"Sabemos que el futuro de la Iglesia, en una sociedad que cambia rápidamente, reclama ya desde ahora una participación de los laicos mucho más activa", subrayó el sumo pontífice argentino en la Basílica de San Pedro y San Pablo ante numerosos representantes del clero.
"Nuestro reto hoy es construir y fomentar un sentido de colaboración y de responsabilidad en la planificación del futuro de nuestras parroquias", precisó Francisco.
Por el constante fervor popular, el centro de Filadelfia, ciudad de la costa este a medio camino entre Nueva York y Washington, estaba completamente cerrado al tráfico desde la noche del viernes con militares y policías casi en cada esquina.
La salud de Francisco
El papa Francisco sufre de la cadera y es sometido a sesiones "regulares de fisioterapia", reconoció ayer en Filadelfia (este de
Estados Unidos) el portavoz de la Santa Sede, consultado sobre la cada vez más visible renguera del pontífice.
"El Papa sufre de problemas en el movimiento de sus piernas. Algunos días está mejor que otros. Durante un viaje como este, en el que debe desplazarse a menudo, está un poco fatigado físicamente. Es normal. Pero felizmente duerme muy bien", precisó el padre Federico Lombardi, consultado en una conferencia de prensa.
A sus 78 años, el Papa, que realiza un viaje de ocho días por Cuba y Estados Unidos, camina lentamente y rengueando. Cuando sube o baja escalones cerca de un altar o en un atrio, uno de los sacerdotes que lo acompañan a menudo lo toma discretamente del brazo para ayudarlo. Pero a él no parece gustarle mucho esta ayuda.
Desbordante de energía, Jorge Bergoglio se levanta a las 4 o 5 de la mañana y cumple en el Vaticano un programa de trabajo intenso. Sus viajes son aún más agotadores.
"Sabemos que el futuro de la Iglesia, en una sociedad que cambia rápidamente, reclama ya desde ahora una participación de los laicos mucho más activa", subrayó el sumo pontífice argentino en la Basílica de San Pedro y San Pablo ante numerosos representantes del clero.
"Nuestro reto hoy es construir y fomentar un sentido de colaboración y de responsabilidad en la planificación del futuro de nuestras parroquias", precisó Francisco.
Por el constante fervor popular, el centro de Filadelfia, ciudad de la costa este a medio camino entre Nueva York y Washington, estaba completamente cerrado al tráfico desde la noche del viernes con militares y policías casi en cada esquina.
La salud de Francisco
El papa Francisco sufre de la cadera y es sometido a sesiones "regulares de fisioterapia", reconoció ayer en Filadelfia (este de
Estados Unidos) el portavoz de la Santa Sede, consultado sobre la cada vez más visible renguera del pontífice.
"El Papa sufre de problemas en el movimiento de sus piernas. Algunos días está mejor que otros. Durante un viaje como este, en el que debe desplazarse a menudo, está un poco fatigado físicamente. Es normal. Pero felizmente duerme muy bien", precisó el padre Federico Lombardi, consultado en una conferencia de prensa.
A sus 78 años, el Papa, que realiza un viaje de ocho días por Cuba y Estados Unidos, camina lentamente y rengueando. Cuando sube o baja escalones cerca de un altar o en un atrio, uno de los sacerdotes que lo acompañan a menudo lo toma discretamente del brazo para ayudarlo. Pero a él no parece gustarle mucho esta ayuda.
Desbordante de energía, Jorge Bergoglio se levanta a las 4 o 5 de la mañana y cumple en el Vaticano un programa de trabajo intenso. Sus viajes son aún más agotadores.