El adiós a la escritora Ernestina Acosta

Con gran dolor, la comunidad sampedreña despidió a la escritora Ernestina Acosta, su hija predilecta, su ciudadana ilustre, que en la tarde noche del viernes, cerró la última página del libro de su vida, para volar hacia la morada azul de los recuerdos.

Familiares, amigos entrañables y gente ligada a la cultura, se acercaron para darle el último adiós, pero también para decirle que su presencia seguirá viva en el corazón de su pueblo y que saldrá a pasear por las aulas que tanto amó, cuando docentes comprometidos siembren en el corazón de las nuevas generaciones, su preciado legado.

Tres días después de haber cumplido los 87 años y tras una penosa enfermedad que la mantuvo alejada de toda actividad, Ernestina se entregó a los brazos amorosos de Dios.

Con gran dolor, la comunidad sampedreña despidió a la escritora Ernestina Acosta, su hija predilecta, su ciudadana ilustre, que en la tarde noche del viernes, cerró la última página del libro de su vida, para volar hacia la morada azul de los recuerdos.

Familiares, amigos entrañables y gente ligada a la cultura, se acercaron para darle el último adiós, pero también para decirle que su presencia seguirá viva en el corazón de su pueblo y que saldrá a pasear por las aulas que tanto amó, cuando docentes comprometidos siembren en el corazón de las nuevas generaciones, su preciado legado.

Tres días después de haber cumplido los 87 años y tras una penosa enfermedad que la mantuvo alejada de toda actividad, Ernestina se entregó a los brazos amorosos de Dios.