Tras la muerte de Gerardo Sofovich, comenzaron las especulaciones sobre su herencia. Su abogado, Oscar Salvi, salió a aclarar que el único heredero oficial es el hijo del Sr. TV, Gustavo. Sólo que también sonó fuerte el nombre de su asistente histórica, Esther.
Se realizó la cremación de los restos de Gerardo Sofovich, y asistió un grupo muy reducido de íntimos y familiares al cementerio privado de Pilar, pero tras el último adiós al conductor y productor, se abre la lucha por la herencia.
Oscar Salvi, abogado de Sofovich, se tomó ayer unos minutos para dialogar con "El diario de Mariana" y aclarar una información que había circulado en las últimas horas sobre la ausencia de testamento del "Ruso". Algo que desmintió rotundamente. "Hay un testamento de Gerardo Sofovich", afirmó el ex juez de la Nación y aludió sin especificar a alguna cláusula que contendría en la intención testamentaria de Gerardo a Esther, su asistente, compañera de toda la vida, y una de las personas muy cercanas al entorno y a la que dejó en una buena posición económica. El único heredero oficial es su hijo Gustavo, aunque todavía no está claro si se quedará con el total del porcentaje de la fortuna de su padre. Ya que tanto Esther, la mujer que lo acompañó como nadie, y sus dos nietos, Tatiana (que es mayor de edad) e Ignacio, podrían recibir una parte de los varios millones de dólares que el Ruso pudo cosechar en sus largos años de carrera en la televisión y el teatro. Aún no se reveló en concreto a cuánto asciende la fortuna de Sofovich sin embargo, se sabe que era dueño de varias propiedades en el país -una de ellas, donde vivía: un triplex en el complejo de Palacio Alcorta en Palermo Chico, de Capital Federal-, Uruguay (precisamente en Punta del Este, donde compró un penthouse valuado en, aproximandamente, dos millones de dólares) y Estados Unidos; también de un yate -mismo que utilizaba para pasear con su nieta-, de un gran número de acciones en distintas empresas y de varias oficinas en zonas exclusivas de Buenos Aires, además de una pesada cuenta bancaria y una gran colección de autos de alta gama.
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Tras la muerte de Gerardo Sofovich, comenzaron las especulaciones sobre su herencia. Su abogado, Oscar Salvi, salió a aclarar que el único heredero oficial es el hijo del Sr. TV, Gustavo. Sólo que también sonó fuerte el nombre de su asistente histórica, Esther.
Se realizó la cremación de los restos de Gerardo Sofovich, y asistió un grupo muy reducido de íntimos y familiares al cementerio privado de Pilar, pero tras el último adiós al conductor y productor, se abre la lucha por la herencia.
Oscar Salvi, abogado de Sofovich, se tomó ayer unos minutos para dialogar con "El diario de Mariana" y aclarar una información que había circulado en las últimas horas sobre la ausencia de testamento del "Ruso". Algo que desmintió rotundamente. "Hay un testamento de Gerardo Sofovich", afirmó el ex juez de la Nación y aludió sin especificar a alguna cláusula que contendría en la intención testamentaria de Gerardo a Esther, su asistente, compañera de toda la vida, y una de las personas muy cercanas al entorno y a la que dejó en una buena posición económica. El único heredero oficial es su hijo Gustavo, aunque todavía no está claro si se quedará con el total del porcentaje de la fortuna de su padre. Ya que tanto Esther, la mujer que lo acompañó como nadie, y sus dos nietos, Tatiana (que es mayor de edad) e Ignacio, podrían recibir una parte de los varios millones de dólares que el Ruso pudo cosechar en sus largos años de carrera en la televisión y el teatro. Aún no se reveló en concreto a cuánto asciende la fortuna de Sofovich sin embargo, se sabe que era dueño de varias propiedades en el país -una de ellas, donde vivía: un triplex en el complejo de Palacio Alcorta en Palermo Chico, de Capital Federal-, Uruguay (precisamente en Punta del Este, donde compró un penthouse valuado en, aproximandamente, dos millones de dólares) y Estados Unidos; también de un yate -mismo que utilizaba para pasear con su nieta-, de un gran número de acciones en distintas empresas y de varias oficinas en zonas exclusivas de Buenos Aires, además de una pesada cuenta bancaria y una gran colección de autos de alta gama.