El presidente francés,
François Hollande, recibió ayer a la canciller alemana
Angela Merkel, como parte de su movilización por formar una coalición contra los yihadistas del
Estado Islámico (EI) que por ahora no está dando grandes resultados.
Pese a la unidad manifestada el martes en Washington tras los atentados del 13 de noviembre en
París, Hollande no obtuvo gran cosa de su homólogo norteamericano Barack Obama, salvo la promesa de intensificar los bombardeos estadounidenses contra el EI y los intercambios de información entre los servicios de inteligencia de los dos países.
Obama mostró sus reservas respecto a las posibilidades de cooperación con Rusia en el conflicto sirio mientras no haya un "cambio estratégico" de Vladimir Putin. Lo que torna sumamente hipotética la posibilidad de formar una gran coalición que incluya a Rusia.
Washington y París acusan a Rusia de haber concentrado sus bombardeos contra la oposición siria moderada y no contra el Estado Islámico, así como de brindar su apoyo al presidente Bashar al Asad, cuya partida reclaman ambos.
El proyecto francés de coordinar más el combate contra el EI sufrió otro revés el martes, cuando Turquía, país miembro de la Otan y que forma parte de la coalición anti-EI dirigida por Estados Unidos, derribó un avión ruso, acusándolo de haber violado el espacio aéreo turco en la frontera con Siria.
Putin, que recibirá a Hollande hoy en Moscú, calificó de "puñalada por la espalda" el incidente, durante el cual murió uno de los pilotos del avión ruso. El otro fue recuperado por el ejército sirio.
De esta manera, ayer, varios centenares de manifestantes lanzaron piedras contra la embajada de Turquía en Moscú rompiendo sus cristales, según comprobó una agencia de noticias.
Pese a todo, la diplomacia rusa parece tender la mano a las potencias occidentales, y el embajador ruso en París, Alexandre Orlov, declaró que Rusia está "dispuesta" a "constituir un Estado Mayor común" contra el grupo Estado Islámico, incluyendo a Francia, a Estados Unidos e incluso a Turquía.
El presidente francés,
François Hollande, recibió ayer a la canciller alemana
Angela Merkel, como parte de su movilización por formar una coalición contra los yihadistas del
Estado Islámico (EI) que por ahora no está dando grandes resultados.
Pese a la unidad manifestada el martes en Washington tras los atentados del 13 de noviembre en
París, Hollande no obtuvo gran cosa de su homólogo norteamericano Barack Obama, salvo la promesa de intensificar los bombardeos estadounidenses contra el EI y los intercambios de información entre los servicios de inteligencia de los dos países.
Obama mostró sus reservas respecto a las posibilidades de cooperación con Rusia en el conflicto sirio mientras no haya un "cambio estratégico" de Vladimir Putin. Lo que torna sumamente hipotética la posibilidad de formar una gran coalición que incluya a Rusia.
Washington y París acusan a Rusia de haber concentrado sus bombardeos contra la oposición siria moderada y no contra el Estado Islámico, así como de brindar su apoyo al presidente Bashar al Asad, cuya partida reclaman ambos.
El proyecto francés de coordinar más el combate contra el EI sufrió otro revés el martes, cuando Turquía, país miembro de la Otan y que forma parte de la coalición anti-EI dirigida por Estados Unidos, derribó un avión ruso, acusándolo de haber violado el espacio aéreo turco en la frontera con Siria.
Putin, que recibirá a Hollande hoy en Moscú, calificó de "puñalada por la espalda" el incidente, durante el cual murió uno de los pilotos del avión ruso. El otro fue recuperado por el ejército sirio.
De esta manera, ayer, varios centenares de manifestantes lanzaron piedras contra la embajada de Turquía en Moscú rompiendo sus cristales, según comprobó una agencia de noticias.
Pese a todo, la diplomacia rusa parece tender la mano a las potencias occidentales, y el embajador ruso en París, Alexandre Orlov, declaró que Rusia está "dispuesta" a "constituir un Estado Mayor común" contra el grupo Estado Islámico, incluyendo a Francia, a Estados Unidos e incluso a Turquía.