Con motivo de celebrarse este domingo la Navidad, el obispo de la Diócesis César Fernández presentó el mensaje navideño para la comunidad, redactado por su persona y el obispo de la Prelatura de Humahuaca, Pedro Olmedo. Este año apuntaron a prevenir los suicidios, por el alto número de casos registrados en nuestra provincia, y a reflexionar también sobre la violencia y las adicciones.
"Hay cosas que no se solucionan fácil y hay mucho por hacer, el espíritu de la Navidad nos tiene que ayudar a aclarar nuestra mente y purificar nuestro corazón para sentir que todos somos necesarios en la sociedad, en nuestra familia y en nuestra patria", dijo el obispo de la diócesis.
Monseñor Fernández presentó ayer su mensaje a la prensa y en primera instancia expresó su preocupación por el suicidio, especialmente en los jóvenes, y reconoció que existe debilidad en la contención que se le brinda al prójimo.
En este sentido invitó a los familiares y amigos de personas que se quitaron la vida a entregar a la misericordia de Dios los sufrimientos y la vida de quien fuese víctima tanto del suicidio, como de la violencia o las drogas. "Quizás estamos pasando un momento de desesperación y angustia que no podemos comprender, los invitamos a confiar ese hecho inexplicable a la misericordia de Dios", indicaron Fernández y Olmedo en el escrito.
Los sacerdotes además indicaron que es tiempo de perdonar a otros y también perdonarse a uno mismo, y recomendaron la escucha, el habla, las visitas y ánimos, para compartir las alegrías y sufrimientos de los más necesitados. "Cuando alguien tenga problemas, busquemos soluciones juntos", dijo el obispo.
En segundo término, los obispos aconsejaron buscar ayuda en un familiar, amigo, compañero, profesional, la Iglesia o cualquier institución que pueda colaborar a quienes se encuentren atravesando situaciones difíciles. "El primer paso es pedir ayuda y poder comunicar lo que estás viviendo, así como lo sientes. Es necesario que puedas abrir la herida a alguien para que pueda ser aliviada y curada", indicaron.
Por último, se dirigieron a funcionarios, profesiones, comunicadores, educadores, religiosos y toda la comunidad a "ser cuidadores y pastores de la vida".
"Hay cosas que no se solucionan fácil y hay mucho por hacer, el espíritu de la Navidad nos tiene que ayudar a aclarar nuestra mente y purificar nuestro corazón para sentir que todos somos necesarios en la sociedad, en nuestra familia y en nuestra patria", dijo el obispo de la diócesis.
Monseñor Fernández presentó ayer su mensaje a la prensa y en primera instancia expresó su preocupación por el suicidio, especialmente en los jóvenes, y reconoció que existe debilidad en la contención que se le brinda al prójimo.
En este sentido invitó a los familiares y amigos de personas que se quitaron la vida a entregar a la misericordia de Dios los sufrimientos y la vida de quien fuese víctima tanto del suicidio, como de la violencia o las drogas. "Quizás estamos pasando un momento de desesperación y angustia que no podemos comprender, los invitamos a confiar ese hecho inexplicable a la misericordia de Dios", indicaron Fernández y Olmedo en el escrito.
Los sacerdotes además indicaron que es tiempo de perdonar a otros y también perdonarse a uno mismo, y recomendaron la escucha, el habla, las visitas y ánimos, para compartir las alegrías y sufrimientos de los más necesitados. "Cuando alguien tenga problemas, busquemos soluciones juntos", dijo el obispo.
En segundo término, los obispos aconsejaron buscar ayuda en un familiar, amigo, compañero, profesional, la Iglesia o cualquier institución que pueda colaborar a quienes se encuentren atravesando situaciones difíciles. "El primer paso es pedir ayuda y poder comunicar lo que estás viviendo, así como lo sientes. Es necesario que puedas abrir la herida a alguien para que pueda ser aliviada y curada", indicaron.
Por último, se dirigieron a funcionarios, profesiones, comunicadores, educadores, religiosos y toda la comunidad a "ser cuidadores y pastores de la vida".
"No debe abandonarse el diálogo"
Sobre la situación social de la provincia, especialmente la de los gremios, el obispo indicó que nunca debe abandonarse el camino del dialogo y del entendimiento para que cada parte pueda comprender la situación del otro.
Fernández manifestó que todos saben que las cosas "no cambian de la noche a la mañana", pero se debe tener la esperanza de que exista un camino a transitar paso a paso.
Sobre la economía, monseñor indicó que el 2016 fue un "año duro", especialmente para los trabajadores, por lo que llamó a consolidar un plan razonable que pueda llevar a superar las dificultades. "La pobreza no puede ir creciendo más", opinó además monseñor, y agregó que no se puede salir de situaciones difíciles a través de la acción de un sector aislado, sino que se debe trabajar de manera conjunta para planificar nuevas políticas.
En cuanto a la reciente recepción del Papa a la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, monseñor aseguró que el Papa siempre está atento a la realidad del país y que en la medida que puede, recibe a quienes solicitan verlo por vocación de ayudar.
Monseñor comparó la situación del Papa con la de su rol como obispo y expresó: "piensen lo que me pasa a mí, recibo y escucho a gente con diferentes orientaciones y de partidos políticos, y es bueno escucharlos", opinó Fernández.
"El hecho de que uno hable con un partido político no significa que sea yo de ese partido político o de otro, necesariamente tiene que ser prescindente", concluyó monseñor.
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Con motivo de celebrarse este domingo la Navidad, el obispo de la Diócesis César Fernández presentó el mensaje navideño para la comunidad, redactado por su persona y el obispo de la Prelatura de Humahuaca, Pedro Olmedo. Este año apuntaron a prevenir los suicidios, por el alto número de casos registrados en nuestra provincia, y a reflexionar también sobre la violencia y las adicciones.
"Hay cosas que no se solucionan fácil y hay mucho por hacer, el espíritu de la Navidad nos tiene que ayudar a aclarar nuestra mente y purificar nuestro corazón para sentir que todos somos necesarios en la sociedad, en nuestra familia y en nuestra patria", dijo el obispo de la diócesis.
Monseñor Fernández presentó ayer su mensaje a la prensa y en primera instancia expresó su preocupación por el suicidio, especialmente en los jóvenes, y reconoció que existe debilidad en la contención que se le brinda al prójimo.
En este sentido invitó a los familiares y amigos de personas que se quitaron la vida a entregar a la misericordia de Dios los sufrimientos y la vida de quien fuese víctima tanto del suicidio, como de la violencia o las drogas. "Quizás estamos pasando un momento de desesperación y angustia que no podemos comprender, los invitamos a confiar ese hecho inexplicable a la misericordia de Dios", indicaron Fernández y Olmedo en el escrito.
Los sacerdotes además indicaron que es tiempo de perdonar a otros y también perdonarse a uno mismo, y recomendaron la escucha, el habla, las visitas y ánimos, para compartir las alegrías y sufrimientos de los más necesitados. "Cuando alguien tenga problemas, busquemos soluciones juntos", dijo el obispo.
En segundo término, los obispos aconsejaron buscar ayuda en un familiar, amigo, compañero, profesional, la Iglesia o cualquier institución que pueda colaborar a quienes se encuentren atravesando situaciones difíciles. "El primer paso es pedir ayuda y poder comunicar lo que estás viviendo, así como lo sientes. Es necesario que puedas abrir la herida a alguien para que pueda ser aliviada y curada", indicaron.
Por último, se dirigieron a funcionarios, profesiones, comunicadores, educadores, religiosos y toda la comunidad a "ser cuidadores y pastores de la vida".
"Hay cosas que no se solucionan fácil y hay mucho por hacer, el espíritu de la Navidad nos tiene que ayudar a aclarar nuestra mente y purificar nuestro corazón para sentir que todos somos necesarios en la sociedad, en nuestra familia y en nuestra patria", dijo el obispo de la diócesis.
Monseñor Fernández presentó ayer su mensaje a la prensa y en primera instancia expresó su preocupación por el suicidio, especialmente en los jóvenes, y reconoció que existe debilidad en la contención que se le brinda al prójimo.
En este sentido invitó a los familiares y amigos de personas que se quitaron la vida a entregar a la misericordia de Dios los sufrimientos y la vida de quien fuese víctima tanto del suicidio, como de la violencia o las drogas. "Quizás estamos pasando un momento de desesperación y angustia que no podemos comprender, los invitamos a confiar ese hecho inexplicable a la misericordia de Dios", indicaron Fernández y Olmedo en el escrito.
Los sacerdotes además indicaron que es tiempo de perdonar a otros y también perdonarse a uno mismo, y recomendaron la escucha, el habla, las visitas y ánimos, para compartir las alegrías y sufrimientos de los más necesitados. "Cuando alguien tenga problemas, busquemos soluciones juntos", dijo el obispo.
En segundo término, los obispos aconsejaron buscar ayuda en un familiar, amigo, compañero, profesional, la Iglesia o cualquier institución que pueda colaborar a quienes se encuentren atravesando situaciones difíciles. "El primer paso es pedir ayuda y poder comunicar lo que estás viviendo, así como lo sientes. Es necesario que puedas abrir la herida a alguien para que pueda ser aliviada y curada", indicaron.
Por último, se dirigieron a funcionarios, profesiones, comunicadores, educadores, religiosos y toda la comunidad a "ser cuidadores y pastores de la vida".
"No debe abandonarse el diálogo"
Sobre la situación social de la provincia, especialmente la de los gremios, el obispo indicó que nunca debe abandonarse el camino del dialogo y del entendimiento para que cada parte pueda comprender la situación del otro.
Fernández manifestó que todos saben que las cosas "no cambian de la noche a la mañana", pero se debe tener la esperanza de que exista un camino a transitar paso a paso.
Sobre la economía, monseñor indicó que el 2016 fue un "año duro", especialmente para los trabajadores, por lo que llamó a consolidar un plan razonable que pueda llevar a superar las dificultades. "La pobreza no puede ir creciendo más", opinó además monseñor, y agregó que no se puede salir de situaciones difíciles a través de la acción de un sector aislado, sino que se debe trabajar de manera conjunta para planificar nuevas políticas.
En cuanto a la reciente recepción del Papa a la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, monseñor aseguró que el Papa siempre está atento a la realidad del país y que en la medida que puede, recibe a quienes solicitan verlo por vocación de ayudar.
Monseñor comparó la situación del Papa con la de su rol como obispo y expresó: "piensen lo que me pasa a mí, recibo y escucho a gente con diferentes orientaciones y de partidos políticos, y es bueno escucharlos", opinó Fernández.
"El hecho de que uno hable con un partido político no significa que sea yo de ese partido político o de otro, necesariamente tiene que ser prescindente", concluyó monseñor.