El juez chileno Mario Carroza resolvió ayer procesar como autores de
homicidio calificado a seis exmilitares y a un séptimo como cómplice por su responsabilidad en el caso de dos jóvenes que en 1986 fueron quemados con nafta durante una protesta contra la
dictadura de Augusto
Pinochet. El juicio fue reabierto tras las revelaciones de un exrecluta, Fernando Guzmán, quien fue testigo presencial de los hechos ocurridos el 2 de julio de 1986 y conocido como el "caso quemados". En aquella oportunidad, el fotógrafo Rodrigo Rojas De Negri, de 19 años, y la estudiante universitaria Carmen Gloria Quintana, de 18, resultaron gravemente heridos después de que fueran atacados por una patrulla militar que les roció con combustible y les prendió fuego. El muchacho murió cuatro días más tarde. Al momento de los sucesos, los jóvenes participaban en una protesta nacional convocada por la oposición a la dictadura militar de Pinochet (1973-1990) en la capital chilena, Santiago. Con las confesiones aportadas por el exconscripto, el juez Carroza ordenó el martes pasado la detención de los 7 exoficiales y suboficiales, quienes aseguran que los jóvenes se habían rociado con combustible y prendido fuego ellos mismos.