El ganador del concurso de cuentos "Héctor Tizón" hizo un repaso sobre los escritores que lo marcaron en su camino artístico y sobre "Las aguas del tiempo", su obra premiada. El certamen se realizó en el marco de"Jujuy le han puesto de nombre".
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El ganador del concurso de cuentos "Héctor Tizón" hizo un repaso sobre los escritores que lo marcaron en su camino artístico y sobre "Las aguas del tiempo", su obra premiada. El certamen se realizó en el marco de"Jujuy le han puesto de nombre".
La Secretaría de Cultura de la Provincia concretó en el Museo "Casa Macedonio Graz" el acto de entrega de premios del concurso literario "Jujuy le han puesto de nombre" y del Primer concurso provincial de música "Jujuy suena".
-¿Cuál fue la sensación al momento de recibir este reconocimiento?
Fue una distinción que me conmovió porque la Provincia me pone en el lugar del escritor jujeño. No es un premio más donde uno recibe y empieza en sí mismo sino que genera un compromiso con la provincia y el pueblo de Jujuy, o sea que es una relación que continúa en el tiempo.Tiene mucha importancia también el nombre del premio –"Héctor Tizón"– porque es un escritor con el cual me identifico mucho porque es el tipo de literatura que me gusta leer y que se encuadra dentro delo que se llamó el boom latinoamericano, una literatura que hizo eclosión a partir de los años '60 y que trascendió, sobre todo en Europa, a partir de que editoriales españolascomenzaron a publicar a escritores como García Márquez, Tizón, Cortázar, Borges y tantos otros. Aún sin conocerse personalmente éstos tenían muchas cosas en común e iban hacia una misma forma de escribir.
¿De qué se trata el libro? ¿Qué son "Las aguas del tiempo"?
Son cuentos que tienen mucho de Jujuy y mucho de urbano. He vivido la mitad de mi vida en Jujuy y mucho tiempo en Buenos Aires por lo que tengo una visión un poco compartida. Eso me llevó a que no todo sea tan descriptivo de situaciones localistas, sino algo mucho más general. Uno tiene en la cabeza imágenes, situaciones y diálogos de cosas que ha vivido en la Quebrada,la Puna o en los grandes centros urbanos.
He recorrido toda la provincia y siempre quedan cosas e imágenes adentro las cuales a la hora de escribir vienen a la cabeza; esa es la inspiración, ese es el río de donde surgen los cuentos.
¿Cuál es el rol de los lectores del cuento?
Generalmente estamos hablando de personas comunes, con vidas comunes y corrientes como las nuestras. Personas que aspiramos llegar a la noche a descansar y disfrutar un rato la lectura. Un poco en eso tiene que ver que el cuento, porque las historias que transcurren sonde gente común a las que les pasan cosas que nos pasa a nosotros; o sea que nos vamos a sentir totalmente identificados con las historias que el mismo presenta.
-Hacía referencia a grandes exponentes de la literatura latinoamericana, ¿qué pudo rescatar de estos grandes escritores?
En esta forma de interpretar la literatura, donde lo importante de la narrativa no pasa tanto por el argumento o por el final sorprendente sino por la descripción de lugares, paisajes, formas de vida o personajes, cosas que tanto impactaron en una cultura europea de la post guerra. Ellos veían en eso algo muy llamativo y hasta en algunos casos mágicos; donde se empezaba a percibir cosas fuera de lo común o una mezcla de creencias populares y religiosas, un encuentro con lo natural y cotidiano.
Algunos de estos escritores lo hacían de una manera consciente, otros que no querían ser encuadrados dentro del realismo mágico como era el caso de Borge o Tizón, lo hacían de manera inconsciente ya que las cosas comunes que pasaban en estos pueblos de provincia,a los ojos de los europeos,se volvían mágicas.
-¿Cómo lo ha marcado esto a la hora de escribir?
El realismo mágico tuvo su momento y su valor, pero lo que rescato y me gusta leer de esa literatura es la falta de preocupación por el final sorprendente, por saber quién fue el asesino. Creo que para esos argumentos sorprendentes hoy está la televisión o para el enciclopedismo está internet, por dar algunos ejemplos.
Creo también que la relación que hoy debería tener un lector con el libro es la de dejarse llevar hacia donde el libro quiere que uno vaya, después la relación de cada lector va a ser personal, única e irrepetible pero de alguna manera es el libro el que nos lleva.
Si nos sumergimos en Internet uno no sabe hacia dónde va, en cambio el libro nos lleva como si fuera un río, y es por ello también un poco el título de mi libro.