Al menos 30 personas murieron y otras tantas permanecían desaparecidas al hundirse una embarcación que trasladaba a futbolistas y simpatizantes de un equipo de fútbol de
Uganda por el lago Alberto, ubicado en el límite de ese país y la República Democrática del Congo.
"Hasta ahora, podemos confirmar que de las 45 personas que estaban a bordo, hay 15 que sobrevivieron", declaró el comandante de la Policía John Rutagira al medio local Daily Monitor.
"Sobrecargaron el barco. Testigos han dicho a la Policía que la mayoría de los pasajeros (algunos de ellos en estado de ebriedad) se sentaron en un lado del barco, lo que produjo una pérdida de equilibrio", continuó el agente.
El equipo de fútbol, proveniente de la aldea de
Kaweibanda, ubicada en el distrito de Buliisa, viajaba en el barco que tenía como destino la localidad de Runge, en Hoima, con el objetivo de participar en un partido amistoso como parte de los festejos por la
Navidad.
Este trágico hecho que tiene como protagonista a un equipo de fútbol se suma al accidente aéreo sufrido por el Chapecoense, de Brasil, el pasado 28 de noviembre y que dejó un saldo de 75 muertos, cuando iba a disputar el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana ante Atlético Nacional, de Colombia.
Investigación cerrada
El avión de la compañía boliviana LaMia, que se accidentó cuando transportaba al club de fútbol Chapecoense de Brasil, tenía combustible limitado para la ruta que cubría, según los resultados de la investigación preliminar de la Aeronáutica Civil de Colombia presentados ayer en Bogotá.
Los pilotos "eran conscientes de las limitaciones de combustible que tenían en el momento, no era el adecuado ni suficiente", dijo el secretario de Seguridad Aérea de Aerocivil, coronel Freddy Bonilla, en rueda de prensa.
"Hasta el momento tenemos evidencia que ningún factor técnico influyó en el accidente, todo está involucrado en un factor humano y gerencial", indicó Bonilla, quien agregó que el avión tenía un exceso de peso cercano a los 500 kilogramos, pero que no fue "determinante" en el siniestro.
Al menos 30 personas murieron y otras tantas permanecían desaparecidas al hundirse una embarcación que trasladaba a futbolistas y simpatizantes de un equipo de fútbol de
Uganda por el lago Alberto, ubicado en el límite de ese país y la República Democrática del Congo.
"Hasta ahora, podemos confirmar que de las 45 personas que estaban a bordo, hay 15 que sobrevivieron", declaró el comandante de la Policía John Rutagira al medio local Daily Monitor.
"Sobrecargaron el barco. Testigos han dicho a la Policía que la mayoría de los pasajeros (algunos de ellos en estado de ebriedad) se sentaron en un lado del barco, lo que produjo una pérdida de equilibrio", continuó el agente.
El equipo de fútbol, proveniente de la aldea de
Kaweibanda, ubicada en el distrito de Buliisa, viajaba en el barco que tenía como destino la localidad de Runge, en Hoima, con el objetivo de participar en un partido amistoso como parte de los festejos por la
Navidad.
Este trágico hecho que tiene como protagonista a un equipo de fútbol se suma al accidente aéreo sufrido por el Chapecoense, de Brasil, el pasado 28 de noviembre y que dejó un saldo de 75 muertos, cuando iba a disputar el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana ante Atlético Nacional, de Colombia.
Investigación cerrada
El avión de la compañía boliviana LaMia, que se accidentó cuando transportaba al club de fútbol Chapecoense de Brasil, tenía combustible limitado para la ruta que cubría, según los resultados de la investigación preliminar de la Aeronáutica Civil de Colombia presentados ayer en Bogotá.
Los pilotos "eran conscientes de las limitaciones de combustible que tenían en el momento, no era el adecuado ni suficiente", dijo el secretario de Seguridad Aérea de Aerocivil, coronel Freddy Bonilla, en rueda de prensa.
"Hasta el momento tenemos evidencia que ningún factor técnico influyó en el accidente, todo está involucrado en un factor humano y gerencial", indicó Bonilla, quien agregó que el avión tenía un exceso de peso cercano a los 500 kilogramos, pero que no fue "determinante" en el siniestro.