Un video grabado de forma oculta en el interior del mayor campamento de migrantes en Hungría, en la frontera con Serbia, muestra las condiciones “inhumanas” en las que se distribuye la comida.
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Un video grabado de forma oculta en el interior del mayor campamento de migrantes en Hungría, en la frontera con Serbia, muestra las condiciones “inhumanas” en las que se distribuye la comida.
Este video, filmado en secreto por una voluntaria austríaca que acudió el miércoles al campo de Roszke, muestra a unos 150 migrantes dentro de un cercado en el interior de una gran sala, empujándose por intentar hacerse de una de las bolsas con comida que les lanzan los policías húngaros, ataviados con cascos y mascarillas. Entre la caótica multitud, se ve a mujeres y niños tratando de atrapar uno de los panes que atraviesan volando el recinto, mientras que aquellos que están más al fondo escalan la valla del cercado para atraer la atención de los que distribuyen la comida.
"Era como alimentar a animales encerrados en un coto, como un Guantánamo en Europa", declaró Klaus Kufner, cuya colega, Michaela Spritzendorfer, grabó la secuencia, difundida ayer por Youtube. Ambos, junto con otros voluntarios, viajaron al campamento para llevar comida, ropa y medicamentos.
"Era inhumano y eso también muestra algo de esta gente (los migrantes), que no se pelearon por la comida, mientras que manifiestamente tenían hambre", comentó Spritzendorfer.
El martes, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) había criticado las duras condiciones que se viven en el campo de Roszke, mientras Hungría intenta hacer frente al flujo récord de migrantes que atraviesan sus fronteras en su camino hacia Europa Occidental.
El Gobierno conservador terminó de construir a finales de agosto una alambrada a lo largo de su frontera de 175 kilómetros con Serbia, pero esto no parece ser un obstáculo para la llegada de los migrantes.
Una nueva barrera, de cuatro metros de alto, está levantándose y debería estar terminada a finales de octubre o principios de noviembre.
4.000 soldados alemanes
Unos 4.000 soldados alemanes están listos para ser movilizados durante el fin de semana, con el fin de "ayudar en casos de emergencia", ante la llegada masiva de refugiados a Alemania, indicó ayer la ministra de Defensa Ursula von der Leyen.
"Sólo por el fin de semana, unos 4.000 soldados de la Bundeswehr (el ejército alemán) están dispuestos a ser movilizados", indicó e insistió sobre el hecho de que no serían llamados en refuerzo, sino en caso "de urgencia" en el marco de la ayuda y atención a los refugiados.
Sirios cruzan el Ártico en bicicleta
Según la policía noruega, desde principios de 2015 más de 200 refugiados sirios han cruzado la frontera entre Rusia y Noruega por el Ártico en bicicleta.
Este largo desvío a través de territorios con fama de poco hospitalarios les abre las puertas de Europa ahorrándoles los peligros que enfrentan las miles de personas que cruzan el Mediterráneo cada día a bordo de frágiles embarcaciones sobrecargadas para alcanzar el continente.
Más de 380.000 migrantes y refugiados llegaron por mar al viejo continente desde enero y 2.850 murieron o desaparecieron, según las cifras de la ONU.
"Por mar es peligroso", explicó Ahmad Taleb, un kurdo sirio de 25 años, en el centro de tránsito de Refstad por el que pasan todos los migrantes después de haberse registrado en los servicios especializados de la policía.
"Pero si compras un visado para Rusia, pagas y vas. Así, es más rápido y más seguro", agregó el joven, que aseguró haber dejado Kobane hace siete días, una ciudad arrasada por los combates entre los kurdos y los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI), finalmente expulsados de la localidad en junio.
Tras un viaje en avión hacia Moscú, los candidatos al exilio se desplazan generalmente hasta Murmansk, en el noroeste de Rusia, en tren. Desde allí, van a Nikel, a kilómetros de Noruega, donde compran una bicicleta para atravesar la frontera.