El caso ocurrió pasada la medianoche del viernes, pero se informó ayer en la capital rionegrina donde tiene su base el programa Río Negro Emergencias y se atienden las llamadas al número telefónico
911 desde cualquier punto de la provincia.
Melillán recibió desde Bariloche la llamada de un hombre que, muy desesperado, pedía el envío de una ambulancia porque su bebé había dejado de respirar estando en los brazos de su mujer, que le daba el pecho.
"Hace poco tuvimos una capacitación en primeros auxilios y reanimación cardiopulmonar y puse esos conocimientos en acción, primero traté de calmarme yo para poder calmar al padre y le indiqué como hacer las compresiones y la respiración", explicó. Después de derivar el pedido de la ambulancia al hospital de Bariloche le indicó al hombre que debían recostar a la criatura sobre una superficie plana y realizarle compresión en el pecho reiterando 30 veces la operación, y luego alternando con dos respiraciones boca a boca mientras le tapaban la nariz.
"Al ratito, cuando escuché el llanto del bebé, me volvió el alma al cuerpo", agregó la mujer policía, quien contó que es mamá de tres nenas.
El caso ocurrió pasada la medianoche del viernes, pero se informó ayer en la capital rionegrina donde tiene su base el programa Río Negro Emergencias y se atienden las llamadas al número telefónico
911 desde cualquier punto de la provincia.
Melillán recibió desde Bariloche la llamada de un hombre que, muy desesperado, pedía el envío de una ambulancia porque su bebé había dejado de respirar estando en los brazos de su mujer, que le daba el pecho.
"Hace poco tuvimos una capacitación en primeros auxilios y reanimación cardiopulmonar y puse esos conocimientos en acción, primero traté de calmarme yo para poder calmar al padre y le indiqué como hacer las compresiones y la respiración", explicó. Después de derivar el pedido de la ambulancia al hospital de Bariloche le indicó al hombre que debían recostar a la criatura sobre una superficie plana y realizarle compresión en el pecho reiterando 30 veces la operación, y luego alternando con dos respiraciones boca a boca mientras le tapaban la nariz.
"Al ratito, cuando escuché el llanto del bebé, me volvió el alma al cuerpo", agregó la mujer policía, quien contó que es mamá de tres nenas.