El adviento, tiempo litúrgico que abarca cuatro semanas de preparación para la Navidad, comenzó a vivirse ayer entre los católicos, quienes trasladaron sus coronas para ser bendecidas en las iglesias.
En la Catedral Basílica, el padre Manuel Alfaro explicó que este período es una nueva oportunidad para reflexionar y comenzar una conversión personal a poco del nacimiento de Cristo.
La Navidad de a poco se hace presente en las comunidades. Ayer en las iglesias, los sacerdotes se aprestaron a bendecir las coronas trasladadas por los fieles y también se encendieron las primeras velas de estos símbolos cristianos.
El encendido progresivo de las velas significa "la luz que termina con la oscuridad, siendo la luz: Cristo que llega a iluminar".
El párroco de la Catedral, Manuel Alfaro, indicó en este marco que serán cuatro las semanas de preparación para el nacimiento del "Salvador del mundo". Además explicó que el encendido progresivo de las velas significa "la luz que termina con la oscuridad, siendo la luz Cristo que llega a iluminar a toda la humanidad en el día de su nacimiento".
El sacerdote, que portó ayer el color morado como signo de preparación y penitencia, bendijo coronas en todos los horarios de misa y aclaró que la idea es que las familias se comprometan a rezar unidas los domingos al encender cada vela en sus hogares. Quienes no pudieron acercarse ayer con estos símbolos de preparación navideños, podrán hacerlo también los próximos domingos. Desde la Iglesia además advirtieron que se está transitando una época del año en la que la publicidad invade la vida cotidiana a poco de las fiestas, y en este marco no se debe olvidar el verdadero sentido del adviento, que es vivir este tiempo litúrgico con profundidad, con el sentido cristiano.
En el centro de la corona se debe colocar una vela blanca o cirio simbolizando a Cristo como centro de la creación y de la vida.
Significado de la corona
La corona de adviento tiene forma de círculo para recordarnos que Dios no tiene principio ni fin, reflejando su unidad y eternidad.
Su follaje verde representa que Cristo está vivo entre nosotros, recuerda también la vida de gracia, el crecimiento espiritual y la esperanza que debe cultivarse durante el adviento.
Las cuatro velas representan los cuatro domingos antes de la Navidad. Aunque el color de la vela puede ser relativo, muchos optan por velas de color rojo que simboliza el espíritu festivo de la reunión familiar.
En el centro se debe colocar una vela blanca o cirio simbolizando a Cristo como centro de la creación y de la vida.
Tiempo para meditar
El adviento está dividido en dos partes: las primeras dos semanas sirven para meditar sobre la venida final del Señor, cuando ocurra el fin del mundo; mientras que las dos siguientes sirven para reflexionar concretamente sobre el nacimiento de Jesús y su irrupción en la historia.
El 8 inicia el Año de la Misericordia
El Papa abrirá un nuevo año santo jubilar el próximo 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción de María.
Ese día comenzará a vivirse el Año de la Misericordia, instaurado por el Santo Padre y también coincidirá con el quincuagésimo aniversario de la conclusión del Concilio Ecuménico Vaticano II.
El rito inicial del jubileo es la apertura de la Puerta Santa. Se trata de una puerta que se abre solamente durante el Año Santo, mientas el resto de los años permanece sellada. Tienen una Puerta Santa las cuatro basílicas mayores de Roma: San Pedro, San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros y Santa María Mayor.
El rito de la apertura expresa simbólicamente el concepto que, durante el tiempo jubilar, se ofrece a los fieles una "vía extraordinaria" hacia la salvación.
El Papa realizará la bendición y apertura del Año de la Misericordia el martes 8 del próximo mes en Roma, mientras que en todo el mundo los obispos harán lo propio en sus diócesis días después. De acuerdo a lo estipulado, monseñor César Daniel Fernández junto a los sacerdotes de la Diócesis realizarán el ritual en nuestra ciudad el domingo 13 de diciembre a partir de las 20 en la Catedral, momento en que se bendecirá la puerta de la basílica como signo de la "puerta de la misericordia diocesana", celebración abierta a los fieles.
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El adviento, tiempo litúrgico que abarca cuatro semanas de preparación para la Navidad, comenzó a vivirse ayer entre los católicos, quienes trasladaron sus coronas para ser bendecidas en las iglesias.
En la Catedral Basílica, el padre Manuel Alfaro explicó que este período es una nueva oportunidad para reflexionar y comenzar una conversión personal a poco del nacimiento de Cristo.
La Navidad de a poco se hace presente en las comunidades. Ayer en las iglesias, los sacerdotes se aprestaron a bendecir las coronas trasladadas por los fieles y también se encendieron las primeras velas de estos símbolos cristianos.
El encendido progresivo de las velas significa "la luz que termina con la oscuridad, siendo la luz: Cristo que llega a iluminar".
El párroco de la Catedral, Manuel Alfaro, indicó en este marco que serán cuatro las semanas de preparación para el nacimiento del "Salvador del mundo". Además explicó que el encendido progresivo de las velas significa "la luz que termina con la oscuridad, siendo la luz Cristo que llega a iluminar a toda la humanidad en el día de su nacimiento".
El sacerdote, que portó ayer el color morado como signo de preparación y penitencia, bendijo coronas en todos los horarios de misa y aclaró que la idea es que las familias se comprometan a rezar unidas los domingos al encender cada vela en sus hogares. Quienes no pudieron acercarse ayer con estos símbolos de preparación navideños, podrán hacerlo también los próximos domingos. Desde la Iglesia además advirtieron que se está transitando una época del año en la que la publicidad invade la vida cotidiana a poco de las fiestas, y en este marco no se debe olvidar el verdadero sentido del adviento, que es vivir este tiempo litúrgico con profundidad, con el sentido cristiano.
En el centro de la corona se debe colocar una vela blanca o cirio simbolizando a Cristo como centro de la creación y de la vida.
Significado de la corona
La corona de adviento tiene forma de círculo para recordarnos que Dios no tiene principio ni fin, reflejando su unidad y eternidad.
Su follaje verde representa que Cristo está vivo entre nosotros, recuerda también la vida de gracia, el crecimiento espiritual y la esperanza que debe cultivarse durante el adviento.
Las cuatro velas representan los cuatro domingos antes de la Navidad. Aunque el color de la vela puede ser relativo, muchos optan por velas de color rojo que simboliza el espíritu festivo de la reunión familiar.
En el centro se debe colocar una vela blanca o cirio simbolizando a Cristo como centro de la creación y de la vida.
Tiempo para meditar
El adviento está dividido en dos partes: las primeras dos semanas sirven para meditar sobre la venida final del Señor, cuando ocurra el fin del mundo; mientras que las dos siguientes sirven para reflexionar concretamente sobre el nacimiento de Jesús y su irrupción en la historia.
El 8 inicia el Año de la Misericordia
El Papa abrirá un nuevo año santo jubilar el próximo 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción de María.
Ese día comenzará a vivirse el Año de la Misericordia, instaurado por el Santo Padre y también coincidirá con el quincuagésimo aniversario de la conclusión del Concilio Ecuménico Vaticano II.
El rito inicial del jubileo es la apertura de la Puerta Santa. Se trata de una puerta que se abre solamente durante el Año Santo, mientas el resto de los años permanece sellada. Tienen una Puerta Santa las cuatro basílicas mayores de Roma: San Pedro, San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros y Santa María Mayor.
El rito de la apertura expresa simbólicamente el concepto que, durante el tiempo jubilar, se ofrece a los fieles una "vía extraordinaria" hacia la salvación.
El Papa realizará la bendición y apertura del Año de la Misericordia el martes 8 del próximo mes en Roma, mientras que en todo el mundo los obispos harán lo propio en sus diócesis días después. De acuerdo a lo estipulado, monseñor César Daniel Fernández junto a los sacerdotes de la Diócesis realizarán el ritual en nuestra ciudad el domingo 13 de diciembre a partir de las 20 en la Catedral, momento en que se bendecirá la puerta de la basílica como signo de la "puerta de la misericordia diocesana", celebración abierta a los fieles.