Como indica la creencia, el primero de noviembre comienza la celebración y los festejos en honor a los difuntos. Se dice que el 1 de este mes, las almas llegan a visitar a su familiares. Siguiendo esta tradición, las familias se reúnen en una casa días antes a rezar la novena por sus difuntos. También preparan panes en formas de escaleritas, cruces y animales para ofrendar a las almas. Así, las ofrendas, que son todas las cosas que al difunto le gustaba comer y beber como chicha, locro, picante, asado, vino, panes, dulces, coca, son colocados en una mesa adornada especialmente para esta ocasión.
Las ofrendas se colocan el 1 de noviembre y permanecen en la mesa principal de las casas hasta el día siguiente. Ese día, parientes y amigos concurren al cementerio a dejar flores, encender velas y a orar en las tumbas de los difuntos. Posteriormente se realiza el reparto, una práctica que consiste en consumir entre familiares y amigos lo que él o los difuntos dejaron tras su visita.
Ayer, muchos humahuaqueños participaron de la misa celebrada durante la mañana en el cementerio local, oficiada por el padre Ricardo Aparicio quien explicó que "el sentido profundo de este día es la creencia en la resurrección, en la vida eterna. Las ofrendas expresan esa familiaridad con nuestros difuntos, como que participamos con ellos en la mesa compartiendo aquellas cosas que más les gustaban".
Durante la tarde, se celebró otra misa en la Catedral Nuestra Señora de la Candelaria.
Sin dudas, el Día de los Fieles Difuntos sigue manifestándose con un profundo sentido religioso en la ciudad quebradeña en el que cientos de familias llegaron al cementerio a acompañar a sus difuntos y a rezar por ellos.
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Como indica la creencia, el primero de noviembre comienza la celebración y los festejos en honor a los difuntos. Se dice que el 1 de este mes, las almas llegan a visitar a su familiares. Siguiendo esta tradición, las familias se reúnen en una casa días antes a rezar la novena por sus difuntos. También preparan panes en formas de escaleritas, cruces y animales para ofrendar a las almas. Así, las ofrendas, que son todas las cosas que al difunto le gustaba comer y beber como chicha, locro, picante, asado, vino, panes, dulces, coca, son colocados en una mesa adornada especialmente para esta ocasión.
Las ofrendas se colocan el 1 de noviembre y permanecen en la mesa principal de las casas hasta el día siguiente. Ese día, parientes y amigos concurren al cementerio a dejar flores, encender velas y a orar en las tumbas de los difuntos. Posteriormente se realiza el reparto, una práctica que consiste en consumir entre familiares y amigos lo que él o los difuntos dejaron tras su visita.
Ayer, muchos humahuaqueños participaron de la misa celebrada durante la mañana en el cementerio local, oficiada por el padre Ricardo Aparicio quien explicó que "el sentido profundo de este día es la creencia en la resurrección, en la vida eterna. Las ofrendas expresan esa familiaridad con nuestros difuntos, como que participamos con ellos en la mesa compartiendo aquellas cosas que más les gustaban".
Durante la tarde, se celebró otra misa en la Catedral Nuestra Señora de la Candelaria.
Sin dudas, el Día de los Fieles Difuntos sigue manifestándose con un profundo sentido religioso en la ciudad quebradeña en el que cientos de familias llegaron al cementerio a acompañar a sus difuntos y a rezar por ellos.