Las escuchas que tenía Nisman no son relevantes

El juez federal Daniel Rafecas, desestimó ayer las cientos de escuchas nuevas que aparecieron vinculadas a la denuncia que el fallecido fiscal Alberto Nisman realizó contra la presidenta Cristina Kirchner y a varios de sus funcionarios por presunto encubrimiento de los sospechosos iraníes del atentado a la Amia.

Las escuchas están referidas a la sospecha que planteaba el fiscal acerca de que el Memorándum entre Irán y Argentina escondía la intención de desligar de responsabilidad a iraníes sospechados por el ataque a la mutual judía. A cambio, el Gobierno argentino pactaría un intercambio comercial en el que obtendría petróleo por granos.

En las conversaciones que Nisman había ordenado dirigentes iraníes y funcionarios argentinos buscarían materializar ese acuerdo. Entre los implicados en las escuchas telefónicas figuran el piquetero y afín al Gobierno, Luis D'Elía, y el agente iraní Jorge Khalil. Los diálogos entre ambos dejan entrever que fueron los principales nexos de los gobiernos de Argentina e Irán para que se materialice el acuerdo. Ramón "Allan" Bogado, espía de la Secretaría de Inteligencia del país y el iraní Moshen Rabbanni, exagregado cultural de la embajada de Irán en Argentina, sospechoso de ser el cerebro del atentado y quien desde la cúpula del Gobierno iraní sería el más interesado en impulsar el acuerdo. Con Rabbani, quedó comprometido también por una escucha Adalberto Assad, presidente de la Confederación de Entidades Argentino Árabes.

Nisman consideró que estos personajes fueron los responsables de instrumentar la presunta operación Argentina-Irán, ideada por la Presidenta, instrumentada en el Congreso por el diputado "k" Andrés Larroque y negociada con la república iraní mediante la intervención formal del canciller Héctor Timerman.

"Esas escuchas no tienen ninguna relevancia, no sirven de nada", dijo públicamente el magistrado. El funcionario judicial mostró cierta molestia por la filtración de los audios que distintos programas de televisión dieron a conocer como "material inédito". "Había miles de escuchas. De esas miles de escuchas, la Secretaría de Inteligencia las mandó a la Unidad Fiscal Amia y la fiscalía (dirigida por Nisman en ese entonces) elige para la denuncia las que le parecen más relevantes. Yo tengo la obligación de analizar las evidencias que presenta la fiscalía", dijo el juez.

Una parte de los nuevos audios ya estaba dentro de la causa que Nisman investigaba mientras que otras las conservaba la Side pero que no habrían sido consideradas por Rafecas por carecer de relevancia.

Dado el impacto que tuvieron las nuevas escuchas tras su publicación, el juzgado que preside el magistrado, emitió un comunicado donde remarca que: "Con relación a las escuchas telefónicas, el juzgado, para tomar su decisión (de desimputar a Cristina) en tan breve plazo, solo debió estudiar las transcripciones y grabaciones que presentó la Fiscalía ante el juzgado, que están valoradas en la denuncia del Dr. Nisman y que son de público conocimiento".

El juez federal Daniel Rafecas, desestimó ayer las cientos de escuchas nuevas que aparecieron vinculadas a la denuncia que el fallecido fiscal Alberto Nisman realizó contra la presidenta Cristina Kirchner y a varios de sus funcionarios por presunto encubrimiento de los sospechosos iraníes del atentado a la Amia.

Las escuchas están referidas a la sospecha que planteaba el fiscal acerca de que el Memorándum entre Irán y Argentina escondía la intención de desligar de responsabilidad a iraníes sospechados por el ataque a la mutual judía. A cambio, el Gobierno argentino pactaría un intercambio comercial en el que obtendría petróleo por granos.

En las conversaciones que Nisman había ordenado dirigentes iraníes y funcionarios argentinos buscarían materializar ese acuerdo. Entre los implicados en las escuchas telefónicas figuran el piquetero y afín al Gobierno, Luis D'Elía, y el agente iraní Jorge Khalil. Los diálogos entre ambos dejan entrever que fueron los principales nexos de los gobiernos de Argentina e Irán para que se materialice el acuerdo. Ramón "Allan" Bogado, espía de la Secretaría de Inteligencia del país y el iraní Moshen Rabbanni, exagregado cultural de la embajada de Irán en Argentina, sospechoso de ser el cerebro del atentado y quien desde la cúpula del Gobierno iraní sería el más interesado en impulsar el acuerdo. Con Rabbani, quedó comprometido también por una escucha Adalberto Assad, presidente de la Confederación de Entidades Argentino Árabes.

Nisman consideró que estos personajes fueron los responsables de instrumentar la presunta operación Argentina-Irán, ideada por la Presidenta, instrumentada en el Congreso por el diputado "k" Andrés Larroque y negociada con la república iraní mediante la intervención formal del canciller Héctor Timerman.

"Esas escuchas no tienen ninguna relevancia, no sirven de nada", dijo públicamente el magistrado. El funcionario judicial mostró cierta molestia por la filtración de los audios que distintos programas de televisión dieron a conocer como "material inédito". "Había miles de escuchas. De esas miles de escuchas, la Secretaría de Inteligencia las mandó a la Unidad Fiscal Amia y la fiscalía (dirigida por Nisman en ese entonces) elige para la denuncia las que le parecen más relevantes. Yo tengo la obligación de analizar las evidencias que presenta la fiscalía", dijo el juez.

Una parte de los nuevos audios ya estaba dentro de la causa que Nisman investigaba mientras que otras las conservaba la Side pero que no habrían sido consideradas por Rafecas por carecer de relevancia.

Dado el impacto que tuvieron las nuevas escuchas tras su publicación, el juzgado que preside el magistrado, emitió un comunicado donde remarca que: "Con relación a las escuchas telefónicas, el juzgado, para tomar su decisión (de desimputar a Cristina) en tan breve plazo, solo debió estudiar las transcripciones y grabaciones que presentó la Fiscalía ante el juzgado, que están valoradas en la denuncia del Dr. Nisman y que son de público conocimiento".