El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, felicitó hoy a Donald Trump por su victoria en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, durante una conversación telefónica mantenida entre ambos líderes en la que el magnate inmobiliario le deseó al filipino que tenga éxito en su campaña contra las drogas.
La llamada se produce luego de que en septiembre, Duterte llamara "hijo de puta" a Obama por las críticas del mandatario estadounidense a la campaña antidrogras iniciada este año en Filipinas, que ha provocado miles de muertos en ese país, la mayoría en ejecuciones extrajudiciales.
Obama calificó entonces de "extravagante" a su homólogo filipino y canceló una reunión bilateral prevista en Laos, aunque después mantuvieron un breve encuentro informal.
En su conversación telefónica, Trump y Duterte "destacaron la larga historia de amistad y cooperación entre ambas naciones y acordaron que los dos gobiernos seguirán trabajando estrechamente en asuntos de interés y preocupación mutuos", informó en un comunicado el equipo de transición del magnate republicano.
Por su parte, Duterte señaló que Trump "es muy sensible" a la preocupación del Gobierno filipino "contra las drogas" y aseguró que el empresario le "deseó éxito" en la campaña para acabar con las drogas.
"Nos entiende y dice que no hay nada malo en defender nuestro país. Fue muy alentador en el sentido, supongo, de que lo que quiso decir es que lo último que quiere hacer es interferir en nuestro asuntos internos", consideró Duterte.
La felicitación de Trump se produce después de que organizaciones internacionales como la ONU criticaran con dureza la campaña contra el narcotráfico emprendida por Duterte tras alzarse con el triunfo en las elecciones filipinas del pasado mayo.
Hasta el 30 de junio, 4.726 personas habían muerto en esa campaña, buena parte de ellas en ejecuciones extrajudiciales, y Duterte advierte que habrá otras 30.000 más.
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El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, felicitó hoy a Donald Trump por su victoria en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, durante una conversación telefónica mantenida entre ambos líderes en la que el magnate inmobiliario le deseó al filipino que tenga éxito en su campaña contra las drogas.
La llamada se produce luego de que en septiembre, Duterte llamara "hijo de puta" a Obama por las críticas del mandatario estadounidense a la campaña antidrogras iniciada este año en Filipinas, que ha provocado miles de muertos en ese país, la mayoría en ejecuciones extrajudiciales.
Obama calificó entonces de "extravagante" a su homólogo filipino y canceló una reunión bilateral prevista en Laos, aunque después mantuvieron un breve encuentro informal.
En su conversación telefónica, Trump y Duterte "destacaron la larga historia de amistad y cooperación entre ambas naciones y acordaron que los dos gobiernos seguirán trabajando estrechamente en asuntos de interés y preocupación mutuos", informó en un comunicado el equipo de transición del magnate republicano.
Por su parte, Duterte señaló que Trump "es muy sensible" a la preocupación del Gobierno filipino "contra las drogas" y aseguró que el empresario le "deseó éxito" en la campaña para acabar con las drogas.
"Nos entiende y dice que no hay nada malo en defender nuestro país. Fue muy alentador en el sentido, supongo, de que lo que quiso decir es que lo último que quiere hacer es interferir en nuestro asuntos internos", consideró Duterte.
La felicitación de Trump se produce después de que organizaciones internacionales como la ONU criticaran con dureza la campaña contra el narcotráfico emprendida por Duterte tras alzarse con el triunfo en las elecciones filipinas del pasado mayo.
Hasta el 30 de junio, 4.726 personas habían muerto en esa campaña, buena parte de ellas en ejecuciones extrajudiciales, y Duterte advierte que habrá otras 30.000 más.