Ayer se llevó a cabo una nueva edición del "Encuentro de Copleros" en Purmamarca, que reunió a más de seiscientos cantores y cantoras que se congregaron para expresar, a través de los versos de la copla, la identidad y la cultura de los pueblos de la Quebrada y de la provincia.
33 años de resistencia y lucha pasaron desde aquel enero de 1983, año en que los vecinos realizaron por primera vez este evento que hoy ya es reconocido a nivel nacional por su esencia no comercial y no lucrativa.
En la madrugada la lluvia amenazó con empañar este hecho cultural, aunque claro que para los visitantes, porque los copleros cantan aún debajo de una tormenta. Pero el sol salió un poco antes del mediodía, justo en el momento en que los copleros comenzaban a llegar.
Con sus cajas y sombreros coloridos, el erke, el poncho y algunos con una hojita de albahaca entraron para adueñarse de la Plaza 9 de Julio, y allí ser el centro de atención de cientos de vecinos y turistas que quedaron admirados y que no paraban de guardar esos momentos en sus cámaras fotográficas.
Los saludos se tradujeron en coplas y ellas simbolizaron el afecto de no verse hace un año, porque muchos manifiestan que en este lugar es donde vuelven a encontrarse con los compañeros y amigos.
Cerca de las 12.30 los copleros partieron hacia el Club Santa Rosa, donde los organizadores los esperaban para compartir un riquísimo almuerzo, gracias al aporte de muchos vecinos y por supuesto degustaron los 600 litros de chicha que fueron preparados semanas antes.
No pasó mucho y enseguida las ruedas se armaron con copleros de distintos puntos de la provincia. Llegaron desde Humahuaca, Chorrillos, Juella, Iruya, Tilcara, Maimará, Tumbaya, Bárcena, Abra Pampa, Huacalera, Laguna de Tesorero, San Salvador de Jujuy y hasta de la provincia de Tucumán.
No hace falta nada más que una copla bien concertada para participar de este espacio destinado a la cultura y donde los versos se unen en los sentimientos. Visitantes y turistas permanecieron horas escuchando y soltando algunas risas por los tonos picarescos de algunas.
Se escucharon las de amor, desprecio, las que hablan del quehacer cotidiano, de política y no podían faltar los tradicionales contrapuntos entre hombre y mujeres. Quienes pueden mantener horas de contrapunto son los que aman la copla, los que viven con ellas y en el corazón guardan los versos y otros que pueden imaginarlos y concertarlos al instante.
La coordinadora del 33º Encuentro de Copleros, Selva Vilte, se mostró muy contenta por la convocatoria y expresó que "estamos muy orgullosos por el gran trabajo que hicimos en estos años, porque hoy la juventud tomó la posta en la organización y ello significa que pudimos transmitir el orgullo de la copla".
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
Ayer se llevó a cabo una nueva edición del "Encuentro de Copleros" en Purmamarca, que reunió a más de seiscientos cantores y cantoras que se congregaron para expresar, a través de los versos de la copla, la identidad y la cultura de los pueblos de la Quebrada y de la provincia.
33 años de resistencia y lucha pasaron desde aquel enero de 1983, año en que los vecinos realizaron por primera vez este evento que hoy ya es reconocido a nivel nacional por su esencia no comercial y no lucrativa.
En la madrugada la lluvia amenazó con empañar este hecho cultural, aunque claro que para los visitantes, porque los copleros cantan aún debajo de una tormenta. Pero el sol salió un poco antes del mediodía, justo en el momento en que los copleros comenzaban a llegar.
Con sus cajas y sombreros coloridos, el erke, el poncho y algunos con una hojita de albahaca entraron para adueñarse de la Plaza 9 de Julio, y allí ser el centro de atención de cientos de vecinos y turistas que quedaron admirados y que no paraban de guardar esos momentos en sus cámaras fotográficas.
Los saludos se tradujeron en coplas y ellas simbolizaron el afecto de no verse hace un año, porque muchos manifiestan que en este lugar es donde vuelven a encontrarse con los compañeros y amigos.
Cerca de las 12.30 los copleros partieron hacia el Club Santa Rosa, donde los organizadores los esperaban para compartir un riquísimo almuerzo, gracias al aporte de muchos vecinos y por supuesto degustaron los 600 litros de chicha que fueron preparados semanas antes.
No pasó mucho y enseguida las ruedas se armaron con copleros de distintos puntos de la provincia. Llegaron desde Humahuaca, Chorrillos, Juella, Iruya, Tilcara, Maimará, Tumbaya, Bárcena, Abra Pampa, Huacalera, Laguna de Tesorero, San Salvador de Jujuy y hasta de la provincia de Tucumán.
No hace falta nada más que una copla bien concertada para participar de este espacio destinado a la cultura y donde los versos se unen en los sentimientos. Visitantes y turistas permanecieron horas escuchando y soltando algunas risas por los tonos picarescos de algunas.
Se escucharon las de amor, desprecio, las que hablan del quehacer cotidiano, de política y no podían faltar los tradicionales contrapuntos entre hombre y mujeres. Quienes pueden mantener horas de contrapunto son los que aman la copla, los que viven con ellas y en el corazón guardan los versos y otros que pueden imaginarlos y concertarlos al instante.
La coordinadora del 33º Encuentro de Copleros, Selva Vilte, se mostró muy contenta por la convocatoria y expresó que "estamos muy orgullosos por el gran trabajo que hicimos en estos años, porque hoy la juventud tomó la posta en la organización y ello significa que pudimos transmitir el orgullo de la copla".