La presidente Cristina Fernández de Kirchner consensuó ayer con los gobernadores oficialistas que el actual director de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip), Ricardo Echegaray, sea el próximo presidente de la Auditoria General de la Nación (AGN), durante un almuerzo que sirvió como despedida de la jefa de Estado ante los mandatarios provinciales.
Así lo reveló el gobernador saliente de Mendoza, Francisco "Paco" Pérez, uno de los mandatarios provinciales que participó del almuerzo con la jefa de Estado en la Casa Rosada, donde los únicos invitados ausentes fueron el de Salta, José Manuel Urtubey, y el de Neuquén, Jorge Sapag.
El funcionario nacional disputaba la presidencia de la AGN con el gobernador saliente de la provincia de Jujuy, Eduardo Fellner.
El encuentro que la saliente mandataria ofreció en el comedor presidencial contó con la presencia de gobernadores Daniel Scioli (Buenos Aires), Maurice Closs (Misiones), Luis Beder Herrera (La Rioja), Jorge Capitanich (Chaco), Eduardo Fellner (Jujuy), Sergio Urribarri (Entre Ríos), José Luis Gioja (San Juan), Oscar Jorge (La Pampa) y Gildo Insfrán (Formosa). También estuvieron los gobernadores electos Sergio Casas (La Rioja), Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Juan Manzur (Tucumán), Sergio Uñac (San Juan), Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Hugo Passalaqua (Misiones).
Consultado por la prensa sobre su futura función, Echegaray hizo hincapié en que aún no hay nada oficial: "No puedo opinar de una decisión que todavía no se tomó", sostuvo el funcionario en una conferencia.
Al respecto, Echegaray se limitó a indicar que "las normas regulan que el partido de oposición sea el que conduzca la AGN, en este caso el Partido Justicialista, como lo hizo hasta hace poco el radicalismo" a través de Leandro Despouy.
El encuentro entre Cristina y los gobernadores se realizó a partir de las 13.00 en el comedor presidencial, en lo que significó una reunión de "cortesía" similar a la que la jefa de Estado ya mantuvo la semana pasada con los legisladores oficialistas.
Como en esos encuentros, la mandataria exhortó a los gobernadores a defender desde el rol opositor al próximo Gobierno de Mauricio Macri los "logros alcanzados y los intereses de los que votaron" al Frente para la Victoria en las elecciones.
Acató el fallo de cooparticipación
Antes de dejar el poder, Cristina Fernández de Kirchner cedió a las provincias unos 125.000 millones de pesos que hasta ahora iban a la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) y a la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip), para acatar el fallo de la Corte Suprema de Justicia conocido la última semana, lo cual complicará aún más las finanzas del próximo gobierno de Mauricio Macri.
El fallo ordena al Poder Ejecutivo dejar de descontar a las provincias el 15% de la coparticipación de impuestos y el 1,9% de la recaudación de impuestos y recursos aduaneros que se destina a financiar los gastos operativos de la Afip, y la Presidente acató la medida de inmediato.
La resignación de los fondos fue publicada ayer en el Boletín Oficial en el Decreto de Necesidad y Urgencia 2.635/2015.
El Gobierno resolvió modificar el Presupuesto de este año para dar cumplimiento al referido fallo.
La decisión implica una complicación presupuestaria extra para Macri que arranca el 10 de diciembre, y se suma al déficit fiscal récord, equivalente al 7% del Producto Bruto Interno (PBI).
El decreto indica que la Afip deberá cesar la retención de la cuenta recaudadora del impuesto de la ley 23.349 a la totalidad de las jurisdicciones, del porcentual resultante de la aplicación del decreto 1.399/01.
Además, el Poder Ejecutivo ordena al Tesoro Nacional, con cargo a Rentas Generales, cubrir una suma equivalente a las sumas que se dejen de recaudar, las que seguirán siendo tenidas en cuenta como referencia a los fines de la movilidad jubilatoria dispuesta por la ley 26.417.
Según lo dispuesto, se sustituirá el financiamiento con fondos del Tesoro Nacional "hasta que se rediscutan los términos de un nuevo régimen", que deberá ser acordado entre el gobierno electo de Mauricio Macri y las administraciones provinciales.
Se indica, asimismo, que aunque las resoluciones de la corte se refieren sólo a Córdoba, San Luis y Santa Fe, sus implicancias se deben extender al conjunto de todas las provincias y a la Ciudad de Buenos Aires.
También se reunió con los obispos
A nueve días de dejar su cargo, la presidente Cristina Fernández de Kirchner recibió ayer un saludo protocolar de despedida de parte de las autoridades de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), durante una reunión en la Casa Rosada.
La mandataria se reunió en su despacho con el presidente de la CEA, monseñor José María Arancedo; y su vicepresidente y arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli. "Le vinieron a trasladar sus saludos al final de su mandato y anticiparle sus saludos de Navidad también", indicó el subsecretario de la CEA, Pedro Brassesco.
"Este último mandato de la Presidenta coincidió con el mandato de monseñor Arancedo como presidente de la Conferencia Episcopal. Ha habido durante este período momentos de diálogos sobre distintos temas y momentos en que la Iglesia a presentado su opinión cuando no ha estado de acuerdo con alguna cosa. Entonces ha sido un diálogo institucional adecuado", agregó Brassesco.
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La presidente Cristina Fernández de Kirchner consensuó ayer con los gobernadores oficialistas que el actual director de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip), Ricardo Echegaray, sea el próximo presidente de la Auditoria General de la Nación (AGN), durante un almuerzo que sirvió como despedida de la jefa de Estado ante los mandatarios provinciales.
Así lo reveló el gobernador saliente de Mendoza, Francisco "Paco" Pérez, uno de los mandatarios provinciales que participó del almuerzo con la jefa de Estado en la Casa Rosada, donde los únicos invitados ausentes fueron el de Salta, José Manuel Urtubey, y el de Neuquén, Jorge Sapag.
El funcionario nacional disputaba la presidencia de la AGN con el gobernador saliente de la provincia de Jujuy, Eduardo Fellner.
El encuentro que la saliente mandataria ofreció en el comedor presidencial contó con la presencia de gobernadores Daniel Scioli (Buenos Aires), Maurice Closs (Misiones), Luis Beder Herrera (La Rioja), Jorge Capitanich (Chaco), Eduardo Fellner (Jujuy), Sergio Urribarri (Entre Ríos), José Luis Gioja (San Juan), Oscar Jorge (La Pampa) y Gildo Insfrán (Formosa). También estuvieron los gobernadores electos Sergio Casas (La Rioja), Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Juan Manzur (Tucumán), Sergio Uñac (San Juan), Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Hugo Passalaqua (Misiones).
Consultado por la prensa sobre su futura función, Echegaray hizo hincapié en que aún no hay nada oficial: "No puedo opinar de una decisión que todavía no se tomó", sostuvo el funcionario en una conferencia.
Al respecto, Echegaray se limitó a indicar que "las normas regulan que el partido de oposición sea el que conduzca la AGN, en este caso el Partido Justicialista, como lo hizo hasta hace poco el radicalismo" a través de Leandro Despouy.
El encuentro entre Cristina y los gobernadores se realizó a partir de las 13.00 en el comedor presidencial, en lo que significó una reunión de "cortesía" similar a la que la jefa de Estado ya mantuvo la semana pasada con los legisladores oficialistas.
Como en esos encuentros, la mandataria exhortó a los gobernadores a defender desde el rol opositor al próximo Gobierno de Mauricio Macri los "logros alcanzados y los intereses de los que votaron" al Frente para la Victoria en las elecciones.
Acató el fallo de cooparticipación
Antes de dejar el poder, Cristina Fernández de Kirchner cedió a las provincias unos 125.000 millones de pesos que hasta ahora iban a la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) y a la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip), para acatar el fallo de la Corte Suprema de Justicia conocido la última semana, lo cual complicará aún más las finanzas del próximo gobierno de Mauricio Macri.
El fallo ordena al Poder Ejecutivo dejar de descontar a las provincias el 15% de la coparticipación de impuestos y el 1,9% de la recaudación de impuestos y recursos aduaneros que se destina a financiar los gastos operativos de la Afip, y la Presidente acató la medida de inmediato.
La resignación de los fondos fue publicada ayer en el Boletín Oficial en el Decreto de Necesidad y Urgencia 2.635/2015.
El Gobierno resolvió modificar el Presupuesto de este año para dar cumplimiento al referido fallo.
La decisión implica una complicación presupuestaria extra para Macri que arranca el 10 de diciembre, y se suma al déficit fiscal récord, equivalente al 7% del Producto Bruto Interno (PBI).
El decreto indica que la Afip deberá cesar la retención de la cuenta recaudadora del impuesto de la ley 23.349 a la totalidad de las jurisdicciones, del porcentual resultante de la aplicación del decreto 1.399/01.
Además, el Poder Ejecutivo ordena al Tesoro Nacional, con cargo a Rentas Generales, cubrir una suma equivalente a las sumas que se dejen de recaudar, las que seguirán siendo tenidas en cuenta como referencia a los fines de la movilidad jubilatoria dispuesta por la ley 26.417.
Según lo dispuesto, se sustituirá el financiamiento con fondos del Tesoro Nacional "hasta que se rediscutan los términos de un nuevo régimen", que deberá ser acordado entre el gobierno electo de Mauricio Macri y las administraciones provinciales.
Se indica, asimismo, que aunque las resoluciones de la corte se refieren sólo a Córdoba, San Luis y Santa Fe, sus implicancias se deben extender al conjunto de todas las provincias y a la Ciudad de Buenos Aires.
También se reunió con los obispos
A nueve días de dejar su cargo, la presidente Cristina Fernández de Kirchner recibió ayer un saludo protocolar de despedida de parte de las autoridades de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), durante una reunión en la Casa Rosada.
La mandataria se reunió en su despacho con el presidente de la CEA, monseñor José María Arancedo; y su vicepresidente y arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli. "Le vinieron a trasladar sus saludos al final de su mandato y anticiparle sus saludos de Navidad también", indicó el subsecretario de la CEA, Pedro Brassesco.
"Este último mandato de la Presidenta coincidió con el mandato de monseñor Arancedo como presidente de la Conferencia Episcopal. Ha habido durante este período momentos de diálogos sobre distintos temas y momentos en que la Iglesia a presentado su opinión cuando no ha estado de acuerdo con alguna cosa. Entonces ha sido un diálogo institucional adecuado", agregó Brassesco.