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La víctima fue enterrada con vida debajo de un pelotero | Buenos Aires, autopsia, cadáver, Villa Elisa, pelotero

Domingo, 25 de octubre de 2015 01:30
MACABRO / EL CUERPO SE HALLABA A 30 CENTÍMETROS DE PROFUNDIDAD. SIN SABER ESTO, LOS NIÑOS JUGABAN EN EL PELOTERO.
La autopsia realizada sobre el cadáver de la mujer que fue presuntamente asesinada por su marido en la localidad platense de Villa Elisa determinó que ésta fue enterrada con vida en el patio de la vivienda debajo de un pelotero en el que jugaban sus hijos.
El fiscal del Departamento Judicial La Plata que instruye la causa, Marcelo Romero, explicó ayer a Télam que "se hizo la autopsia en la mañana y el informe preliminar determinó que la causa de muerte fue por síndrome asfíctico por sofocación".
Romero precisó que la víctima, Sonia Morel Escurra (25), "tenía un corte en la frente de tres centímetros y un hematoma en el maxilar izquierdo" y añadió que "aparentemente, (el asesino) la desmayó de un puñetazo".
"Pero ambas lesiones no son mortales, no son causal de muerte. Escurra murió porque el asesino la enterró viva", detalló y con respecto a la data de la muerte, afirmó que la mujer fue asesinada "hace más de un mes".
El informe preliminar de autopsia, suscrito por los doctores Andrés Lamotta, Andrea Scaroni y Natalia Alpaca, integrantes del Cuerpo Médico Forense Departamental La Plata, explicita que "el cuerpo no presenta lesiones contuso cortantes; sólo un corte superficial en la parte superior de la frente de 3 cm de longitud y un gran hematoma en la parte izquierda de la cara, a la altura del maxilar, no siendo causales del deceso ni la herida ni el golpe".
Para arribar a una conclusión definitiva sobre las causas de la muerte de Escurra, se remitieron diversas muestras para efectuar peritajes complementarios de patología y toxicología forenses.
Por el hecho, el juez de Garantías platense Pablo Raele dispuso la detención del esposo de la víctima, Oscar Abramo (39), quien quedó acusado del delito de "homicidio doblemente calificado por el vínculo y violencia de género", que prevé una pena de prisión perpetua.
El homicidio de Escurra, de nacionalidad paraguaya, fue descubierto el miércoles pasado por la Policía Bonaerense en un terreno en el que se encuentran varias viviendas precarias de La Plata.
La pareja se había ido a vivir a ese terreno hace unos cinco meses con las tres hijas de 2, 4 y 6 años de una pareja anterior de Escurra, cuando la mujer estaba embarazada de Abramo.
Sin embargo, hacía tres meses que nadie la veía en la zona y su pareja decía a los vecinos que se había ido de viaje a Paraguay y le había dejado a las chicas y a su bebé, ya de cuatro meses, a su cuidado.
Fue un familiar del homicida que compartía parte del terreno quien sospechó que algo extraño ocurría y realizó una denuncia a la línea de emergencias 911.
Era Día de la Madre
Una versión indica que hubo una discusión el último domingo, Día de la Madre, cuando Abramo se alcoholizó, discutió con sus familiares y hasta se enfrentó a trompadas, por lo que fue echado del lugar.
En esa pelea el hombre confesó no sólo que había asesinado a su pareja sino que la había enterrado en el terreno que comparten varias viviendas precarias.
Con esos datos, personal de Bomberos y de Policía Científica se dirigió al lugar y bajo las órdenes del fiscal Romero descubrieron que debajo del pelotero donde jugaban los niños había tierra removida.
A partir de allí, se iniciaron las tareas de excavación y detectaron que a unos 30 centímetros de profundidad de encontraba el cadáver de la mujer.

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La autopsia realizada sobre el cadáver de la mujer que fue presuntamente asesinada por su marido en la localidad platense de Villa Elisa determinó que ésta fue enterrada con vida en el patio de la vivienda debajo de un pelotero en el que jugaban sus hijos.
El fiscal del Departamento Judicial La Plata que instruye la causa, Marcelo Romero, explicó ayer a Télam que "se hizo la autopsia en la mañana y el informe preliminar determinó que la causa de muerte fue por síndrome asfíctico por sofocación".
Romero precisó que la víctima, Sonia Morel Escurra (25), "tenía un corte en la frente de tres centímetros y un hematoma en el maxilar izquierdo" y añadió que "aparentemente, (el asesino) la desmayó de un puñetazo".
"Pero ambas lesiones no son mortales, no son causal de muerte. Escurra murió porque el asesino la enterró viva", detalló y con respecto a la data de la muerte, afirmó que la mujer fue asesinada "hace más de un mes".
El informe preliminar de autopsia, suscrito por los doctores Andrés Lamotta, Andrea Scaroni y Natalia Alpaca, integrantes del Cuerpo Médico Forense Departamental La Plata, explicita que "el cuerpo no presenta lesiones contuso cortantes; sólo un corte superficial en la parte superior de la frente de 3 cm de longitud y un gran hematoma en la parte izquierda de la cara, a la altura del maxilar, no siendo causales del deceso ni la herida ni el golpe".
Para arribar a una conclusión definitiva sobre las causas de la muerte de Escurra, se remitieron diversas muestras para efectuar peritajes complementarios de patología y toxicología forenses.
Por el hecho, el juez de Garantías platense Pablo Raele dispuso la detención del esposo de la víctima, Oscar Abramo (39), quien quedó acusado del delito de "homicidio doblemente calificado por el vínculo y violencia de género", que prevé una pena de prisión perpetua.
El homicidio de Escurra, de nacionalidad paraguaya, fue descubierto el miércoles pasado por la Policía Bonaerense en un terreno en el que se encuentran varias viviendas precarias de La Plata.
La pareja se había ido a vivir a ese terreno hace unos cinco meses con las tres hijas de 2, 4 y 6 años de una pareja anterior de Escurra, cuando la mujer estaba embarazada de Abramo.
Sin embargo, hacía tres meses que nadie la veía en la zona y su pareja decía a los vecinos que se había ido de viaje a Paraguay y le había dejado a las chicas y a su bebé, ya de cuatro meses, a su cuidado.
Fue un familiar del homicida que compartía parte del terreno quien sospechó que algo extraño ocurría y realizó una denuncia a la línea de emergencias 911.
Era Día de la Madre
Una versión indica que hubo una discusión el último domingo, Día de la Madre, cuando Abramo se alcoholizó, discutió con sus familiares y hasta se enfrentó a trompadas, por lo que fue echado del lugar.
En esa pelea el hombre confesó no sólo que había asesinado a su pareja sino que la había enterrado en el terreno que comparten varias viviendas precarias.
Con esos datos, personal de Bomberos y de Policía Científica se dirigió al lugar y bajo las órdenes del fiscal Romero descubrieron que debajo del pelotero donde jugaban los niños había tierra removida.
A partir de allí, se iniciaron las tareas de excavación y detectaron que a unos 30 centímetros de profundidad de encontraba el cadáver de la mujer.

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