En su encuentro,
Putin y
Alexis Tsipras abordaron la situación en
Grecia, mientras en Bruselas crece el temor a que Atenas no pueda pagar a sus acreedores y el país tenga que dejar la
Eurozona.
"Lo que llaman problema griego no es un problema griego, es un problema europeo. El problema no se llama Grecia, el problema se llama Eurozona y concierne a su estructura", dijo Tsipras. Aunque parece que existen pocas posibilidades de que Putin ofrezca ayuda financiera a Tsipras, que ha criticado las sanciones occidentales contra Rusia, ambos países firmaron un acuerdo para construir un gasoducto ruso en Grecia.
Los dos Estados crearán una empresa conjunta, que controlarán a partes iguales, para construir un gasoducto en Grecia entre 2016 y 2019.
El gasoducto, denominado South European, costará 2.000 millones de euros -unos 2.260 millones de dólares-, y su capacidad de entrega alcanzará los 47.000 millones de metros cúbicos de gas.
En su encuentro,
Putin y
Alexis Tsipras abordaron la situación en
Grecia, mientras en Bruselas crece el temor a que Atenas no pueda pagar a sus acreedores y el país tenga que dejar la
Eurozona.
"Lo que llaman problema griego no es un problema griego, es un problema europeo. El problema no se llama Grecia, el problema se llama Eurozona y concierne a su estructura", dijo Tsipras. Aunque parece que existen pocas posibilidades de que Putin ofrezca ayuda financiera a Tsipras, que ha criticado las sanciones occidentales contra Rusia, ambos países firmaron un acuerdo para construir un gasoducto ruso en Grecia.
Los dos Estados crearán una empresa conjunta, que controlarán a partes iguales, para construir un gasoducto en Grecia entre 2016 y 2019.
El gasoducto, denominado South European, costará 2.000 millones de euros -unos 2.260 millones de dólares-, y su capacidad de entrega alcanzará los 47.000 millones de metros cúbicos de gas.