Desde lo alto, la
Amazonía parece una enorme mesa de billar. Un perfecto verdor que se ve interrumpido por peladeros y lodazales color café claro, y casitas de techos azules. Son campamentos de
minería ilegal de oro que están arrasando con este pulmón del mundo.
En una operación sin precedentes en
Perú a mediados de julio se logró eliminar 55 de estas instalaciones en la zona de La Pampa, en la región de Madre de Dios, donde unas 60.000 hectáreas de selva han sido arrasadas por la minería.
"El pasivo en nuestros recursos naturales es incalculable (...) Cada hectárea perdida representa especies únicas de flora y fauna", dijo el alto comisionado peruano contra la minería ilegal, Antonio Fernández Jeri.
El fenómeno, que en Perú tiene sus inicios en los años 1980, está extendido a lo largo de este bosque tropical en
Sudamérica, considerado el más grande del mundo. Según un estudio se ha depredado 1.680 km2 de selva tropical, debido a la minería ilegal.
"Para ello teníamos que buscar aliados estratégicos y lo hemos hecho. Tenemos una comisión técnica de trabajo con Ecuador, también con Bolivia y con Colombia. Nos falta cerrar el tema con Brasil", comentó Fernández Jeri.
Desde lo alto, la
Amazonía parece una enorme mesa de billar. Un perfecto verdor que se ve interrumpido por peladeros y lodazales color café claro, y casitas de techos azules. Son campamentos de
minería ilegal de oro que están arrasando con este pulmón del mundo.
En una operación sin precedentes en
Perú a mediados de julio se logró eliminar 55 de estas instalaciones en la zona de La Pampa, en la región de Madre de Dios, donde unas 60.000 hectáreas de selva han sido arrasadas por la minería.
"El pasivo en nuestros recursos naturales es incalculable (...) Cada hectárea perdida representa especies únicas de flora y fauna", dijo el alto comisionado peruano contra la minería ilegal, Antonio Fernández Jeri.
El fenómeno, que en Perú tiene sus inicios en los años 1980, está extendido a lo largo de este bosque tropical en
Sudamérica, considerado el más grande del mundo. Según un estudio se ha depredado 1.680 km2 de selva tropical, debido a la minería ilegal.
"Para ello teníamos que buscar aliados estratégicos y lo hemos hecho. Tenemos una comisión técnica de trabajo con Ecuador, también con Bolivia y con Colombia. Nos falta cerrar el tema con Brasil", comentó Fernández Jeri.