La fiesta patronal en honor a la Virgen de Copacabana y los amitos de Cuchillaco, un paraje ubicado a dieciocho kilómetros de Humahuaca, se desarrollará a lo largo de esta semana. Mañana se iniciará el rezo del santo rosario durante nueve noches a las 19.30. Las actividades tienen como intención rogar por el eterno descanso de la esclava Carmen Benicio, los peregrinos y promesantes. El viernes se orará por enfermos, niños y ancianos; el sábado por los parajes e Cuchillaco, Mal Paso y haciendas; el domingo por la ciudad de Humahuaca; el lunes 6 por los parajes de Aguas Blancas, Soledad y haciendas; el martes 7, por las comunidades aborígenes y el miércoles 8, por los jóvenes. Por la comisión de la Virgen, la diócesis y el obispo se rezará el jueves 9 y el viernes 10 será una jornada de víspera de la fiesta central.
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La fiesta patronal en honor a la Virgen de Copacabana y los amitos de Cuchillaco, un paraje ubicado a dieciocho kilómetros de Humahuaca, se desarrollará a lo largo de esta semana. Mañana se iniciará el rezo del santo rosario durante nueve noches a las 19.30. Las actividades tienen como intención rogar por el eterno descanso de la esclava Carmen Benicio, los peregrinos y promesantes. El viernes se orará por enfermos, niños y ancianos; el sábado por los parajes e Cuchillaco, Mal Paso y haciendas; el domingo por la ciudad de Humahuaca; el lunes 6 por los parajes de Aguas Blancas, Soledad y haciendas; el martes 7, por las comunidades aborígenes y el miércoles 8, por los jóvenes. Por la comisión de la Virgen, la diócesis y el obispo se rezará el jueves 9 y el viernes 10 será una jornada de víspera de la fiesta central.
El sábado 11 será la fiesta central en honor a la Virgen de Copacabana, y el programa de actividades iniciará a las 6 con una salva de bombas, a las 6.30 el desayuno y a las 8.30 el rezo de la aurora. A las 12.30 tendrá lugar un almuerzo comunitario, seguido a las 14 por la danza de suris y cuartos. Una hora más tarde se realizará una misa a cargo del obispo de la prelatura de Humahuaca, Pedro Olmedo, seguida por una procesión a la cruz mayor. A las 18 se tiene programada la merienda, y media hora después se renovará la comisión organizadora de los festejos. Finalmente, a las 20.30, nuevamente se celebrará una misa y adoración, seguida a las 21.30 por fuegos artificiales y una retreta de las bandas de sikuris. El domingo 12, comenzará el descenso de los peregrinos. A las 6 se rezará la aurora, una hora más tarde el desayuno comunitario, seguido por el descenso de la Virgen de Copacabana acompañada de sus visitas. A las 9.30 se compartirá mate en el calvario del abra, y a las 10.30 se continuará con la peregrinación por la Quebrada de Soledad y Mal Paso, con la recepción de las familias Lamas y Corimayo. A las 11.30 se brindará un refrigerio a cargo de los gauchos de Toyondo y un almuerzo comunitario en Aguas Blancas. El arribo de la peregrinación de la Virgen a la ciudad histórica se realizará a las 17.30. El sábado 25 de abril la Virgen retornará al paraje Cuchillaco, a la casa de doña Carmen Benicio. La partida está prevista para las 6.30 y la llegada a las 15, luego se entregarán cuartos a los peregrinos y se rezará el santo rosario. La jornada finalizará con una luminaria y danza de los suris. El domingo 26 se rezará el rosario de la aurora, a las 10 se efectuará el corte de cuarto y a las 12 desconcentración.
Historia de la Virgen
Allá a principios del siglo XX, Josefa Flores de Puca peregrinaba con fe y esperanza hacia Punta Corral, motivada por el sueño de poder culminar su promesa realizada a la Virgen, en compañía de su hija Hipólita y sus nietos Marcelo y Carmen. Ellos eran muy devotos de la Virgen de Copacabana, pero un año no pudieron regresar al santuario, por lo que los esclavos Dionicia y Guillermo Torres le obsequiaron a Josefa una estampita con la imagen de la Virgen. Transcurrido un tiempo, una noche y de la nada, apareció en Cuchillaco un retocador de imágenes, Dionisio, quien pasó por el domicilio de Hipólita Puca ofreciendo su trabajo y se le pidió una réplica de la estampita de la Virgen de Copacabana. La imagen fue tallada en madera y cubierta con un material desconocido que se asemeja a la roca y al atardecer, el retocador partió del lugar. Hipólita, al preguntar a sus vecinos si recibieron la visita de este retocador de imágenes, los recibió como respuesta que no habían visto a nadie y quedó latente el interrogante "¿será obra de Dios?". Es importante destacar que la esclava de la Virgen de Punta Corral llevaba el mismo nombre del retocador y desde entonces la familia traslada la imagen hacia la ciudad de Humahuaca para ser bendecida, ya que el impulso de los milagros realizados a los habitantes de zonas aledañas e inclusive a los de Humahuaca es muy fuerte.