El obispo César Daniel Fernández ordenará hoy como diácono al seminarista Sergio Daniel Martínez, oriundo de Perico y que se desempeñó el último año al servicio de la parroquia San Bartolomé de barrio Chijra, cuya comunidad religiosa invitó a participar de la ceremonia. La ordenación será a partir de las 10 en la Catedral Basílica, en presencia de miembros del Seminario Mayor y de los sacerdotes de la Diócesis.
inicia sesión o regístrate.
El obispo César Daniel Fernández ordenará hoy como diácono al seminarista Sergio Daniel Martínez, oriundo de Perico y que se desempeñó el último año al servicio de la parroquia San Bartolomé de barrio Chijra, cuya comunidad religiosa invitó a participar de la ceremonia. La ordenación será a partir de las 10 en la Catedral Basílica, en presencia de miembros del Seminario Mayor y de los sacerdotes de la Diócesis.
Para llegar a ser ordenado sacerdote, un seminarista primero tiene que ser ordenado diácono y ejercer su rol como tal un tiempo determinado. Martínez tiene 27 años, una edad muy temprana para la ordenación diaconal, y dentro de algunos meses espera desempeñarse como sacerdote, su vocación desde la adolescencia. Como diácono, podrá celebrar matrimonios o bautizar, pero no puede dar misas o confesiones aún.
"Aquí estoy, dispuesto a hacer tu voluntad", es el lema que escogió Sergio Martínez para ser protagonista de su ordenación, y solicitó a la comunidad orar por las vocaciones. El seminarista indicó que durante el nivel secundario muchos de sus compañeros decían que serían abogados, contadores o ejercerían profesiones más tradicionales en nuestra sociedad, mientras que Sergio un día dijo "quiero ser cura", afirmación a la que todos respondieron con un sorprendido y sostenido "¿qué?". Martínez indicó que los modelos en su vocación de servicio fueron sus familiares. El religioso tiene seis hermanos, algunos catequistas y miembro de grupos juveniles solidarios. Su madre fue legionaria, y es la que lo llevó a caminar en la vida de la Iglesia, acostumbrándolo a rezar el santo rosario en las casas, como así también a participar de la misión de las familias y a visitar geriátricos.
A finalizar el secundario, y sin tener familiares o allegados sacerdotes, Martínez decidió participar de convivencias vocacionales y fue en este momento que confirmó que quería ser sacerdote gracias a las experiencias vividas en su comunidad periqueña, "Santo Domingo". A los 17 años ingresó al Seminario Mayor "Pedro Ortiz de Zarate", donde estudió Filosofía y Teología a lo largo de siete años junto a los sacerdotes, y culminó este periodo en el 2012. "Después de caminar en la vida de la Iglesia, descubrí en mis hermanos que actualmente son sacerdotes, el servicio y la alegría", dijo a este diario.
Al finalizar su estadía en el seminario, fue designado servidor en el Obispado durante el 2013. El año pasado fue enviado a la parroquia San Bartolomé para tener un año de experiencia pastoral junto a la comunidad religiosa del barrio Chijra y sectores aledaños, sitio en el que trabajó con la pastoral de la salud visitando a los enfermos y administrándoles la comunión; acompañó actividad juveniles, participó de misiones y colaboró con la Legión de María en diversas actividades delegadas por el párroco Ricardo Quiroga, más conocido como "Cocó".
El obispo y el equipo de formadores definieron que luego de casi un año de estar en la iglesia del Chijra, ordenarían como diácono a Martínez, paso previo a sacerdote.