La Argentina "no ha sido un actor de reparto sino decisivo dentro del G20" a la hora de denunciar "guaridas fiscales", instalar el debate por las crisis de deudas soberanas y advertir que el "ajuste" no permitiría recuperar a la economía mundial del colapso financiero, aseguró ayer el canciller Héctor Timerman.
"Coordinando su posición con otros países como Brasil y los Estados Unidos, hemos defendido consistentemente durante todos estos años la postura de la necesidad de fortalecer la demanda agregada como salida para la crisis económica mundial", señaló.
El funcionario se expresó al presidir en el Palacio San Martín la apertura del Seminario "Argentina en el G20: contribuciones para una agenda global de crecimiento inclusivo", junto al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y al presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli.
"Señalamos el riesgo que representaban las políticas de austeridad en varias de las economías centrales dado que no se podía depender exclusivamente de los aportes de los países emergentes para compensar el ajuste de las economías desarrolladas", señaló. El canciller aseguró también que desde el momento que la Argentina se sumó al foro integrado por las veinte economías más importantes del mundo, impulsó discusiones tales como "la reestructuración de las deudas soberanas" y la regulación financiera para evitar las "guaridas fiscales".
Argentina, según explicó el funcionario, "es una de las principales voces cantantes y activas dentro del G20, proponiendo constantemente nuevos temas y discusiones que permitan hacer de nuestro mundo un espacio más inclusivo, justo e igualitario". Respecto de la solicitud de la Argentina con el respaldo de los BRICS y de Francia de incluir en la Declaración de los Líderes de 2014 las crisis de deuda, el funcionario dijo que fue por "la necesidad de contar con mecanismos justos, equitativos, legales y sustentables para la resolución ordenada de las reestructuraciones de deudas soberanas". "Lo que se reclama es mayor seguridad jurídica y reglas eficaces y transparentes, tanto para deudores como para acreedores, que se proteja a unos y a otros, de los agentes más recalcitrantes del sistema financiero: los fondos buitres", afirmó.
Y agregó que esos fondos especulativos "se aprovechan de los vacíos legales que ellos mismos fueron creando en las normativas internacionales y nacionales". Además, dijo que la Argentina "no dudó en llevar dicho tema también al ámbito de las Naciones Unidas, por ser el espacio universal y más democrático y representativo posible, el espacio natural para la construcción de un orden jurídico internacional justo ante un problema que afecta a la comunidad internacional en su conjunto".
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La Argentina "no ha sido un actor de reparto sino decisivo dentro del G20" a la hora de denunciar "guaridas fiscales", instalar el debate por las crisis de deudas soberanas y advertir que el "ajuste" no permitiría recuperar a la economía mundial del colapso financiero, aseguró ayer el canciller Héctor Timerman.
"Coordinando su posición con otros países como Brasil y los Estados Unidos, hemos defendido consistentemente durante todos estos años la postura de la necesidad de fortalecer la demanda agregada como salida para la crisis económica mundial", señaló.
El funcionario se expresó al presidir en el Palacio San Martín la apertura del Seminario "Argentina en el G20: contribuciones para una agenda global de crecimiento inclusivo", junto al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y al presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli.
"Señalamos el riesgo que representaban las políticas de austeridad en varias de las economías centrales dado que no se podía depender exclusivamente de los aportes de los países emergentes para compensar el ajuste de las economías desarrolladas", señaló. El canciller aseguró también que desde el momento que la Argentina se sumó al foro integrado por las veinte economías más importantes del mundo, impulsó discusiones tales como "la reestructuración de las deudas soberanas" y la regulación financiera para evitar las "guaridas fiscales".
Argentina, según explicó el funcionario, "es una de las principales voces cantantes y activas dentro del G20, proponiendo constantemente nuevos temas y discusiones que permitan hacer de nuestro mundo un espacio más inclusivo, justo e igualitario". Respecto de la solicitud de la Argentina con el respaldo de los BRICS y de Francia de incluir en la Declaración de los Líderes de 2014 las crisis de deuda, el funcionario dijo que fue por "la necesidad de contar con mecanismos justos, equitativos, legales y sustentables para la resolución ordenada de las reestructuraciones de deudas soberanas". "Lo que se reclama es mayor seguridad jurídica y reglas eficaces y transparentes, tanto para deudores como para acreedores, que se proteja a unos y a otros, de los agentes más recalcitrantes del sistema financiero: los fondos buitres", afirmó.
Y agregó que esos fondos especulativos "se aprovechan de los vacíos legales que ellos mismos fueron creando en las normativas internacionales y nacionales". Además, dijo que la Argentina "no dudó en llevar dicho tema también al ámbito de las Naciones Unidas, por ser el espacio universal y más democrático y representativo posible, el espacio natural para la construcción de un orden jurídico internacional justo ante un problema que afecta a la comunidad internacional en su conjunto".