No fue una Final más de Copa del Rey. Varios condimentos demostraron que este enfrentamiento que tuvieron Barcelona y Athletic Bilbao en el "Camp Nou" para dirimir el certamen local. Los dos equipos más ganadores en la historia del certamen se vieron cara a cara, en el duelo que marcó la despedida definitiva de Xavi de su estadio y en el que Lionel Messi se destacó marcando un gol que quedará para la historia.
No tuvo mayores problemas el equipo de Luis Enrique para levantar la segunda corona de la temporada al golear 3-1 al Bilbao. De la mano de su tridente de ataque, el "blaugrana" dominó la escena desde el pitido inicial hasta el final del partido. Nunca estuvo en peligro la obtención del campeonato porque su rival no se animó a faltarle el respeto.
El que sí se mostró más irrespetuoso que nunca fue la "Pulga". Pero a las leyes de la física y la lógica. En el sector derecho de la mitad de cancha, tomó la pelota de espaldas y poca gente entendió a primer golpe de vista cómo hizo para terminar anotando uno de los goles más lindos de su carrera. Giró sobre su propio eje, arrastró a cuatro jugadores adversarios a pura gambeta que no pudieron frenar ni con las patadas más descalificadoras y anotó.
Y 15 minutos más tarde, Rakitic y Suárez inventaron una pared que terminó sirviendo el uruguayo al medio para que Neymar estire la ventaja y se transforme en el máximo goleador de la Copa con 7 tantos junto al hombre del Sevilla Iago Aspas. Ya en el complemento, Messi cerró una faena que tuvo un descuento sobre el final de Williams. Dani Alves profundizó por derecha y metió un centro que el argentino empujó como un centrodelantero, llegando a 17 gritos contra este rival en su carrera. Barcelona logró el segundo título de la temporada y se prepara para alcanzar la triple corona el próximo sábado cuando se enfrente en Berlín con Juventus por la Final de la Champions League.
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No fue una Final más de Copa del Rey. Varios condimentos demostraron que este enfrentamiento que tuvieron Barcelona y Athletic Bilbao en el "Camp Nou" para dirimir el certamen local. Los dos equipos más ganadores en la historia del certamen se vieron cara a cara, en el duelo que marcó la despedida definitiva de Xavi de su estadio y en el que Lionel Messi se destacó marcando un gol que quedará para la historia.
No tuvo mayores problemas el equipo de Luis Enrique para levantar la segunda corona de la temporada al golear 3-1 al Bilbao. De la mano de su tridente de ataque, el "blaugrana" dominó la escena desde el pitido inicial hasta el final del partido. Nunca estuvo en peligro la obtención del campeonato porque su rival no se animó a faltarle el respeto.
El que sí se mostró más irrespetuoso que nunca fue la "Pulga". Pero a las leyes de la física y la lógica. En el sector derecho de la mitad de cancha, tomó la pelota de espaldas y poca gente entendió a primer golpe de vista cómo hizo para terminar anotando uno de los goles más lindos de su carrera. Giró sobre su propio eje, arrastró a cuatro jugadores adversarios a pura gambeta que no pudieron frenar ni con las patadas más descalificadoras y anotó.
Y 15 minutos más tarde, Rakitic y Suárez inventaron una pared que terminó sirviendo el uruguayo al medio para que Neymar estire la ventaja y se transforme en el máximo goleador de la Copa con 7 tantos junto al hombre del Sevilla Iago Aspas. Ya en el complemento, Messi cerró una faena que tuvo un descuento sobre el final de Williams. Dani Alves profundizó por derecha y metió un centro que el argentino empujó como un centrodelantero, llegando a 17 gritos contra este rival en su carrera. Barcelona logró el segundo título de la temporada y se prepara para alcanzar la triple corona el próximo sábado cuando se enfrente en Berlín con Juventus por la Final de la Champions League.