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Nueva Chicago ganó, pero igual perdió la categoría

Martes, 10 de noviembre de 2015 01:30
GANÓ, PERO NO ALCANZÓ / NUEVA CHICAGO VENCIÓ A QUILMES E IGUAL DESCENDIÓ A LA B NACIONAL.
Nueva Chicago descendió ayer a la B Nacional pese a vencer a Quilmes por 2-1, de local, en un partido por la 30ma. y última fecha del torneo de fútbol de Primera División.
Los goles del equipo que dirige Rubén Forestello, que ganó los últimos cinco encuentros que jugó, los anotaron Alejandro Gagliardi y Mauricio Carrasco; en tanto que para el conjunto sureño, que sufrió la expulsión de Mariano Uglessich, marcó Rodrigo Braña.
Chicago, que regresó a la B Nacional tras una temporada en Primera, finalizó con 29 unidades; una menos que Temperley y Huracán, que se aseguraron la permanencia con los empates de ante Argentinos Juniors y Belgrano de Córdoba, respectivamente, y Sarmiento de Junín, que ya lo había hecho hace varias jornadas atrás; en tanto que Quilmes finalizó en el 11mo. lugar del torneo con 45 puntos y jugará la Liguilla Pre-Sudamericana.
Más allá del descenso, los hinchas del conjunto de Mataderos, que le dieron un marco imponente a su estadio, desataron una fiesta en el comienzo del segundo tiempo (el partido estuvo detenido siete minutos por los juegos artificiales) y la continuaron desde el segundo gol hasta el pitazo final del árbitro Sergio Pezzotta. Pero antes hubo un cotejo y en el inicio del encuentro mostró a un Chicago, que jugó con un 4-3-3, nervioso, algo impreciso, pero obsesionado con el arco rival.
Así, en ese lapso, Quilmes, que apostó por un 4-3-1-2 flexible, fue levemente superior, al menos en el manejo de la pelota.
Sin embargo fue el equipo de Mataderos el que se puso en ventaja, a los 9 minutos, con el gol de cabeza de Gagliardi. A partir de ese momento Chicago se adueñó de campo y balón, ganó en juego e intensidad, y hasta generó las chances más claras, pero no las tradujo en el marcador, pese a la endeblez defensiva de su adversario. Entonces, sobre los 40 minutos, una linda jugada de Alexis Canelo derivó en el gol de Braña, cuando Quilmes jugaba con diez jugadores por la expulsión de Uglessich. El segundo tiempo tuvo un desarrollo parejo, aunque Chicago fue un poco más profundo: primero Sebastián Grazzini exigió a Walter Benítez y luego Carrasco (en posición adelantada) puso el 2-1. sí el equipo de Forestello hizo lo que debía, ganar, pero no recibió la ayuda ni de Belgrano (1-1 ante Huracán) ni de Argentinos (0-0 frente a Temperley) y finalmente se fue al descenso.
Otra gran polémica
Independiente le ganó la noche del domingo a Vélez Sarsfield por 1 a 0 con un polémico penal sancionado por el árbitro Ariel Penel sobre la hora que fue convertido por el arquero Diego Rodríguez, quien había sido silbado por los parciales del conjunto de Avellaneda durante todo el encuentro correspondiente a la última fecha del torneo de Primera División. La jugada del penal fue un pelotazo en el rostro del volante velezano Leandro Desábato que el juez consideró que golpeó en los brazos del mediocampista.
Pese a la victoria final, el partido para Independiente fue una prolongación de los últimos compromisos ya que pareció haber perdido la memoria, se mostró nuevamente sin ideas, lejos del nivel que exhibiera desde la llegada de Mauricio Pellegrino como entrenador y fue el mismo de los dos partidos por la Sudamericana ante Independiente Santa Fe de Colombia y con Aldosivi por el torneo local.
De todos modos, fue de los dos el que más inquietó y manejó la pelota pero sin profundidad e ideas, lo cual provocó el malestar de sus parciales, que silbaron durante gran parte del partido, especialmente al arquero Diego Rodríguez, con quien parece que se rompió la confianza luego de las últimas flojas actuaciones.
Vélez, que contó con la despedida de Miguel Angel Russo como entrenador, ya que será reemplazado por Cristian Bassedas, jugó con muchos juveniles y plasmó en el campo su flojo presente.
El “rojo” fue algo más, pero recién el cierre pudo ganar con polémica.

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Nueva Chicago descendió ayer a la B Nacional pese a vencer a Quilmes por 2-1, de local, en un partido por la 30ma. y última fecha del torneo de fútbol de Primera División.
Los goles del equipo que dirige Rubén Forestello, que ganó los últimos cinco encuentros que jugó, los anotaron Alejandro Gagliardi y Mauricio Carrasco; en tanto que para el conjunto sureño, que sufrió la expulsión de Mariano Uglessich, marcó Rodrigo Braña.
Chicago, que regresó a la B Nacional tras una temporada en Primera, finalizó con 29 unidades; una menos que Temperley y Huracán, que se aseguraron la permanencia con los empates de ante Argentinos Juniors y Belgrano de Córdoba, respectivamente, y Sarmiento de Junín, que ya lo había hecho hace varias jornadas atrás; en tanto que Quilmes finalizó en el 11mo. lugar del torneo con 45 puntos y jugará la Liguilla Pre-Sudamericana.
Más allá del descenso, los hinchas del conjunto de Mataderos, que le dieron un marco imponente a su estadio, desataron una fiesta en el comienzo del segundo tiempo (el partido estuvo detenido siete minutos por los juegos artificiales) y la continuaron desde el segundo gol hasta el pitazo final del árbitro Sergio Pezzotta. Pero antes hubo un cotejo y en el inicio del encuentro mostró a un Chicago, que jugó con un 4-3-3, nervioso, algo impreciso, pero obsesionado con el arco rival.
Así, en ese lapso, Quilmes, que apostó por un 4-3-1-2 flexible, fue levemente superior, al menos en el manejo de la pelota.
Sin embargo fue el equipo de Mataderos el que se puso en ventaja, a los 9 minutos, con el gol de cabeza de Gagliardi. A partir de ese momento Chicago se adueñó de campo y balón, ganó en juego e intensidad, y hasta generó las chances más claras, pero no las tradujo en el marcador, pese a la endeblez defensiva de su adversario. Entonces, sobre los 40 minutos, una linda jugada de Alexis Canelo derivó en el gol de Braña, cuando Quilmes jugaba con diez jugadores por la expulsión de Uglessich. El segundo tiempo tuvo un desarrollo parejo, aunque Chicago fue un poco más profundo: primero Sebastián Grazzini exigió a Walter Benítez y luego Carrasco (en posición adelantada) puso el 2-1. sí el equipo de Forestello hizo lo que debía, ganar, pero no recibió la ayuda ni de Belgrano (1-1 ante Huracán) ni de Argentinos (0-0 frente a Temperley) y finalmente se fue al descenso.
Otra gran polémica
Independiente le ganó la noche del domingo a Vélez Sarsfield por 1 a 0 con un polémico penal sancionado por el árbitro Ariel Penel sobre la hora que fue convertido por el arquero Diego Rodríguez, quien había sido silbado por los parciales del conjunto de Avellaneda durante todo el encuentro correspondiente a la última fecha del torneo de Primera División. La jugada del penal fue un pelotazo en el rostro del volante velezano Leandro Desábato que el juez consideró que golpeó en los brazos del mediocampista.
Pese a la victoria final, el partido para Independiente fue una prolongación de los últimos compromisos ya que pareció haber perdido la memoria, se mostró nuevamente sin ideas, lejos del nivel que exhibiera desde la llegada de Mauricio Pellegrino como entrenador y fue el mismo de los dos partidos por la Sudamericana ante Independiente Santa Fe de Colombia y con Aldosivi por el torneo local.
De todos modos, fue de los dos el que más inquietó y manejó la pelota pero sin profundidad e ideas, lo cual provocó el malestar de sus parciales, que silbaron durante gran parte del partido, especialmente al arquero Diego Rodríguez, con quien parece que se rompió la confianza luego de las últimas flojas actuaciones.
Vélez, que contó con la despedida de Miguel Angel Russo como entrenador, ya que será reemplazado por Cristian Bassedas, jugó con muchos juveniles y plasmó en el campo su flojo presente.
El “rojo” fue algo más, pero recién el cierre pudo ganar con polémica.

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