En otro tramo del juicio llegó el testimonio de Monje, quien dijo que era "novio" de Carretero y aclaró que en los últimos tiempos de su noviazgo "ella -por la víctima- tenía muchos problemas familiares, y por eso me daba mucha pena y dolor".
A pesar de esto el acusado reconoció que su relación con Carretero iba mal, pero también relató que "3 o 4 meses" previos a los hechos Monje le dio un duplicado de la llave de su casa.
Sobre los hechos relató que el viernes 4 de marzo del 2005 por medio de un llamado telefónico habló con Carretero y quedaron en verse a las 2 de la madrugada, de ese 5 de marzo, en el boliche bailable "El Príncipe".
Posterior a esto, Monje reconoció que nunca fue a ese encuentro y que por el contrario se encontró con el acusado Olivares y unas amigas, con las que fueron hasta el departamento de otro gendarme, donde compartieron un momento y luego se retiraron cuando promediaban las 5.
En este sentido Monje dijo que entre las 5 y 5.30 de aquel día, llegó hasta la escena de los hechos y según él no había nadie, por lo que se cambió y salió nuevamente para encontrarse con Olivares, quien vivía a tres cuadras, y juntos se tomaron un remis, fueron hasta la avenida La Bandera y desde allí tomaron el colectivo Jama Bus, con rumbo a la Quebrada de Humahuaca.
A su vez dijo recordar que cómo a las 10 de ese día lo llamó González diciéndole que Carolina estaba ahorcada en el baño del domicilio, que alquilaba junto a los otros dos acusados.
Razón por lo cual tomo rápidamente un colectivo y al bajar en la vieja terminal, subió a un taxi amarillo que lo llevó hasta el barrio San Pedrito y a las 11.30 aproximadamente llegó hasta la escena de los hechos.
Una vez allí se fijó en su teléfono y tenía un mensaje de correo de voz de Carolina, el cual no pudo escuchar hasta que unos amigos le cargaron crédito y pudo sentir "la voz de Caro y González, no se entendía bien lo que decían, pero era la voz de Caro y González".
Por ello es que al ser trasladados hasta el edificio de la Dirección de Investigaciones "ahí le dije a González qué le hiciste a Carolina, aquí tengo la prueba".
Después recordó que "al salir de la Brigada, ellos -por González y Tapia, decidieron limpiar la casa y yo me fui a encontrar con mi madre".
Posterior a esto llegó el testimonio del acusado Olivares, quien relató lo mismo que Monje sobre la cronología de lo ocurrido entre la noche del 4 y la mañana del 5 de marzo del 2005.
Seguido a esto se leyeron los testimonios de Tapia y Castillo, quienes al momento de los hechos, según sus propios relatos, se encontraban de guardia en el puesto "Purmamarca" de Gendarmería Nacional. En este sentido sólo Tapia aseguró que González había desatado el cinto de la ducha al momento de bajar el cuerpo de Carretero.
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A pesar de esto el acusado reconoció que su relación con Carretero iba mal, pero también relató que "3 o 4 meses" previos a los hechos Monje le dio un duplicado de la llave de su casa.
Sobre los hechos relató que el viernes 4 de marzo del 2005 por medio de un llamado telefónico habló con Carretero y quedaron en verse a las 2 de la madrugada, de ese 5 de marzo, en el boliche bailable "El Príncipe".
Posterior a esto, Monje reconoció que nunca fue a ese encuentro y que por el contrario se encontró con el acusado Olivares y unas amigas, con las que fueron hasta el departamento de otro gendarme, donde compartieron un momento y luego se retiraron cuando promediaban las 5.
En este sentido Monje dijo que entre las 5 y 5.30 de aquel día, llegó hasta la escena de los hechos y según él no había nadie, por lo que se cambió y salió nuevamente para encontrarse con Olivares, quien vivía a tres cuadras, y juntos se tomaron un remis, fueron hasta la avenida La Bandera y desde allí tomaron el colectivo Jama Bus, con rumbo a la Quebrada de Humahuaca.
A su vez dijo recordar que cómo a las 10 de ese día lo llamó González diciéndole que Carolina estaba ahorcada en el baño del domicilio, que alquilaba junto a los otros dos acusados.
Razón por lo cual tomo rápidamente un colectivo y al bajar en la vieja terminal, subió a un taxi amarillo que lo llevó hasta el barrio San Pedrito y a las 11.30 aproximadamente llegó hasta la escena de los hechos.
Una vez allí se fijó en su teléfono y tenía un mensaje de correo de voz de Carolina, el cual no pudo escuchar hasta que unos amigos le cargaron crédito y pudo sentir "la voz de Caro y González, no se entendía bien lo que decían, pero era la voz de Caro y González".
Por ello es que al ser trasladados hasta el edificio de la Dirección de Investigaciones "ahí le dije a González qué le hiciste a Carolina, aquí tengo la prueba".
Después recordó que "al salir de la Brigada, ellos -por González y Tapia, decidieron limpiar la casa y yo me fui a encontrar con mi madre".
Posterior a esto llegó el testimonio del acusado Olivares, quien relató lo mismo que Monje sobre la cronología de lo ocurrido entre la noche del 4 y la mañana del 5 de marzo del 2005.
Seguido a esto se leyeron los testimonios de Tapia y Castillo, quienes al momento de los hechos, según sus propios relatos, se encontraban de guardia en el puesto "Purmamarca" de Gendarmería Nacional. En este sentido sólo Tapia aseguró que González había desatado el cinto de la ducha al momento de bajar el cuerpo de Carretero.