A veinticuatro días de que el vocal y tesorero de la Comisión Municipal de Pampa Blanca fuera violentamente asesinado a golpes y dejado en la vereda de la casa de sus padres, las investigaciones del caso todavía no pudieron dar con los criminales, como tampoco se pudo establecer el "móvil" del homicidio.
A pesar de ello, el fiscal de investigación penal a cargo del caso, Alejandro Maldonado, luego de reunir una serie de pruebas caratuló penalmente los hechos como "homicidio criminis causa", dando a entender con esta calificación que Gutiérrez habría sido asesinado para ocultar otro delito que los criminales pensaban cometer o cometieron.
Las pruebas colectadas por Maldonado surgió a partir del testimonio de uno de los médicos, quien junto a otros dos colegas trabajaban en el "Tren Sanitario" y alquilaban una pieza en la residencia Gutiérrez.
De sus testimonios se desprende que uno de los criminales, le habría preguntado a uno de los médicos si conocía a la víctima y ante su afirmativa respuesta, le habría dicho que Gutiérrez "había estafado a varias personas".
Luego de eso el criminal le habría preguntado al galeno por una abultada suma de dinero que según los "matones", Gutiérrez tenía escondido en ese domicilio.
La contradicción de este dato es la versión de las otras personas víctimas del asalto que da cuenta "abrieron tres cajones, vaciaron sus contenidos y los volvieron a guardar, como para simular que estaban buscando dinero", según dijera Gonzalo Arquisa, sobrino de Gutiérrez a nuestro matutino.
Otro dato a tener no menor es el trato amable que habrían tenido con los padres de Gutiérrez y los tres médicos, a quienes no habrían golpeado, ni agredido verbalmente.
Algo que también llama la atención es que uno de los criminales, quien luego de maniatar a los médicos y quitarles sus respectivos teléfonos celulares, accedió a la solicitud de uno de los galenos, quien le pidió "por favor" que le devolviera su teléfono móvil debido al importante trabajo que realizaba mediante ese aparato electrónico.
Por lo que el criminal al no identificar el teléfono del médico en cuestión, ya que tenía varios en su poder, le entregó dos móviles, uno de los cuales llamativamente pertenecía a la víctima.
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A veinticuatro días de que el vocal y tesorero de la Comisión Municipal de Pampa Blanca fuera violentamente asesinado a golpes y dejado en la vereda de la casa de sus padres, las investigaciones del caso todavía no pudieron dar con los criminales, como tampoco se pudo establecer el "móvil" del homicidio.
A pesar de ello, el fiscal de investigación penal a cargo del caso, Alejandro Maldonado, luego de reunir una serie de pruebas caratuló penalmente los hechos como "homicidio criminis causa", dando a entender con esta calificación que Gutiérrez habría sido asesinado para ocultar otro delito que los criminales pensaban cometer o cometieron.
Las pruebas colectadas por Maldonado surgió a partir del testimonio de uno de los médicos, quien junto a otros dos colegas trabajaban en el "Tren Sanitario" y alquilaban una pieza en la residencia Gutiérrez.
De sus testimonios se desprende que uno de los criminales, le habría preguntado a uno de los médicos si conocía a la víctima y ante su afirmativa respuesta, le habría dicho que Gutiérrez "había estafado a varias personas".
Luego de eso el criminal le habría preguntado al galeno por una abultada suma de dinero que según los "matones", Gutiérrez tenía escondido en ese domicilio.
La contradicción de este dato es la versión de las otras personas víctimas del asalto que da cuenta "abrieron tres cajones, vaciaron sus contenidos y los volvieron a guardar, como para simular que estaban buscando dinero", según dijera Gonzalo Arquisa, sobrino de Gutiérrez a nuestro matutino.
Otro dato a tener no menor es el trato amable que habrían tenido con los padres de Gutiérrez y los tres médicos, a quienes no habrían golpeado, ni agredido verbalmente.
Algo que también llama la atención es que uno de los criminales, quien luego de maniatar a los médicos y quitarles sus respectivos teléfonos celulares, accedió a la solicitud de uno de los galenos, quien le pidió "por favor" que le devolviera su teléfono móvil debido al importante trabajo que realizaba mediante ese aparato electrónico.
Por lo que el criminal al no identificar el teléfono del médico en cuestión, ya que tenía varios en su poder, le entregó dos móviles, uno de los cuales llamativamente pertenecía a la víctima.