubo colaboración de gente y comercios que donaron productos sumados al aporte de la Iglesia.
“El objetivo es el encuentro, ellos mismos quieren encontrarse, visitarse. Vienen pesebres de Mina Aguilar, Humahuaca y el Ramal, se encuentran todos los años y es una fiesta para los chicos y las familias también”, finalizó.