Vecinos del Asentamiento Nueva Esperanza, de Palpalá, denunciaron ser víctimas de golpes, amenazas y otras situaciones de violencia y acusan a una mujer de buscar quedarse con sus propiedades.
Pese a las denuncias radicadas en la Seccional 23º, no hubo ningún procedimiento policial porque, según dijeron, no pueden ingresar a los asentamientos y menos si no cuentan con una orden del fiscal.
"Hay un expediente relacionado con estas denuncias que está en la Fiscalía de Investigación Nº3 a cargo de Carlos Farfán", señalaron ante este diario.
Uno de los episodios violentos ocurrió el pasado 8 de marzo. Celia Castro observó con impotencia como usurpaban su casa. "Me golpearon entre tres mujeres, me robaron todo, incluso la tarjeta del plan universal por hijo; a mi hija la golpearon con una silla por la espalda, por lo que tuvo que ser hospitalizada", reveló.
De la violencia sufrida aquel día no se salvaron ni sus dos hermanos, ya que "le rompieron la cabeza"; tampoco su papá, a quien también lo golpearon. Las amenazas vienen desde el año pasado.
Acusan de llevar adelante estos atropellos a "Lidia R., quien vino de Buenos Aires, estuvo radicada en Salta, pero luego la echaron de allí y terminó en Palpalá".
"Muchas familias fueron echadas del asentamiento; un tal "Tito" Acho, es el encargado de desalojar y no importa si la casa está toda construida", dijo la mujer, quien agregó que ellos tienen el objetivo de "quedarse con los terrenos para poner a otras familias".
Son seis familias las que dejaron el lugar hasta el momento, y "no tenemos a nadie que nos defienda, ya que a nuestro delegado también lo amenazaron diciendo que lo iban a matar a sus hijos".
"Estoy muy preocupada y no se a dónde ir, la Policía dice que no puede hacer nada sin orden del fiscal", y se preguntó luego: "¿Qué están esperando, que maten a alguien?".
Muchas familias no se rinden ante las amenazas de esta mujer que procede a cortarles la luz y el agua; "yo ahora estoy en la casa de mis padres porque no tengo con qué vivir".
Relató que un día le tendieron una emboscada: "Volví como a las 11 y salieron tres mujeres a golpearme, pero mi hermano me defendió".
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Vecinos del Asentamiento Nueva Esperanza, de Palpalá, denunciaron ser víctimas de golpes, amenazas y otras situaciones de violencia y acusan a una mujer de buscar quedarse con sus propiedades.
Pese a las denuncias radicadas en la Seccional 23º, no hubo ningún procedimiento policial porque, según dijeron, no pueden ingresar a los asentamientos y menos si no cuentan con una orden del fiscal.
"Hay un expediente relacionado con estas denuncias que está en la Fiscalía de Investigación Nº3 a cargo de Carlos Farfán", señalaron ante este diario.
Uno de los episodios violentos ocurrió el pasado 8 de marzo. Celia Castro observó con impotencia como usurpaban su casa. "Me golpearon entre tres mujeres, me robaron todo, incluso la tarjeta del plan universal por hijo; a mi hija la golpearon con una silla por la espalda, por lo que tuvo que ser hospitalizada", reveló.
De la violencia sufrida aquel día no se salvaron ni sus dos hermanos, ya que "le rompieron la cabeza"; tampoco su papá, a quien también lo golpearon. Las amenazas vienen desde el año pasado.
Acusan de llevar adelante estos atropellos a "Lidia R., quien vino de Buenos Aires, estuvo radicada en Salta, pero luego la echaron de allí y terminó en Palpalá".
"Muchas familias fueron echadas del asentamiento; un tal "Tito" Acho, es el encargado de desalojar y no importa si la casa está toda construida", dijo la mujer, quien agregó que ellos tienen el objetivo de "quedarse con los terrenos para poner a otras familias".
Son seis familias las que dejaron el lugar hasta el momento, y "no tenemos a nadie que nos defienda, ya que a nuestro delegado también lo amenazaron diciendo que lo iban a matar a sus hijos".
"Estoy muy preocupada y no se a dónde ir, la Policía dice que no puede hacer nada sin orden del fiscal", y se preguntó luego: "¿Qué están esperando, que maten a alguien?".
Muchas familias no se rinden ante las amenazas de esta mujer que procede a cortarles la luz y el agua; "yo ahora estoy en la casa de mis padres porque no tengo con qué vivir".
Relató que un día le tendieron una emboscada: "Volví como a las 11 y salieron tres mujeres a golpearme, pero mi hermano me defendió".