A la vez, el funcionario advirtió que el centro cultural "tuvo un parto prematuro", ya que "la obra está claramente sin terminar y los equipamientos de luces y sonido y los tableros eléctricos no están instalados".
En declaraciones radiales, consideró que "se inauguró antes de tiempo por las necesidades políticas de la presidenta saliente".
Sobre los 600 despedidos, aclaró que estaban contratados a través de universidades, en tanto que a los empleados que estaban vinculados directamente al centro se les renovó "por uno o por tres meses".
Por su parte, la secretaria de Contenidos y número dos de Lombardi, Gabriela Ricardes, aseguró que "hay que refundar" el espacio, por lo que han "decidido repensar de cero este proyecto". "Hay que refundar el Centro Cultural Kirchner e invitar al ciudadano más allá de su ideología", consideró la funcionaria.
Además, Ricardes indicó que había personal que figuraba en listas que "no se podía encontrar". "Caducaron asistencias técnicas que el Estado pedía a las universidades, por las cuales las universidades contrataban a gente. Eso terminó el 31 de diciembre y decidimos no renovarlo", explicó, luego de la protesta que protagonizaron este martes los exempleados en el ingreso al edificio.
Según subrayó, "el centro cultural no tenía director, no tenía organigrama y no tenía programación".
"En ese marco, fuimos relevando los empleados que habían. Había mucha gente que figuraba listas pero que la íbamos a buscar y no la podíamos encontrar nunca", afirmó.
"Vamos a hacer un receso en el verano y volveremos a convocar a la gente que creamos que es interesante para integrar el nuevo proyecto. Seguramente va a haber gente que ya trabajo y va a haber gente nueva también", aseguró Ricardes.
A la vez, el funcionario advirtió que el centro cultural "tuvo un parto prematuro", ya que "la obra está claramente sin terminar y los equipamientos de luces y sonido y los tableros eléctricos no están instalados".
En declaraciones radiales, consideró que "se inauguró antes de tiempo por las necesidades políticas de la presidenta saliente".
Sobre los 600 despedidos, aclaró que estaban contratados a través de universidades, en tanto que a los empleados que estaban vinculados directamente al centro se les renovó "por uno o por tres meses".
Por su parte, la secretaria de Contenidos y número dos de Lombardi, Gabriela Ricardes, aseguró que "hay que refundar" el espacio, por lo que han "decidido repensar de cero este proyecto". "Hay que refundar el Centro Cultural Kirchner e invitar al ciudadano más allá de su ideología", consideró la funcionaria.
Además, Ricardes indicó que había personal que figuraba en listas que "no se podía encontrar". "Caducaron asistencias técnicas que el Estado pedía a las universidades, por las cuales las universidades contrataban a gente. Eso terminó el 31 de diciembre y decidimos no renovarlo", explicó, luego de la protesta que protagonizaron este martes los exempleados en el ingreso al edificio.
Según subrayó, "el centro cultural no tenía director, no tenía organigrama y no tenía programación".
"En ese marco, fuimos relevando los empleados que habían. Había mucha gente que figuraba listas pero que la íbamos a buscar y no la podíamos encontrar nunca", afirmó.
"Vamos a hacer un receso en el verano y volveremos a convocar a la gente que creamos que es interesante para integrar el nuevo proyecto. Seguramente va a haber gente que ya trabajo y va a haber gente nueva también", aseguró Ricardes.