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El joven acusado dijo que el hecho le arruinó la vida

Sabado, 29 de agosto de 2015 00:00
COMENZÓ EL JUICIO A TRASANCOS. 
El joven que comenzó a ser juzgado ayer como acusado de haber atropellado y matado en 2013 a dos motociclistas en el barrio porteño de Flores, pidió perdón a los padres de las víctimas y dijo que el hecho le "arruinó la vida" y que siente "una culpa tremenda".
Se trata de Lucas Alberto Trasancos (27), a quien el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 porteño somete a debate por la muerte de Jacobo Ramos (21) y Viviana Alvarez (25).
Apenas se sentó ante los jueces, el imputado aseguró, entre sollozos, que intentó suicidarse por lo que había cometido y que no es "un hijo de puta al que no le importa nada".
"No soy ningún millonario, mi padre es comerciante y mi madre ama de casa. No odien al personaje que crearon", expuso apenas comenzó su declaración ante los jueces Gabriel Vega, Gustavo Valle y Gustavo Rofrano.
Luego, negó haber tenido "contactos políticos que manejaran la causa" y explicó que no le "alcanzan las palabras para pedir perdón" a los padres de los jóvenes fallecidos en el accidente.
"Yo no soy un hijo de puta al que no le importa nada. Es una locura todo lo que se dijo de mí", sostuvo el imputado.
"No vi el semáforo y no los vi a ellos. Tengo una culpa tremenda que no se me va a ir en toda mi vida. El dolor más grande es de los padres porque perdieron a sus seres queridos y entiendo eso. Pero a mí también se me arruinó la vida y a mi familia", agregó.
Luego, debido a que el imputado no aceptó contestar preguntas, los jueces escucharon a varios testigos del accidente, entre ellos a tres jóvenes que iban a bordo de un auto y vieron el siniestro desde pocos metros.
"Pasó como una bala", graficó uno los muchachos en referencia a la velocidad a la que iba el conductor del Audi TT cuando pasó junto al vehículo en el que ellos viajaban.
Una chica que estaba en el mismo auto recordó que ella gritó "¡qué hijo de puta!" y cuando todavía no lo había terminado de decir, vio cómo el auto embistió a la moto en la cuadra siguiente.
"No frenó y cuando pudo acomodar el auto después del choque, aceleró y se fue", dijo otros de los jóvenes, con lo que coincidieron todos los testigos.
Luego se exhibió en la sala de audiencias el video de la Policía Metropolitana que registró el momento exacto del choque y los testigos aseguraron que eso era lo que habían visto.
"Los argumentos que dio Trasancos quedaron deshechos con estos testimonios", aseguró a Télam, tras la audiencia, la abogada María Rosa Ballester, que representa en el juicio a la familia de Ramos.
También declaró un policía que intervino en los peritajes y aseguró que, cuando lo revisó, el Audi "tenía el motor caído", es decir que se había salido de lugar a raíz de la violencia del impacto.
Por su parte, los jueces interrogaron a los padres de Trasancos, quienes aseguraron que la madrugada del accidente llegó a su casa "muy conmocionado".
Una de las víctimas fue desplazada unos 35 metros
El hecho por el que está imputado Trasancos ocurrió el 15 de septiembre de 2013 a las 5.32, en la avenida Rivadavia al 7700, en su intersección con Cuenca, en Flores. Allí, un Audi negro conducido por Trasancos a gran velocidad embistió a Ramos y Alvarez, que circulaban a bordo de una moto.
A raíz del fuerte impacto, los motociclistas -que llevaban puestos sus cascos-, murieron: Alvarez fue desplazada 35 metros y falleció en el acto, mientras que Ramos fue atendido por una ambulancia que pasaba por el lugar, pero murió minutos después.
En tanto, el conductor siguió su camino, abandonó el rodado sobre la calle Concordia -a dos cuadras del accidente- y se escapó, pero cuatro horas más tarde se entregó.
El juicio continuará este martes a las 10, y está previsto que declare un último testigo y en la misma jornada se iniciarán los alegatos.
El fiscal Oscar Ciruzzi y la querella reclamarían que Trasancos sea condenado por "homicidio simple con dolo eventual", que tiene una pena de entre 8 y 25 años de prisión, y la defensa insistirá en que se trató de un "homicidio culposo".

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El joven que comenzó a ser juzgado ayer como acusado de haber atropellado y matado en 2013 a dos motociclistas en el barrio porteño de Flores, pidió perdón a los padres de las víctimas y dijo que el hecho le "arruinó la vida" y que siente "una culpa tremenda".
Se trata de Lucas Alberto Trasancos (27), a quien el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 porteño somete a debate por la muerte de Jacobo Ramos (21) y Viviana Alvarez (25).
Apenas se sentó ante los jueces, el imputado aseguró, entre sollozos, que intentó suicidarse por lo que había cometido y que no es "un hijo de puta al que no le importa nada".
"No soy ningún millonario, mi padre es comerciante y mi madre ama de casa. No odien al personaje que crearon", expuso apenas comenzó su declaración ante los jueces Gabriel Vega, Gustavo Valle y Gustavo Rofrano.
Luego, negó haber tenido "contactos políticos que manejaran la causa" y explicó que no le "alcanzan las palabras para pedir perdón" a los padres de los jóvenes fallecidos en el accidente.
"Yo no soy un hijo de puta al que no le importa nada. Es una locura todo lo que se dijo de mí", sostuvo el imputado.
"No vi el semáforo y no los vi a ellos. Tengo una culpa tremenda que no se me va a ir en toda mi vida. El dolor más grande es de los padres porque perdieron a sus seres queridos y entiendo eso. Pero a mí también se me arruinó la vida y a mi familia", agregó.
Luego, debido a que el imputado no aceptó contestar preguntas, los jueces escucharon a varios testigos del accidente, entre ellos a tres jóvenes que iban a bordo de un auto y vieron el siniestro desde pocos metros.
"Pasó como una bala", graficó uno los muchachos en referencia a la velocidad a la que iba el conductor del Audi TT cuando pasó junto al vehículo en el que ellos viajaban.
Una chica que estaba en el mismo auto recordó que ella gritó "¡qué hijo de puta!" y cuando todavía no lo había terminado de decir, vio cómo el auto embistió a la moto en la cuadra siguiente.
"No frenó y cuando pudo acomodar el auto después del choque, aceleró y se fue", dijo otros de los jóvenes, con lo que coincidieron todos los testigos.
Luego se exhibió en la sala de audiencias el video de la Policía Metropolitana que registró el momento exacto del choque y los testigos aseguraron que eso era lo que habían visto.
"Los argumentos que dio Trasancos quedaron deshechos con estos testimonios", aseguró a Télam, tras la audiencia, la abogada María Rosa Ballester, que representa en el juicio a la familia de Ramos.
También declaró un policía que intervino en los peritajes y aseguró que, cuando lo revisó, el Audi "tenía el motor caído", es decir que se había salido de lugar a raíz de la violencia del impacto.
Por su parte, los jueces interrogaron a los padres de Trasancos, quienes aseguraron que la madrugada del accidente llegó a su casa "muy conmocionado".
Una de las víctimas fue desplazada unos 35 metros
El hecho por el que está imputado Trasancos ocurrió el 15 de septiembre de 2013 a las 5.32, en la avenida Rivadavia al 7700, en su intersección con Cuenca, en Flores. Allí, un Audi negro conducido por Trasancos a gran velocidad embistió a Ramos y Alvarez, que circulaban a bordo de una moto.
A raíz del fuerte impacto, los motociclistas -que llevaban puestos sus cascos-, murieron: Alvarez fue desplazada 35 metros y falleció en el acto, mientras que Ramos fue atendido por una ambulancia que pasaba por el lugar, pero murió minutos después.
En tanto, el conductor siguió su camino, abandonó el rodado sobre la calle Concordia -a dos cuadras del accidente- y se escapó, pero cuatro horas más tarde se entregó.
El juicio continuará este martes a las 10, y está previsto que declare un último testigo y en la misma jornada se iniciarán los alegatos.
El fiscal Oscar Ciruzzi y la querella reclamarían que Trasancos sea condenado por "homicidio simple con dolo eventual", que tiene una pena de entre 8 y 25 años de prisión, y la defensa insistirá en que se trató de un "homicidio culposo".

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