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El gran juicio de la historia argentina

Domingo, 01 de marzo de 2015 00:00
<p>JULIO STRASSERA/UN HOMBRE DE LA DEMOCRACIA.</p>

La historia de los pueblos sirve para recordar el pasado y repensar el futuro, hay una parte de ese gran relato que vivió nuestro país, y tiene que ver con el Juicio a las Juntas militares iniciada el 22 de abril de 1985. Por primera vez un tribunal de justicia de un gobierno democrático consiguió sentar en el banquillo de los acusados a los nueve integrantes de las juntas militares que se sucedieron en el poder entre 1976 y 1982 tras un golpe de Estado. Las cabezas visibles de esa dictadura fueron juzgadas por excesos en la represión y hasta entonces por la muerte de 9 mil ciudadanos. En esa época aún no se conocía la escalofriante cifra de 30 mil desaparecidos en nuestro país. El contexto de crisis económica y crisis política que rodeó al juicio a los militares no empañó la conciencia de que fue un acontecimiento histórico que marcó para siempre la vida de la sociedad argentina.

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La historia de los pueblos sirve para recordar el pasado y repensar el futuro, hay una parte de ese gran relato que vivió nuestro país, y tiene que ver con el Juicio a las Juntas militares iniciada el 22 de abril de 1985. Por primera vez un tribunal de justicia de un gobierno democrático consiguió sentar en el banquillo de los acusados a los nueve integrantes de las juntas militares que se sucedieron en el poder entre 1976 y 1982 tras un golpe de Estado. Las cabezas visibles de esa dictadura fueron juzgadas por excesos en la represión y hasta entonces por la muerte de 9 mil ciudadanos. En esa época aún no se conocía la escalofriante cifra de 30 mil desaparecidos en nuestro país. El contexto de crisis económica y crisis política que rodeó al juicio a los militares no empañó la conciencia de que fue un acontecimiento histórico que marcó para siempre la vida de la sociedad argentina.

Con la muerte del fiscal Julio Strassera cabe preguntarse, ¿qué memoria quedará de lo sucedido?, ¿qué respuestas encontrarán los jóvenes de hoy dentro de diez o veinte años y pregunten qué pasó?. El presente artículo es un resumen pormenorizado de los hechos acontecidos durante esa década

Al momento del juicio a las juntas militares, Julio Strassera tenía 52 años. En 1962 había ingresado a la Justicia, anteriormente estudió en la Facultad de Derecho donde se recibió solo en tres años. Fue secretario de juzgados federales, fiscal de primera instancia y también juez de sentencia en el fuero ordinario. Desde 1984 integró la Cámara Federal de Apelaciones en los Criminal y Correccional.

Encabezó el tribunal que enjuicio a las juntas, estuvo acompañado por Jorge Edwin Torlasco, Carlos León Arslanián, Andrés D´Alessio, Jorge Alejandro Valerga Araoz, Guillermo Agustín Ledesma y Ricardo Rodolfo Gil Lavedra. Sin temor ante una sociedad que estuvo durante más de diez años sumida en el terror y silencio, en el espanto de la muerte diaria, el fiscal Julio Strassera cada día en el recinto de audiencias de la Cámara Federal escuchó, por nueve meses, cómo un puñado de valientes ciudadanos dio un ejemplo de cómo devolvernos la libertad.

Volvieron a recordar y revivir el horror de sus seres queridos perdidos, pero al mismo tiempo desnudaron los mecanismos de terror que se usó y usaba por aquellos años para imponerse.

Las estrategias del fiscal

La primera misión de Strassera en el año 1985 fue tratar de definir los verdaderos alcances del término "aniquilar", empleado en el decreto por el cual el gobierno constitucional de Isabel Perón ordenó a las fuerza armadas combatir la subversión. El tema quedó en claro, aniquilar no quería decir actuar fuera de la ley, no quería decir secuestrar, torturar, asesinar.

La segunda movida del fiscal estuvo destinada a demostrar que aquí no hubo una guerra, y que los comandantes fueron responsables por los actos cometidos por sus subalternos. Asimismo demostró que en el periodo que abarca el juicio, 24 de marzo de 1976 hasta julio de 1982, hubo numerosísimas privaciones ilegítimas de la libertad, seguidas de torturas y asesinatos, y que quienes cometieron esos delitos actuaban bajo las órdenes de los procesados. Demostró que las víctimas eran trasladadas a lugares clandestinos de detención pertenecientes a alguna de las tres fuerzas armadas. En esos sitios los subordinados a los excomandantes sometían a tormentos durante largos periodos a sus víctimas, hasta incluso eliminarlos. También las personas detenidas ilegalmente, sufrían el robo de sus pertenencias, todas esas acciones eran oficialmente negadas, dando lugar a una gran cantidad de documentos públicos falsos.

La acusación se centró en el informe presentado por la Conadep y los aportes de la Subsecretaría de Derechos Humanos. La Comisión Nacional de Desaparición de Personas elevó el caso de 1500 personas, de los cuales 709 fueron seleccionadas al momento del juicio

Los acusados

Los militares de las distintas fuerzas armadas, Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera, Orlando Ramón Agosti, Roberto Eduardo Viola, Armando Lamburchini, Omar Domingo Graffigna, Leopoldo Fortunato Galtieri, Jorge Isaac Anaya y Basilio Lami Dozo. Fueron condenados por un tribunal civil, algo inédito para la República Argentina.

La prensa extranjera

Pocas veces la prensa extranjera se hizo eco de las noticias procedentes de Argentina, sin embargo tuvo amplia repercusión el juicio a los tres expresidentes de facto y seis jefes militares. "Nuremberg latino" titularon algunos diarios del mundo, otros "Limpiando la guerra sucia de los milicos" del diario Cromos de Venezuela, "Llegó el tiempo del juicio", del Time, "Los generales en el banquillo" Newsweek, ambos de Estados Unidos, "La larga sombra de los generales" IL Manifesto de Italia.