El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó ayer por unanimidad iniciar el proceso para levantar las sanciones impuestas por el organismo internacional contra Irán por su programa nuclear, y Ban Ki-moon comprometió toda la colaboración de la organización para el buen fin del proceso.
Impulsadas por los países occidentales y con fuerte apoyo de Israel, las sanciones pretendieron (en algunos casos desde hace ya nueve años) asegurar que el programa nuclear iraní, que Teherán presentaba como pacífico, careciera de toda intención de fabricar bombas atómicas.
Las sanciones de la ONU incluyen congelación de cuentas, prohibición de viajes y sanciones económicas. El embargo de armas sigue vigente.
La resolución fue aprobada por los 5 miembros permanentes y con poder de veto del Consejo (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia) y por los 10 miembros no permanentes, que no tienen poder de veto. La reunión estuvo a cargo del representante de Nueva Zelandia, que preside el Consejo durante julio de 2015. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, señaló en un comunicado emitido por su oficina de prensa su beneplácito ante la "resolución 2231 (2015)", que "asegurará el cumplimiento del Plan Conjunto y Abarcativo de Acción (Jcpoa) sobre el programa nuclear de Irán".
"Al contener procedimientos que facilitarán su aplicación, (el Jcpoa) permitirá a todos los estados cumplir con las obligaciones acordadas en el acuerdo", agregó Ban, quien aseguró además el compromiso de la ONU para dar cualquier ayuda que hiciera falta para llevar a la práctica la resolución. Las conversaciones entre Irán y el Grupo 5+1 (los cinco miembros permanentes del Consejo más Alemania) llevaron casi dos años, y su exitosa terminación el 14 de julio pasado provocó alborozo en la población iraní.
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El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó ayer por unanimidad iniciar el proceso para levantar las sanciones impuestas por el organismo internacional contra Irán por su programa nuclear, y Ban Ki-moon comprometió toda la colaboración de la organización para el buen fin del proceso.
Impulsadas por los países occidentales y con fuerte apoyo de Israel, las sanciones pretendieron (en algunos casos desde hace ya nueve años) asegurar que el programa nuclear iraní, que Teherán presentaba como pacífico, careciera de toda intención de fabricar bombas atómicas.
Las sanciones de la ONU incluyen congelación de cuentas, prohibición de viajes y sanciones económicas. El embargo de armas sigue vigente.
La resolución fue aprobada por los 5 miembros permanentes y con poder de veto del Consejo (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia) y por los 10 miembros no permanentes, que no tienen poder de veto. La reunión estuvo a cargo del representante de Nueva Zelandia, que preside el Consejo durante julio de 2015. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, señaló en un comunicado emitido por su oficina de prensa su beneplácito ante la "resolución 2231 (2015)", que "asegurará el cumplimiento del Plan Conjunto y Abarcativo de Acción (Jcpoa) sobre el programa nuclear de Irán".
"Al contener procedimientos que facilitarán su aplicación, (el Jcpoa) permitirá a todos los estados cumplir con las obligaciones acordadas en el acuerdo", agregó Ban, quien aseguró además el compromiso de la ONU para dar cualquier ayuda que hiciera falta para llevar a la práctica la resolución. Las conversaciones entre Irán y el Grupo 5+1 (los cinco miembros permanentes del Consejo más Alemania) llevaron casi dos años, y su exitosa terminación el 14 de julio pasado provocó alborozo en la población iraní.