Los porteños y turistas que transitaron ayer por la avenida 9 de Julio se reencontraron con una imagen usual en la geografía de la ciudad, al ver
el Obelisco nuevamente con su cúpula, luego de dos semanas de permanecer decapitado.
La imagen del icónico monumento de la ciudad con su parte superior intacta resultó un alivio para quienes extrañaban verlo con su figura original.
Una enorme grúa quitó en la mañana de ayer el capuchón que desde el pasado 20 de septiembre cubrió la punta del Obelisco.
Se trató de una intervención del artista argentino
Leandro Erlich, especialista en el artificio visual y conocido por sus instalaciones.
La intervención se completó con una réplica de la punta del Obelisco que se exhibe en la vereda del
Malba.
Los porteños y turistas que transitaron ayer por la avenida 9 de Julio se reencontraron con una imagen usual en la geografía de la ciudad, al ver
el Obelisco nuevamente con su cúpula, luego de dos semanas de permanecer decapitado.
La imagen del icónico monumento de la ciudad con su parte superior intacta resultó un alivio para quienes extrañaban verlo con su figura original.
Una enorme grúa quitó en la mañana de ayer el capuchón que desde el pasado 20 de septiembre cubrió la punta del Obelisco.
Se trató de una intervención del artista argentino
Leandro Erlich, especialista en el artificio visual y conocido por sus instalaciones.
La intervención se completó con una réplica de la punta del Obelisco que se exhibe en la vereda del
Malba.