Los condenados Christian Lanatta y Víctor Schillaci fueron encontrados ayer con signos de deshidratación, hambrientos, con quemaduras por el sol y armados, al momento de ser arrestados en una arrocera de la localidad santafesina de Cayastá.
inicia sesión o regístrate.
Los condenados Christian Lanatta y Víctor Schillaci fueron encontrados ayer con signos de deshidratación, hambrientos, con quemaduras por el sol y armados, al momento de ser arrestados en una arrocera de la localidad santafesina de Cayastá.
Las condiciones físicas en las que fueron hallados los prófugos fueron certificadas por los médicos que los revisaron antes de ser trasladados desde Santa Fe a Buenos Aires, para presentarse ante el juez federal Sergio Torres en los Tribunales de Comodoro Py.
Tras ser recapturado, lo primero que hizo Cristian Lanatta fue preguntar qué había sido de su hermano, ya que no sabía si estaba vivo o muerto. "Lo primero que hicieron, además de pedir agua, fue preguntar qué había pasado con él", explicaron los efectivos que llevaron adelante la detención.
Según los investigadores, los dos prófugos volvieron a la zona donde había sido capturado Martín Lanatta luego del accidente automovilístico que sufrieron, ya que querían saber qué había sido de él tras separarse.
Tras la requisa, se pudo comprobar que tenían en su poder dos 9 milímetros, un arma larga Colt, un FNK 3 y un FAL, además de municiones y 196 dólares y 36 pesos.
Con un fuerte operativo, Cristian Lanatta y Schillaci fueron trasladados a la comisaría 5ta. de Cayastá y luego por tierra y aire hasta los tribunales porteños de Comodoro Py, donde quedaron a disposición del juez federal Sergio Torres.
Humberto Próspero, uno de los abogados defensores, informó a la prensa que en la audiencia ante el magistrado, los dos recapturados "agradecieron al juez y a las fuerzas de seguridad que están con vida".
Schillaci también le manifestó al magistrado que tiene "miedo de que lo maten dentro de un penal".
Tras la audiencia, los detenidos fueron alojados en la cárcel federal de Ezeiza, donde también se encuentra Martín Lanatta.