La "vocación" viene de la palabra "voz", y remite al llamado que empezamos a sentir cuando buscamos el rumbo que queremos darle a nuestras vidas. Si bien existen personas y factores que nos pueden condicionar al momento de elegir, muchas veces uno no lo sabe lo que quiere "hacer de su vida" hasta que lo practica. Fue así que elegí ser periodista cuando en mis primeros años del secundario, cuando las cámaras aún digitales no abundaban, llegó una filmadora y empecé a hacer preguntas y respuestas a unos compañeros, sin saber que ese simple juego era "la voz" que me orientaría en mi vida adulta.
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La "vocación" viene de la palabra "voz", y remite al llamado que empezamos a sentir cuando buscamos el rumbo que queremos darle a nuestras vidas. Si bien existen personas y factores que nos pueden condicionar al momento de elegir, muchas veces uno no lo sabe lo que quiere "hacer de su vida" hasta que lo practica. Fue así que elegí ser periodista cuando en mis primeros años del secundario, cuando las cámaras aún digitales no abundaban, llegó una filmadora y empecé a hacer preguntas y respuestas a unos compañeros, sin saber que ese simple juego era "la voz" que me orientaría en mi vida adulta.
Si bien en la adolescencia no se sabe realmente el rumbo que se desea seguir, fueron también los docentes del colegio los que -casi obligadamente- me inscribieron en pasantías en los últimos años de secundaria donde presencié algunos programas de radio y entrevisté a algunos periodistas para saber de qué se trataba en realidad la carrera de "comunicación social", pero todavía no lo había elegido como mi modo de vida. Llegado el momento de empezar la universidad, y fue en ese momento que decidí optar por el periodismo por ser una carrera en la que siempre se aprende algo nuevo, que te mantiene en constante movimiento y que te permite a la vez trabajar con algo de libertad y creatividad al momento de cumplir con la misión principal: informar. Sin embargo, aunque la decisión ya estaba tomada, la verdadera vocación surgió cuando, con mi compañera de carrera Virginia Mercado -que ahora trabaja en los medios de San Pedro-, empezamos a salir a la calle y en movilizaciones hicimos nuestras primeras entrevistas con un grabador que era propiedad de la universidad, momento que nos generó satisfacción y entre risas, supimos que ese era el trabajo que queríamos hacer el resto de nuestras vidas. Fue una carrera que decidí tomar espontáneamente, sin ninguna referencia ni experiencia, y que gracias a mi labor en El Tribuno de Jujuy me mantengo ejerciendo luego de cursar los estudios universitarios. Fue en la redacción de este diario en donde realidad comprendí el verdadero trabajo del periodista, que no busca ni fortuna, ni distinción, sino informar a la comunidad de la mejor manera posible y tratando de crear conciencia cada vez que se puede transmitir un llamado a través de las líneas escritas.