En una nueva audiencia del juicio oral y público que se le sigue a Jorge Luis Dávila, acusado del asesinato de Edgardo Gustavo Herrera, se llevó a cabo una inspección ocular en distintos sectores de la ciudad de Perico, lugares donde la víctima estuvo antes de ser asesinada.
En la sede de Unidad Regional 6 se reunieron las partes intervinientes junto al Tribunal enjuiciador, para acordar cómo fue el recorrido que Dávila y Herrera realizaron en motocicleta antes de ingresar a una reunión festiva en el barrio La Esperanza, y los lugares donde permanecieron tras retirarse de ese lugar.
La pareja asistió a la fiesta alrededor de las 13.30 del "martes de chaya" del 16 de febrero de 2010, acompañada de Ariel Iraula, amigo de Herrera y de manifiesta poca relación con Dávila. Y luego se retiró sola alrededor de las 18.30.
Por otra parte quedó constatado que desde la vivienda del barrio La Esperanza hasta el domicilio de Dávila en el barrio San Roque, no es necesario pasar por el predio detrás del hospital "Arturo Zabala", por donde corre un canal de riego conocido como "el canal de la muerte", inmediaciones donde fue hallado el cadáver de Herrera, su camisa en otro sector y la motocicleta en otro.
Los integrantes del Tribunal en lo Criminal Nº 3 y las partes además estuvieron en lugar donde supuestamente ocurrieron los hechos, con una geografía totalmente distinta a la de hace cinco años atrás, acompañados de un efectivo policial que intervino en primera instancia en las investigaciones.
Se trata de un puente de cemento que une la prolongación de la calle Mariano Moreno con un camino de tierra, que por ese entonces era un camino interno de una conocida finca que desemboca en la playa del río Perico. Allí Herrera habría sido violentamente atacado a golpes que le provocaron la muerte y luego fue arrastrado y arrojado al canal.
La próxima audiencia tendrá lugar el próximo martes 3 de noviembre, donde el Tribunal dará a conocer una serie de medidas que surgieron luego de la inspección ocular.
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En una nueva audiencia del juicio oral y público que se le sigue a Jorge Luis Dávila, acusado del asesinato de Edgardo Gustavo Herrera, se llevó a cabo una inspección ocular en distintos sectores de la ciudad de Perico, lugares donde la víctima estuvo antes de ser asesinada.
En la sede de Unidad Regional 6 se reunieron las partes intervinientes junto al Tribunal enjuiciador, para acordar cómo fue el recorrido que Dávila y Herrera realizaron en motocicleta antes de ingresar a una reunión festiva en el barrio La Esperanza, y los lugares donde permanecieron tras retirarse de ese lugar.
La pareja asistió a la fiesta alrededor de las 13.30 del "martes de chaya" del 16 de febrero de 2010, acompañada de Ariel Iraula, amigo de Herrera y de manifiesta poca relación con Dávila. Y luego se retiró sola alrededor de las 18.30.
Por otra parte quedó constatado que desde la vivienda del barrio La Esperanza hasta el domicilio de Dávila en el barrio San Roque, no es necesario pasar por el predio detrás del hospital "Arturo Zabala", por donde corre un canal de riego conocido como "el canal de la muerte", inmediaciones donde fue hallado el cadáver de Herrera, su camisa en otro sector y la motocicleta en otro.
Los integrantes del Tribunal en lo Criminal Nº 3 y las partes además estuvieron en lugar donde supuestamente ocurrieron los hechos, con una geografía totalmente distinta a la de hace cinco años atrás, acompañados de un efectivo policial que intervino en primera instancia en las investigaciones.
Se trata de un puente de cemento que une la prolongación de la calle Mariano Moreno con un camino de tierra, que por ese entonces era un camino interno de una conocida finca que desemboca en la playa del río Perico. Allí Herrera habría sido violentamente atacado a golpes que le provocaron la muerte y luego fue arrastrado y arrojado al canal.
La próxima audiencia tendrá lugar el próximo martes 3 de noviembre, donde el Tribunal dará a conocer una serie de medidas que surgieron luego de la inspección ocular.