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Rechazan investigar a más personas

Domingo, 06 de septiembre de 2015 01:30
La jueza a cargo de la causa por el crimen del niño de 5 años, que hace tres meses murió al recibir una paliza en su casa del barrio porteño de Flores, rechazó que se investigue la responsabilidad del padre biológico, la niñera, la maestra y la directora del jardín y cinco vecinos del chico, ante la sospecha de que conocían los maltratos y no hicieron nada para evitarlos o denunciarlos.
Fuentes judiciales informaron que la decisión fue adoptada por la jueza de instrucción Silvia Ramond, quien consideró que por el momento sólo hay elementos para imputar en el expediente al padrastro de Agustín Marrero, Leandro Sarli (33) y a su madre, Bárbara González (30).
La magistrada se pronunció de esta manera luego de que el fiscal Sandro Abraldes, al pedir la elevación a juicio de la causa, sostuvo que hubo una situación de "pasividad" por parte de personas que percibieron los hechos de maltrato, y consideró que "la de Agustín era, evidentemente, una muerte anunciada".
En la resolución a la que accedió Télam, Ramond entendió que "conforme el estado en el que se encuentran las actuaciones, impide, de momento, considerar que la extracción de testimonios respecto de aquellas personas identificadas como posibles incursos en algún delito penal, luzca aconsejada".
Por el contrario, la magistrada afirmó que gracias a las declaraciones brindadas por las personas a las que el fiscal acusa pudo "reconstruirse el acontecimiento histórico respecto de la dramática situación en la que se encontraba la víctima".
No obstante, dijo que en caso de que el criterio esbozado por el fiscal resulte factible, la decisión de investigar a estos testigos puede ser ordenada por el tribunal oral que realice el juicio por el caso.
Al referirse al padre de Agustín, Marcos Javier Marrero, la jueza señaló que "analizar una presunta conducta delictual en la que aquél pudiera haber incurrido, no resulta de ningún modo viable".
Ramond recordó que Marrero, que al momento del crimen vivía en Villa Gesell, no contaba con la tenencia legal de Agustín porque ésta se le había otorgado a la madre, quien era "la verdadera poseedora de la facultad y deber de obrar para evitar el resultado lesivo" contra el niño. La jueza sostuvo que cuando la madre inició una relación con Sarli se mudó a la Capital Federal y "se colocó fuera de esfera de custodia del padre del niño", por lo que no hay motivo para sospechar de Marrero.
Sistemáticos episodios de maltrato
Abraldes dio por probado que el domingo 7 de junio pasado, entre las 10 y las 15 -día en el que el principal imputado cumplía 33 años-, Agustín estaba al cuidado de su padrastro en el departamento de la planta baja "3" del edificio situado en Yerbal 2745, de Flores, donde la pareja y sus hijos convivían desde diciembre de 2014.
El representante del Ministerio Público afirmó que Sarli emprendió "una nueva y feroz agresión" contra Agustín quien según las constancias de la causa venía padeciendo "sistemáticos episodios de maltrato infantil". En uno de ellos Sarli agredió al nene y le provocó la caída de tres dientes.
Basándose en ese hecho, el fiscal requirió que se investigue la responsabilidad penal del padre, la niñera, la maestra y la directora del jardín al que iba el nene y cinco vecinos por haber omitido denunciar que el niño era golpeado.
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La jueza a cargo de la causa por el crimen del niño de 5 años, que hace tres meses murió al recibir una paliza en su casa del barrio porteño de Flores, rechazó que se investigue la responsabilidad del padre biológico, la niñera, la maestra y la directora del jardín y cinco vecinos del chico, ante la sospecha de que conocían los maltratos y no hicieron nada para evitarlos o denunciarlos.
Fuentes judiciales informaron que la decisión fue adoptada por la jueza de instrucción Silvia Ramond, quien consideró que por el momento sólo hay elementos para imputar en el expediente al padrastro de Agustín Marrero, Leandro Sarli (33) y a su madre, Bárbara González (30).
La magistrada se pronunció de esta manera luego de que el fiscal Sandro Abraldes, al pedir la elevación a juicio de la causa, sostuvo que hubo una situación de "pasividad" por parte de personas que percibieron los hechos de maltrato, y consideró que "la de Agustín era, evidentemente, una muerte anunciada".
En la resolución a la que accedió Télam, Ramond entendió que "conforme el estado en el que se encuentran las actuaciones, impide, de momento, considerar que la extracción de testimonios respecto de aquellas personas identificadas como posibles incursos en algún delito penal, luzca aconsejada".
Por el contrario, la magistrada afirmó que gracias a las declaraciones brindadas por las personas a las que el fiscal acusa pudo "reconstruirse el acontecimiento histórico respecto de la dramática situación en la que se encontraba la víctima".
No obstante, dijo que en caso de que el criterio esbozado por el fiscal resulte factible, la decisión de investigar a estos testigos puede ser ordenada por el tribunal oral que realice el juicio por el caso.
Al referirse al padre de Agustín, Marcos Javier Marrero, la jueza señaló que "analizar una presunta conducta delictual en la que aquél pudiera haber incurrido, no resulta de ningún modo viable".
Ramond recordó que Marrero, que al momento del crimen vivía en Villa Gesell, no contaba con la tenencia legal de Agustín porque ésta se le había otorgado a la madre, quien era "la verdadera poseedora de la facultad y deber de obrar para evitar el resultado lesivo" contra el niño. La jueza sostuvo que cuando la madre inició una relación con Sarli se mudó a la Capital Federal y "se colocó fuera de esfera de custodia del padre del niño", por lo que no hay motivo para sospechar de Marrero.
Sistemáticos episodios de maltrato
Abraldes dio por probado que el domingo 7 de junio pasado, entre las 10 y las 15 -día en el que el principal imputado cumplía 33 años-, Agustín estaba al cuidado de su padrastro en el departamento de la planta baja "3" del edificio situado en Yerbal 2745, de Flores, donde la pareja y sus hijos convivían desde diciembre de 2014.
El representante del Ministerio Público afirmó que Sarli emprendió "una nueva y feroz agresión" contra Agustín quien según las constancias de la causa venía padeciendo "sistemáticos episodios de maltrato infantil". En uno de ellos Sarli agredió al nene y le provocó la caída de tres dientes.
Basándose en ese hecho, el fiscal requirió que se investigue la responsabilidad penal del padre, la niñera, la maestra y la directora del jardín al que iba el nene y cinco vecinos por haber omitido denunciar que el niño era golpeado.