El escritor Justo Díaz anunció que donó media hectárea de su propiedad para realizar en La Quiaca Vieja "El parque de los Próceres".
Día agradeció a quienes lo acompañaron en el homenaje a los hombres que hicieron historia, allá por el año 1880, al pie del monolito que fue construido hace cuatro años.
Díaz agradeció a los pobladores de La Quiaca Vieja; a quiaqueños residentes en esta ciudad y en Buenos Aires; y a Ineri Carretero, directora de Cultura municipal quien le donó una bandera para el Monolito.
Luego tuvo lugar otro acto en la Escuela Primaria Nº 113 de La Quiaca Vieja, oportunidad en la que se hizo la presentación de un libro de autores quiaqueños y jujeño, mientras que Justo Díaz donó diez libros de su autoría, y hará lo propio con ocho libros para el hospital "Oscar Orías" de La Quiaca.
Los títulos son: "La Quiaca Vieja florida"; "Puna Jujuy Argentina" y "Caminos de nuestra identidad".
En cuanto al terreno, Díaz dijo que el predio, "yo se lo doné al pueblo y el pueblo lo vamos a manejar todo. Para eso vamos a formar una comisión formada solo por los pobladores solamente, porque ellos son los que están y van a cuidarlo y porque todavía falta terminar alguna documentación".
Antecedentes
Ciudad La Quiaca nació cuando se trazó la línea ferroviaria que llegaba más cerca de la frontera con Bolivia, ubicada a unos tres kilómetros de lo que es hoy la casi abandonada La Quiaca Vieja. Nació en la frontera debido a la ruta comercial del Camino Real que llevaba hasta el Alto Perú. Había una posta que incluía una amplia sala donde los viajeros podían pernoctar mientras en los corrales se hacía el cambio para el descanso de animales de tiro.
Justo Díaz dijo que cuando se cumplió aniversario de La Quiaca, observó que la dirigencia comunal ni nadie se acordó que La Quiaca Vieja.
Es un lugar de profunda historia por donde pasaron tantos los españoles como los criollos en la época colonial, dejando sus huellas en esta zona de frontera.
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El escritor Justo Díaz anunció que donó media hectárea de su propiedad para realizar en La Quiaca Vieja "El parque de los Próceres".
Día agradeció a quienes lo acompañaron en el homenaje a los hombres que hicieron historia, allá por el año 1880, al pie del monolito que fue construido hace cuatro años.
Díaz agradeció a los pobladores de La Quiaca Vieja; a quiaqueños residentes en esta ciudad y en Buenos Aires; y a Ineri Carretero, directora de Cultura municipal quien le donó una bandera para el Monolito.
Luego tuvo lugar otro acto en la Escuela Primaria Nº 113 de La Quiaca Vieja, oportunidad en la que se hizo la presentación de un libro de autores quiaqueños y jujeño, mientras que Justo Díaz donó diez libros de su autoría, y hará lo propio con ocho libros para el hospital "Oscar Orías" de La Quiaca.
Los títulos son: "La Quiaca Vieja florida"; "Puna Jujuy Argentina" y "Caminos de nuestra identidad".
En cuanto al terreno, Díaz dijo que el predio, "yo se lo doné al pueblo y el pueblo lo vamos a manejar todo. Para eso vamos a formar una comisión formada solo por los pobladores solamente, porque ellos son los que están y van a cuidarlo y porque todavía falta terminar alguna documentación".
Antecedentes
Ciudad La Quiaca nació cuando se trazó la línea ferroviaria que llegaba más cerca de la frontera con Bolivia, ubicada a unos tres kilómetros de lo que es hoy la casi abandonada La Quiaca Vieja. Nació en la frontera debido a la ruta comercial del Camino Real que llevaba hasta el Alto Perú. Había una posta que incluía una amplia sala donde los viajeros podían pernoctar mientras en los corrales se hacía el cambio para el descanso de animales de tiro.
Justo Díaz dijo que cuando se cumplió aniversario de La Quiaca, observó que la dirigencia comunal ni nadie se acordó que La Quiaca Vieja.
Es un lugar de profunda historia por donde pasaron tantos los españoles como los criollos en la época colonial, dejando sus huellas en esta zona de frontera.