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Del brócoli al tomate: alimentos que protegen frente al cáncer | alimentos, antioxidantes, cáncer, cáncer de próstata, cáncer de pulmón, científicos, Consumo, enfermedad, estudios científicos

Sabado, 25 de julio de 2015 11:14
 VEGETALES OPCIONES PARA PREVENIR EL CÁNCER.
El cáncer es una enfermedad presente a nivel mundial que se relaciona con la interacción de factores genéticos y hormonales y de hábitos de vida no saludables como el consumo de tabaco o el alcohol, tensiones emocionales y una alimentación inadecuada. La naturaleza ofrece una gran variedad de alimentos que actúan como protectores frente al cáncer. No garantizan nada, pero sí pueden reducir el riesgo.
Hongos: utilizados por medicina oriental, existen estudios en China, Japón y EU sobre algunas propiedades anticancerígenas. Hongos: utilizados por medicina oriental, existen estudios en China, Japón y EU sobre algunas propiedades anticancerígenas.
Ejemplos de estos compuestos activos contra el cáncer, algunos de ellos con gran capacidad antioxidante que evitan el crecimiento y la proliferación de células tumorales, son los índoles presentes en las coles; la vitamina A de la zanahoria o el melocotón; los flavonoides de los cítricos, piña o pera; el licopeno del tomate, sandía o fresas; la presencia de antocianinas y fenoles en uvas, ciruelas o berenjenas; el alto contenido en luteolina de lechuga, melón o espinacas; el resveratrol del vino; y la lentionina de los hongos "shiitake".
El té verde también es recomendado por los médicos.
El director del Centro de investigación y desarrollo del alimento funcional (Cidaf) y también catedrático de Química Analítica de la Universidad de Granada, Alberto Fernández Gutiérrez, y el catedrático de Química Orgánica de la Universidad de Cádiz, Francisco Macías, analizaron algunos de los alimentos de consumo habitual cuyas propiedades, según diferentes estudios científicos, nos pueden proteger frente al cáncer.

Alimentos
  • Aceite de oliva virgen extra: Potente arma contra algunas líneas celulares de cáncer de mama al descubrirse que reduce de forma drástica los niveles de determinados oncogenes que están en el 30% de las pacientes que desarrollan una forma muy agresiva de la enfermedad.
  • Aloe vera: Existen estudios sobre el efecto del jugo de aloe vera puro para prevenir y atacar la fase incipiente en cáncer de pulmón y páncreas. También ayuda, en los tratamientos de quimioterapia, a curar las llagas de la boca y las capas de epidermis de estómago e intestino. Además, su alto contenido en germanio ayuda al sistema inmunológico.
  • Brócoli: Numerosos estudios demuestran que el sulforafano (reconocido científicamente como un agente quimio-protector contra el cáncer) y los isotiocianatos presentes en el brócoli pueden detener el proceso de proliferación celular de las etapas iniciales del cáncer de próstata, colon, mama, hígado, vejiga, huesos, páncreas, piel o leucemia.
  • Curcuma: Esta especie es uno de los ingredientes del curry amarillo y constituye uno de los antiinflamatorios naturales más potentes. Su principal constituyente es la curcumina. Tiene cualidades antiinflamatorias, antitrombóticas, hipocolesterolemiantes, hepatoprotectoras, antimicrobianas y antioxidantes y anticancerosas. En laboratorio se comprobó que la curcumina inhibe el crecimiento de un gran número de tumores como los de colon, hígado, estómago, mama, ovarios y leucemia, entre otros.
  • Granada: Rica en antioxidantes ayuda a prevenir el cáncer de mama. Pero también es rica en ácido cítrico (de acción desinfectante, alcaliniza la orina y potencia la acción de la vitamina C), málico, flavonoides (pigmentos de acción antioxidante) y los taninos. Estudios demostraron cómo su jugo puede ayudar a prevenir y tratar el cáncer de próstata y la osteoartritis.
  • Soja: Las mujeres de países asiáticos suelen presentar una menopausia más tardía, con menores trastornos y con un menor índice de problemas de osteoporosis, hecho que diversos estudios epidemiológicos han ligado a su alto consumo de soja, una fuente importante de vitaminas, proteínas, minerales, fibras vegetales, lípidos e isoflavonas. Sin embargo, científicamente se ha examinado minuciosamente si su uso puede estar relacionado con un aumento en el riesgo de sufrir cáncer de mama.
  • Tomate: El consumo de su compuesto activo licopeno reduce la incidencia de patologías cancerosas, sobre todo de pulmón, próstata y tracto digestivo. El licopeno y la tomatina tienen una alta capacidad antioxidante que evita que procesos de degeneración celular deriven en cáncer.
  • Cereales: La fibra del pan y cereales integrales, como el centeno, acelera el tránsito intestinal y arrastra las sustancias cancerígenas que puede haber en el conducto digestivo previniendo el cáncer de estómago y de colon. Al impedir que sean absorbidas las sustancias cancerígenas protege contra el cáncer de páncreas y de mama.


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El cáncer es una enfermedad presente a nivel mundial que se relaciona con la interacción de factores genéticos y hormonales y de hábitos de vida no saludables como el consumo de tabaco o el alcohol, tensiones emocionales y una alimentación inadecuada. La naturaleza ofrece una gran variedad de alimentos que actúan como protectores frente al cáncer. No garantizan nada, pero sí pueden reducir el riesgo.
Hongos: utilizados por medicina oriental, existen estudios en China, Japón y EU sobre algunas propiedades anticancerígenas. Hongos: utilizados por medicina oriental, existen estudios en China, Japón y EU sobre algunas propiedades anticancerígenas.
Ejemplos de estos compuestos activos contra el cáncer, algunos de ellos con gran capacidad antioxidante que evitan el crecimiento y la proliferación de células tumorales, son los índoles presentes en las coles; la vitamina A de la zanahoria o el melocotón; los flavonoides de los cítricos, piña o pera; el licopeno del tomate, sandía o fresas; la presencia de antocianinas y fenoles en uvas, ciruelas o berenjenas; el alto contenido en luteolina de lechuga, melón o espinacas; el resveratrol del vino; y la lentionina de los hongos "shiitake".
El té verde también es recomendado por los médicos.
El director del Centro de investigación y desarrollo del alimento funcional (Cidaf) y también catedrático de Química Analítica de la Universidad de Granada, Alberto Fernández Gutiérrez, y el catedrático de Química Orgánica de la Universidad de Cádiz, Francisco Macías, analizaron algunos de los alimentos de consumo habitual cuyas propiedades, según diferentes estudios científicos, nos pueden proteger frente al cáncer.

Alimentos
  • Aceite de oliva virgen extra: Potente arma contra algunas líneas celulares de cáncer de mama al descubrirse que reduce de forma drástica los niveles de determinados oncogenes que están en el 30% de las pacientes que desarrollan una forma muy agresiva de la enfermedad.
  • Aloe vera: Existen estudios sobre el efecto del jugo de aloe vera puro para prevenir y atacar la fase incipiente en cáncer de pulmón y páncreas. También ayuda, en los tratamientos de quimioterapia, a curar las llagas de la boca y las capas de epidermis de estómago e intestino. Además, su alto contenido en germanio ayuda al sistema inmunológico.
  • Brócoli: Numerosos estudios demuestran que el sulforafano (reconocido científicamente como un agente quimio-protector contra el cáncer) y los isotiocianatos presentes en el brócoli pueden detener el proceso de proliferación celular de las etapas iniciales del cáncer de próstata, colon, mama, hígado, vejiga, huesos, páncreas, piel o leucemia.
  • Curcuma: Esta especie es uno de los ingredientes del curry amarillo y constituye uno de los antiinflamatorios naturales más potentes. Su principal constituyente es la curcumina. Tiene cualidades antiinflamatorias, antitrombóticas, hipocolesterolemiantes, hepatoprotectoras, antimicrobianas y antioxidantes y anticancerosas. En laboratorio se comprobó que la curcumina inhibe el crecimiento de un gran número de tumores como los de colon, hígado, estómago, mama, ovarios y leucemia, entre otros.
  • Granada: Rica en antioxidantes ayuda a prevenir el cáncer de mama. Pero también es rica en ácido cítrico (de acción desinfectante, alcaliniza la orina y potencia la acción de la vitamina C), málico, flavonoides (pigmentos de acción antioxidante) y los taninos. Estudios demostraron cómo su jugo puede ayudar a prevenir y tratar el cáncer de próstata y la osteoartritis.
  • Soja: Las mujeres de países asiáticos suelen presentar una menopausia más tardía, con menores trastornos y con un menor índice de problemas de osteoporosis, hecho que diversos estudios epidemiológicos han ligado a su alto consumo de soja, una fuente importante de vitaminas, proteínas, minerales, fibras vegetales, lípidos e isoflavonas. Sin embargo, científicamente se ha examinado minuciosamente si su uso puede estar relacionado con un aumento en el riesgo de sufrir cáncer de mama.
  • Tomate: El consumo de su compuesto activo licopeno reduce la incidencia de patologías cancerosas, sobre todo de pulmón, próstata y tracto digestivo. El licopeno y la tomatina tienen una alta capacidad antioxidante que evita que procesos de degeneración celular deriven en cáncer.
  • Cereales: La fibra del pan y cereales integrales, como el centeno, acelera el tránsito intestinal y arrastra las sustancias cancerígenas que puede haber en el conducto digestivo previniendo el cáncer de estómago y de colon. Al impedir que sean absorbidas las sustancias cancerígenas protege contra el cáncer de páncreas y de mama.


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